Alejandro Armenta Mier no deja de provocar sorpresas en los integrantes del ‘cuarto de guerra’ de Luis Miguel Barbosa Huerta y en los militantes de Morena en general.
Después de protagonizar una nueva jornada de entrevistas en medios de comunicación de la ciudad de México, para insistir en sus acusaciones en contra del proceso de selección de candidato a gobernador en ese instituto político, de la dirigente nacional del partido, Yeidckol Polevnsky, del propio Barbosa, así como de funcionarios de la administración estatal, como Fernando Manzanilla Prieto, Jorge Estefan Chidiac y hasta Francisco Ramos Montaño, el senador (con licencia extendida) mandó un aparente mensaje de paz.
En serio.
Por la tarde del martes, Armenta subió a redes sociales un video de un minuto con 32 segundos en el que descalifica, por enésima ocasión, a la “mafia del poder” que le arrebató la postulación en Puebla.
Sin embargo, y esto fue lo que levantó las cejas entre los colaboradores del precandidato ganador, utilizó los últimos 12 segundos de ese mensaje para mostrar la bandera blanca.
“Nuevamente hago un llamado a Barbosa y hago un llamado a Yeidckol para que nos sentemos con respeto a dialogar y a construir el triunfo futuro para Puebla y para Morena”, expuso, para luego rematar con un: “Yo estoy dispuesto”.
Los interesados en el tema se preguntaron si se trataba de una broma.
No hallaron cómo interpretar ni cómo reaccionar ante esa invitación para “sentarse a dialogar”, vertida en medio de la metralla jurídica y discursiva de quien hasta hace poco más de una semana era todavía precandidato a gobernador.
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Que los hermanos y la madre de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, apoyaran las aspiraciones políticas de Alejandro Armenta en la precampaña del Movimiento Regeneración Nacional, no significa que ella lo hubiese hecho también.
Eso es lo que se comenta entre los colaboradores más cercanos a la alcaldesa, quienes admiten las complicaciones que existen, y existirán, para establecer una relación de confianza con Luis Miguel Barbosa después de que obtuvo la candidatura de la renovada coalición Juntos Haremos Historia.
Aseguran que no dio su respaldo a Armenta, pero reconocen que tampoco se lo dio a Barbosa.
“Creo que auténticamente pensó que debería esperar la designación para apoyar con convicción a quien ganara”, confió una fuente, cercanísima a la presidenta municipal, al autor de esta columna.
Lo que sigue es saber si le creerá Barbosa o no.
Por lo pronto, la alcaldesa y el probable futuro gobernador no se han vuelto a reunir desde que Polevnsky dio a conocer su fallo.
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El secretario de Finanzas y Administración, Charbel Jorge Estefan Chidiac, prepara la presentación de un documento que explique a detalle las condiciones de deuda heredadas por el finado Rafael Moreno Valle al gobierno del estado.
La obsesiva tendencia por maquillarlo todo llevó al ex mandatario a reconocer como deuda estatal solo aquellos recursos que se le pidieron prestados a las instituciones bancarias, que para el final de su administración sumaron cinco mil millones de pesos.
Los costos de los PPS, que sirvieron para construir el Centro Integral de Servicios, el Museo del Barroco y la plataforma Audi, además de otras obligaciones financieras, sin embargo, también representan deuda, como lo ha señalado el funcionario desde principios de 2016, cuando era diputado federal.
Estefan Chidiac informará ampliamente del tema.
Lo que no se definía hasta ayer, en el despacho principal del CIS, eran los términos de la presentación y la fecha en que se hará.
Aquellos morenovallistas que en el pasado se mofaron de quienes llamaron “deuda” a los pagos comprometidos por los PPS, y que en el extremo de la arrogancia usaron esa burlona frase de “no entienden que no entienden”, para silenciar la crítica, tendrán, por fin, que comerse sus palabras.
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