/ viernes 2 de julio de 2021

UDLAP y su nuevo rumbo

La mañana del martes 29 de junio, cuando llegaron al campus los primeros enviados de Seguridad Pública Estatal, uniformados y con armas largas, Luis Ernesto Derbez confirmó que estaba fuera de la rectoría de la Universidad de las Américas Puebla, los nuevos patronos de la Fundación universitaria tienen la orden de tomar todo y él es un obstáculo para que consigan su cometido.

Derbez, uno de los mejores rectores de la institución, hizo una defensa final la tarde del mismo martes al denunciar el despojo al que está sometida la comunidad de la UDLAP y no sólo la familia Jenkins de la Landa, que enfrenta un conflicto jurídico con el primogénito William, de los mismos apellidos.

La universidad si bien es privada es una institución que pertenece a Puebla y los poblanos. Hoy es un botín, primero por la ambición de los herederos de William O. Jenkins, que provocó un pleito judicial, y ahora por el manejo que el gobierno estatal le otorgó a un patronato sin conocimiento ni experiencia en la administración de instituciones de educación superior.

El litigio dio pie a que el pasado 24 de junio la Junta al Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada, oficina del gobierno estatal, en uso de sus facultades, cambiara a los patronos de la Fundación Jenkins, dejó fuera a los Jenkins de Landa, sin validar su amparo, bajo el argumento de que posterior a éste enfrentan órdenes de aprehensión que invalidan su designación.

Después vino el nombramiento de nuevos patronos de la Fundación Universidad de las Américas Puebla, con los Jenkins fuera, y la orden de revisar todo el patrimonio de la UDLAP y prescindir del rector Derbez, por ello con una resolución oficial de un juez de la Ciudad de México y el respaldo del Poder Judicial local, se ordenó a la Policía Estatal ingresar con todo el aparato y fuerza posible como si fueran tras unos capos de la delincuencia organizada, cuando iban a tomar la administración de una universidad de prestigio internacional.

Sabían que no tendrían resistencia física más que la voz de protesta de académicos y estudiantes que se sintieron agredidos y humillados porque no les dieron explicación alguna.

La UDLAP enfrenta una crisis que la llevará a un cambio radical, ajeno al modelo actual.

Con el rector Derbez no sólo saldrán sus cuadros administrativos sino muchos de los académicos que dan soporte y prestigio a la casa de estudios y no serán pocos los padres de familia y estudiantes que busquen otras oportunidades de educación superior, lejos de quienes toman el poder con un ejercicio de fuerza policiaca y unos patronos sin ninguna experiencia en educación superior.

El reclamo de los estudiantes el miércoles pasado no tuvo respuesta el mismo día, el nuevo patronato lo que quiere es saber la situación patrimonial y económica de lo que ahora parece su negocio, la calidad educativa es lo que menos les importa.

La UDLAP, lo que hasta ahora es un orgullo de Puebla, tomará un rumbo distinto, no necesariamente el mejor.

De las anécdotas que se cuentan

El maestro Fernando Thompson, director general de Tecnologías de la Información de la Universidad de las Américas Puebla y uno de los más prestigiados especialistas en su especialidad en América, escribió en su página de Facebook el siguiente texto que retrata el sentimiento que embarga a toda una comunidad agredida:

“Tengo el honor de formar parte del equipo de @udlap tanto de empleado como profesor. Todos los días desde 1 de mayo de 2008 al día de hoy he dado lo mejor en entrega profesional y apasionada por los estudiantes, profesores, empleados, padres de familia, aspirantes y comunidad.

“El prestigio académico, cultural, deportivo, tecnológico y administrativo de la @udlap es de excelencia. Me duele y me indigna ver que se perjudica a varios miles de personas en una estratagema que no respeta la ley. Continuaremos nuestras actividades académicas en línea y seguiré apoyando al Dr. Luis Ernesto Derbez, por ser un líder ejemplar, brillante e íntegro.

“Soy un mexicano, ético, honrado y amo mi profesión. Lo hecho hoy al tomar el campus es producto de una guerra de poder y dinero iniciada por mezquindad de un miembro de la familia Jenkins en colusión con autoridades, incluyendo el gobierno del Estado.

“Espero en verdad se haga justicia y no se perjudique a una de las instituciones de educación superior más relevantes de América Latina”.

Fernando, todos exigimos y esperamos justicia, pero todo indica que estamos muy lejos de ella.

Un fuerte abrazo.

La mañana del martes 29 de junio, cuando llegaron al campus los primeros enviados de Seguridad Pública Estatal, uniformados y con armas largas, Luis Ernesto Derbez confirmó que estaba fuera de la rectoría de la Universidad de las Américas Puebla, los nuevos patronos de la Fundación universitaria tienen la orden de tomar todo y él es un obstáculo para que consigan su cometido.

Derbez, uno de los mejores rectores de la institución, hizo una defensa final la tarde del mismo martes al denunciar el despojo al que está sometida la comunidad de la UDLAP y no sólo la familia Jenkins de la Landa, que enfrenta un conflicto jurídico con el primogénito William, de los mismos apellidos.

La universidad si bien es privada es una institución que pertenece a Puebla y los poblanos. Hoy es un botín, primero por la ambición de los herederos de William O. Jenkins, que provocó un pleito judicial, y ahora por el manejo que el gobierno estatal le otorgó a un patronato sin conocimiento ni experiencia en la administración de instituciones de educación superior.

El litigio dio pie a que el pasado 24 de junio la Junta al Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada, oficina del gobierno estatal, en uso de sus facultades, cambiara a los patronos de la Fundación Jenkins, dejó fuera a los Jenkins de Landa, sin validar su amparo, bajo el argumento de que posterior a éste enfrentan órdenes de aprehensión que invalidan su designación.

Después vino el nombramiento de nuevos patronos de la Fundación Universidad de las Américas Puebla, con los Jenkins fuera, y la orden de revisar todo el patrimonio de la UDLAP y prescindir del rector Derbez, por ello con una resolución oficial de un juez de la Ciudad de México y el respaldo del Poder Judicial local, se ordenó a la Policía Estatal ingresar con todo el aparato y fuerza posible como si fueran tras unos capos de la delincuencia organizada, cuando iban a tomar la administración de una universidad de prestigio internacional.

Sabían que no tendrían resistencia física más que la voz de protesta de académicos y estudiantes que se sintieron agredidos y humillados porque no les dieron explicación alguna.

La UDLAP enfrenta una crisis que la llevará a un cambio radical, ajeno al modelo actual.

Con el rector Derbez no sólo saldrán sus cuadros administrativos sino muchos de los académicos que dan soporte y prestigio a la casa de estudios y no serán pocos los padres de familia y estudiantes que busquen otras oportunidades de educación superior, lejos de quienes toman el poder con un ejercicio de fuerza policiaca y unos patronos sin ninguna experiencia en educación superior.

El reclamo de los estudiantes el miércoles pasado no tuvo respuesta el mismo día, el nuevo patronato lo que quiere es saber la situación patrimonial y económica de lo que ahora parece su negocio, la calidad educativa es lo que menos les importa.

La UDLAP, lo que hasta ahora es un orgullo de Puebla, tomará un rumbo distinto, no necesariamente el mejor.

De las anécdotas que se cuentan

El maestro Fernando Thompson, director general de Tecnologías de la Información de la Universidad de las Américas Puebla y uno de los más prestigiados especialistas en su especialidad en América, escribió en su página de Facebook el siguiente texto que retrata el sentimiento que embarga a toda una comunidad agredida:

“Tengo el honor de formar parte del equipo de @udlap tanto de empleado como profesor. Todos los días desde 1 de mayo de 2008 al día de hoy he dado lo mejor en entrega profesional y apasionada por los estudiantes, profesores, empleados, padres de familia, aspirantes y comunidad.

“El prestigio académico, cultural, deportivo, tecnológico y administrativo de la @udlap es de excelencia. Me duele y me indigna ver que se perjudica a varios miles de personas en una estratagema que no respeta la ley. Continuaremos nuestras actividades académicas en línea y seguiré apoyando al Dr. Luis Ernesto Derbez, por ser un líder ejemplar, brillante e íntegro.

“Soy un mexicano, ético, honrado y amo mi profesión. Lo hecho hoy al tomar el campus es producto de una guerra de poder y dinero iniciada por mezquindad de un miembro de la familia Jenkins en colusión con autoridades, incluyendo el gobierno del Estado.

“Espero en verdad se haga justicia y no se perjudique a una de las instituciones de educación superior más relevantes de América Latina”.

Fernando, todos exigimos y esperamos justicia, pero todo indica que estamos muy lejos de ella.

Un fuerte abrazo.