/ domingo 16 de enero de 2022

Tres formas de hablar con los adolescentes

Estamos en el inicio del 2022, el cual ha resultado complicado por el incremento de contagios de la variante ómicron, los posibles impactos en la economía, en la educación y en la parte de socialización. Esta situación nos afecta a todas las generaciones de formas muy particulares.

En esta oportunidad, quiero retomar el tema de la adolescencia y de qué forma nos podemos comunicar con nuestras hijas e hijos, que se encuentran transitando por esta etapa.

Para ello, recupero lo que señala el Dr. Antonio Ríos, especialista en orientación y psicoterapia familiar, en el sentido de que la adolescencia es una etapa, es decir, tiene un principio y un final.

El especialista hace referencia a que son entre cinco o cinco años y medio complicados, que se distribuyen de forma no lineal, sino en campana de Gauss, que decimos, o en montaña. Esta etapa tiene unos años de arranque, de subida, una cima donde están impresionantemente insoportables y luego una bajada espectacular y poco a poco entran en lucidez

También sostiene que existen 3 formas de hablar con las y los adolescentes, estas son: la comunicación afectiva, la comunicación efectiva y la comunicación superficial. Cada una de ellas tiene características particulares y momentos en los cuales se tiene que hacer uso específico de cada una.

Con relación a la primera, el Dr. Ríos hace mención a que es aquella que sucede cuando la o el adolescente decide hablar con la persona adulta, cuando quiere comunicarnos sus afectos, lo que le pasa, lo que le ha sucedido; en este caso lo deciden los adolescentes. Normalmente lo suelen hacer a la hora más intempestiva y nuestras reacciones hacia ellos suelen ser de interrogatorio o de cuestionamientos, lo que puede generar que se cierren o ya no terminen de contarnos lo que les sucedió.

En ese caso en particular, el psicoterapeuta propone que se les tiene que dejar hablar libremente, sin interrupciones, dejando que la conversación fluya; nos invita a no dejar pasar esas oportunidades para escuchar a nuestras hijas e hijos, ya que cuando lo hacemos de esta forma vuelven continuamente a contarnos sus vivencias. En caso de ser necesario corregir, sugiere que sea al día siguiente para no cortar la conversación.

Respecto a la comunicación efectiva, hace referencia a que es aquella que realizamos los padres o los educadores cuando queremos hablar con las y los adolescentes. En estos casos suelen tomar una actitud de resistencia pasiva y se expresan más a través del lenguaje no verbal. Para ello, el doctor sugiere que los adultos tenemos que ser muy precisos e ir al grano, para evitar que se distraigan.

La tercera es la comunicación superficial, que es la que más recomienda el especialista para utilizarse en esta etapa, ya que permite entablar pláticas sobre temas que son del agrado o del interés particular de la juventud y permiten transitar con mayor facilidad para que cuando vayan madurando, se puedan abordar temas más profundos.

Estas sugerencias y recomendaciones nos permiten a los adultos tender puentes, procurar ser más empáticos con nuestros jóvenes, además de estar atentos a sus necesidades e inquietudes.

Y tú, ¿cómo te comunicas con las y los adolescentes? Los invito a dejar su mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló Rousseau: “En el ardor de la adolescencia, contenidos y destilados en su sangre los espíritus vivificantes, producen en su juvenil corazón un calor que brilla en sus miradas, que se siente en sus discursos y se manifiesta en sus acciones.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx


Estamos en el inicio del 2022, el cual ha resultado complicado por el incremento de contagios de la variante ómicron, los posibles impactos en la economía, en la educación y en la parte de socialización. Esta situación nos afecta a todas las generaciones de formas muy particulares.

En esta oportunidad, quiero retomar el tema de la adolescencia y de qué forma nos podemos comunicar con nuestras hijas e hijos, que se encuentran transitando por esta etapa.

Para ello, recupero lo que señala el Dr. Antonio Ríos, especialista en orientación y psicoterapia familiar, en el sentido de que la adolescencia es una etapa, es decir, tiene un principio y un final.

El especialista hace referencia a que son entre cinco o cinco años y medio complicados, que se distribuyen de forma no lineal, sino en campana de Gauss, que decimos, o en montaña. Esta etapa tiene unos años de arranque, de subida, una cima donde están impresionantemente insoportables y luego una bajada espectacular y poco a poco entran en lucidez

También sostiene que existen 3 formas de hablar con las y los adolescentes, estas son: la comunicación afectiva, la comunicación efectiva y la comunicación superficial. Cada una de ellas tiene características particulares y momentos en los cuales se tiene que hacer uso específico de cada una.

Con relación a la primera, el Dr. Ríos hace mención a que es aquella que sucede cuando la o el adolescente decide hablar con la persona adulta, cuando quiere comunicarnos sus afectos, lo que le pasa, lo que le ha sucedido; en este caso lo deciden los adolescentes. Normalmente lo suelen hacer a la hora más intempestiva y nuestras reacciones hacia ellos suelen ser de interrogatorio o de cuestionamientos, lo que puede generar que se cierren o ya no terminen de contarnos lo que les sucedió.

En ese caso en particular, el psicoterapeuta propone que se les tiene que dejar hablar libremente, sin interrupciones, dejando que la conversación fluya; nos invita a no dejar pasar esas oportunidades para escuchar a nuestras hijas e hijos, ya que cuando lo hacemos de esta forma vuelven continuamente a contarnos sus vivencias. En caso de ser necesario corregir, sugiere que sea al día siguiente para no cortar la conversación.

Respecto a la comunicación efectiva, hace referencia a que es aquella que realizamos los padres o los educadores cuando queremos hablar con las y los adolescentes. En estos casos suelen tomar una actitud de resistencia pasiva y se expresan más a través del lenguaje no verbal. Para ello, el doctor sugiere que los adultos tenemos que ser muy precisos e ir al grano, para evitar que se distraigan.

La tercera es la comunicación superficial, que es la que más recomienda el especialista para utilizarse en esta etapa, ya que permite entablar pláticas sobre temas que son del agrado o del interés particular de la juventud y permiten transitar con mayor facilidad para que cuando vayan madurando, se puedan abordar temas más profundos.

Estas sugerencias y recomendaciones nos permiten a los adultos tender puentes, procurar ser más empáticos con nuestros jóvenes, además de estar atentos a sus necesidades e inquietudes.

Y tú, ¿cómo te comunicas con las y los adolescentes? Los invito a dejar su mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló Rousseau: “En el ardor de la adolescencia, contenidos y destilados en su sangre los espíritus vivificantes, producen en su juvenil corazón un calor que brilla en sus miradas, que se siente en sus discursos y se manifiesta en sus acciones.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

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