/ jueves 15 de octubre de 2020

Transporte más caro y pésimo servicio

Al cumplirse un año del aumento del pasaje en Puebla, hoy queda claro que modernizar el transporte no es, ni será nada fácil. Ni el PRI, ni el PAN pudieron actualizarlo, aunque lo más seguro es que no quisieron porque hacían business; pero en lo que va del gobierno de Morena que ofreció cambiarlo todo, simplemente no ha podido. En suma seguimos pagando más por el mismo pésimo servicio.

Hace un año el mismo gobernador Miguel Barbosa dijo que en 4 meses el sistema de transporte sería modernizado, que sería seguro para el pasajero y que hasta terminaría con vicios del pasado, irregularidades operativas y la corrupción en el sector; sin embargo 365 días después el mismo mandatario aceptó que no se han cumplido esas ofertas.

La determinación del mandatario para ir en serio contra el mal servicio lo llevó a advertir que si tras el periodo de gracia había incumplimiento, entonces procederían los retiros de unidades y concesiones. ¿Al momento alguien conoce esos datos? convendría saber cuántos permisionarios perdieron sus unidades o, si de plano se dedican a otra cosa.

Apenas el martes el mandatario poblano dejó en claro: "Mi gobierno no será uno más de esos corruptos anteriores que hicieron porquerías y provocaron una enorme corrupción"; eso significa que su compromiso de mejorar el transporte sigue y seguirá vivo en su gestión, pese a que no se cumplió en los 4 meses que se había pactado.

Lo que se sabe de la dichosa modernización es que la Secretaría de Movilidad y Transporte registró que el 60% de las unidades en todo el estado incumplieron con la actualización del transporte y eso significa que las unidades carecen de cámaras de vigilancia, de botones de pánico, no tienen torretas ni GPS y de modelos nuevos mejor no hablemos porque los que no cambiaron, solo les dieron una repintada para dar el gatazo.

Por su parte los concesionarios justifican su incumplimiento en la falta de recursos para reinvertir, pues aunque aumentaron el pasaje según sus cuentas no hay ganancias para conseguir los compromisos; aunado al hecho de que les obligaron a dar tarifa especial para estudiantes y eso mermó sus ingresos.

Y por si fuera poco, los transportistas afirman que la llegada del Covid19 les vino a poner en su mother porque además de detener sus unidades por varios meses, las que pueden trabajar rolando días de servicio, no obtienen los ingresos mínimos necesarios ya que los aforos de ocupación son minúsculos ya que uno de sus mercados cautivos, los estudiantes, justo ahora no viajan a causa de la pandemia.

En resumen los poblanos nuevamente salimos perdiendo, el gobierno no pudo conseguir la modernización del transporte y los concesionarios volvieron a incumplir con sus ofrecimientos. De nada sirvió el aumento del 41% al pasaje, sin duda el más alto en los últimos 26 años en Puebla, si al final tenemos un sistema de transporte pésimo, caro e inseguro.

Si hasta el momento los concesionarios no han podido cumplir con aspectos que estarían a la vista de todos los usuarios, seguramente tampoco ha cumplido con otros elementos como la renovación de las cartas de antecedentes no penales de los choferes cada 6 meses, o respetar sus recorridos o garantizar la accesibilidad a personas de la tercera edad o discapacitadas.

También convendría revisar el cumplimiento del gobierno que ya metió orden en los servicios de los corralones y grúas, revisó el costo de las licencias y multas y otros elementos del mismo acuerdo.

Ojalá que en breve haya resultados concretos y dejen de tomarle el pelo a los usuarios, porque al final son ellos los que pagan los platos rotos ya que ni funcionarios estatales, ni diputados se suben al transporte público que sigue dando pésimo servicio con unidades viejas y en donde se expone la vida a accidentes y atracos con violencia.

¿Qué hace falta para lograr la modernización del transporte: voluntad, determinación, coraje, decisión, interés, anti corrupción? mientras encontramos la respuesta seguiremos pagando más caro un servicio que es pésimo.

Al cumplirse un año del aumento del pasaje en Puebla, hoy queda claro que modernizar el transporte no es, ni será nada fácil. Ni el PRI, ni el PAN pudieron actualizarlo, aunque lo más seguro es que no quisieron porque hacían business; pero en lo que va del gobierno de Morena que ofreció cambiarlo todo, simplemente no ha podido. En suma seguimos pagando más por el mismo pésimo servicio.

Hace un año el mismo gobernador Miguel Barbosa dijo que en 4 meses el sistema de transporte sería modernizado, que sería seguro para el pasajero y que hasta terminaría con vicios del pasado, irregularidades operativas y la corrupción en el sector; sin embargo 365 días después el mismo mandatario aceptó que no se han cumplido esas ofertas.

La determinación del mandatario para ir en serio contra el mal servicio lo llevó a advertir que si tras el periodo de gracia había incumplimiento, entonces procederían los retiros de unidades y concesiones. ¿Al momento alguien conoce esos datos? convendría saber cuántos permisionarios perdieron sus unidades o, si de plano se dedican a otra cosa.

Apenas el martes el mandatario poblano dejó en claro: "Mi gobierno no será uno más de esos corruptos anteriores que hicieron porquerías y provocaron una enorme corrupción"; eso significa que su compromiso de mejorar el transporte sigue y seguirá vivo en su gestión, pese a que no se cumplió en los 4 meses que se había pactado.

Lo que se sabe de la dichosa modernización es que la Secretaría de Movilidad y Transporte registró que el 60% de las unidades en todo el estado incumplieron con la actualización del transporte y eso significa que las unidades carecen de cámaras de vigilancia, de botones de pánico, no tienen torretas ni GPS y de modelos nuevos mejor no hablemos porque los que no cambiaron, solo les dieron una repintada para dar el gatazo.

Por su parte los concesionarios justifican su incumplimiento en la falta de recursos para reinvertir, pues aunque aumentaron el pasaje según sus cuentas no hay ganancias para conseguir los compromisos; aunado al hecho de que les obligaron a dar tarifa especial para estudiantes y eso mermó sus ingresos.

Y por si fuera poco, los transportistas afirman que la llegada del Covid19 les vino a poner en su mother porque además de detener sus unidades por varios meses, las que pueden trabajar rolando días de servicio, no obtienen los ingresos mínimos necesarios ya que los aforos de ocupación son minúsculos ya que uno de sus mercados cautivos, los estudiantes, justo ahora no viajan a causa de la pandemia.

En resumen los poblanos nuevamente salimos perdiendo, el gobierno no pudo conseguir la modernización del transporte y los concesionarios volvieron a incumplir con sus ofrecimientos. De nada sirvió el aumento del 41% al pasaje, sin duda el más alto en los últimos 26 años en Puebla, si al final tenemos un sistema de transporte pésimo, caro e inseguro.

Si hasta el momento los concesionarios no han podido cumplir con aspectos que estarían a la vista de todos los usuarios, seguramente tampoco ha cumplido con otros elementos como la renovación de las cartas de antecedentes no penales de los choferes cada 6 meses, o respetar sus recorridos o garantizar la accesibilidad a personas de la tercera edad o discapacitadas.

También convendría revisar el cumplimiento del gobierno que ya metió orden en los servicios de los corralones y grúas, revisó el costo de las licencias y multas y otros elementos del mismo acuerdo.

Ojalá que en breve haya resultados concretos y dejen de tomarle el pelo a los usuarios, porque al final son ellos los que pagan los platos rotos ya que ni funcionarios estatales, ni diputados se suben al transporte público que sigue dando pésimo servicio con unidades viejas y en donde se expone la vida a accidentes y atracos con violencia.

¿Qué hace falta para lograr la modernización del transporte: voluntad, determinación, coraje, decisión, interés, anti corrupción? mientras encontramos la respuesta seguiremos pagando más caro un servicio que es pésimo.