El contexto de hace 52 años era muy diferente al actual, así como las manifestaciones sociales y las inconformidades, elementos que han existido siempre, lo importante es analizar las causas y los medios de hacer valer las convicciones, para así saber diferenciar entre una auténtica lucha social y un mero alboroto por parte de quien quiere desahogar sus frustraciones.
Últimamente vimos la furia con la que un grupo de mujeres agredió a unas policías, mediante insultos y pintura, las uniformadas fueron humilladas y golpeadas por un colectivo que se hace llamar feminista. Por otro lado, se cumplió un año más de la matanza del 2 de octubre, en la cual decenas de estudiantes y otras personas perdieron la vida.
Pensemos un poco en esa época, nuestro país gozaba de los beneficios del “milagro mexicano”, con una economía estable que permitió a muchas familias construir un patrimonio, también es cierto que no había las libertades políticas ni el sistema democrático de hoy, pero bien podemos preguntarnos de qué sirve que haya elecciones, si la mayoría de los políticos son producto de un reciclaje partidista y la gran mayoría de ellos solo se guía por el interés personal. Quien no entienda esto y acepte que la clase política es reflejo de la ciudadanía, pues seguirá creyendo en falaces promesas de cambio, mediante diversos recursos mercadológicos que simplemente quieren mostrar a un candidato más atractivo, así como si se tratara de poner una buena foto de perfil de Facebook.
También hay que decir que en ese entonces el mundo vivía una polarización entre lo americano y lo soviético, situación que llevó a muchas batallas alrededor de todo el mundo, las cuales no solo se libraron con balas y bombas, sino con ideas y movimientos sociales.
No es un secreto que millones de mexicanos simpatizaban con la idea de que hubiera un régimen socialista en el país, situación que fue promovida por diversos sectores y hasta por algún interés extranjero, sin embargo, Estados Unidos no permitió ni permitirá jamás que haya un tipo de gobierno que no sea capitalista en México. Esto lo deberían saber quienes hoy se pronuncian contra el socialismo, ya que están haciendo alusión a algo que no existe, así como su presencia en la protesta de Frenaa, la cual puede tener una inconformidad por parte de sus seguidores, fundada o no, pero la cual obviamente dista mucho de la lucha comprometida que tuvieron algunos jóvenes, intelectuales y comunicadores hace más de medio siglo, acudiendo a eventos y arriesgándose a los disparos, situación muy diferente a quienes hoy dejan una tienda de campaña vacía como “símbolo” de su protesta.
Los líderes sociales, tanto nacionales como internacionales de ese entonces, se forjaban en la lucha social, sea de un bando o de otro, no por los pseudo activistas que solo saben pronunciarse en la red, como ocurre a diario en nuestro país.
También hay que decir que algunas causas buenas han sido corrompidas por quien solo busca la destrucción, reflejando un odio interior que nada tiene que ver con el motivo original, como las mencionadas supuestas feministas, quienes deberían saber que no hay un solo feminismo, sino una variedad de ellos, además de que destruir inmuebles no soluciona el problema de la violencia hacia la mujer.
También hay que decir que algunas protestas toman una buena causa como bandera, pero en la realidad persiguen un interés personal de alguien que busca ocupar un cargo político, situación que se convierte en una lamentable manipulación.
Sin estar anhelando un pasado que ya se fue, creo además que en ese entonces no vivíamos la descomposición social de hoy, la gran ignorancia y la falta de decencia que hace que buena parte de gente ya no tenga palabra ni convicciones verdaderas, volviéndose así una especie de veleta que se guía por el juicio de las redes, las cuales responden de un modo mayormente visceral y sin fundamento, situación que provoca que algunas de las supuestas protestas de hoy sean una gran mentira. Hasta la próxima semana.
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