/ viernes 26 de abril de 2019

Un asunto pendiente

Para cuando estés leyendo mis comentarios, querida Puebla, yo estaré transitando camino a Zacapoaxtla, en la sierra nororiental, para iniciar por décima segunda ocasión el viaje que llamo “una experiencia mística”, en Apulco, concretamente en la cascada La Gloria, para posteriormente pernoctar en la finca Santa María Tres Arroyos, perteneciente a la familia Varela.

Ya en otras ocasiones he platicado la especial atracción que tengo por esta hermosa serranía; por sus costumbres, su artesanía, sus bailes y su comida, conjuntándose con la fraterna amistad que me une con Paco Varela, su hijo Joaquín, su hermano Manuel, su mamá Carito y todos quienes integran esa querida familia.

Son tres maravillosos días con 120 personas que me acompañan de Puebla, Atlixco, Tlaxcala, Ciudad de México y Monterrey, en dos meditaciones, una de sanación espiritual en la cascada y la otra en un claro de bosque en la finca, con una práctica Esenia de purificación y desagravio a la tierra, que conforman por su trascendencia y profundidad una experiencia mística, en la que quedamos todos materialmente anonadados por la energía que emana la concurrencia y el ambiente natural que se vive entre el bosque, el río, la cascada y el horizonte. En verdad, algo maravilloso, alejado del mundanal ruido y su competencia y cosificación.

Además de mis dos eventos espirituales se llevará a cabo el 5º encuentro de medicina tradicional, que tendrá lugar el día de mañana en la finca, en donde, con el dinamismo de Joaquín Varela, su esposa Gaby, Silvia Varela mamá e hija, se conjunta una inusitada actividad durante todo el día, con “hueseros”, “limpiadores de maleficios”, curanderas y curanderos autóctonos, “adivinadores”, vendedores de medicamentos naturales, temazcal, masajes de salud y relajamiento; alternándose con bailables y huapangos huastecos propios de la región, comida típica y venta de toda clase de artesanías elaboradas por las mágicas manos de esa hermosa y sabia gente que derrocha imaginación, colorido y creatividad. Te invito querida Puebla a vivir esta experiencia única en su género.

Para llegar a estos hermosos y sagrados lugares, y hacer lo que hago, pido permiso a la tierra y a sus lugareños y cuidadores, y nunca olvido que tenemos “un asunto pendiente” que nos mantiene atentos a cualquier intento de profanar y pretender dañar y destruir con el pretexto de la modernidad.

En los años 2013 y 2014, las empresas Gailla e ICA anunciaron, la primera, la construcción de una represa cerca del pueblo de San Juan Tahitic, perteneciente a este municipio de Zacapoaxtla, y la segunda en un conjunto interrelacionado de cuatro represas, en el alto Apulco, que afectaría un total de 26.5 kilómetros del cauce del Río Apulco, que le da vida y comida a esa región, entubándolo y construyendo una hidroeléctrica de nueva generación, lo que destruirá y ocasionará la ruina total de toda la zona.

Nosotros unimos nuestra voluntad y esfuerzos en forma solidaria con nuestros hermanos de Apulco, de San Juan Tahitic, que tienen la reputación de “ser muy combativos”, de Cuauhximaloyan, de Huahuaxtla, de Xochiapulco, herederos gloriosos de la batalla del 5 de mayo de 1862, de Tecuicuilco, de Talcozaman, de Atzalan y Xilitla, y en general al Comité de Defensa del Río Apulco, y pedimos que por la importancia de su flora y su fauna única y la belleza de su entorno, sea declarada RESERVA DE LA BIÓSFERA, para jamás pretender profanarla con el pretexto de una civilización, que no suprime la barbarie sino tan solo la transforma.

Gracias Puebla, y te recuerdo que “LO QUE CUESTA DINERO VALE POCO”

Para cuando estés leyendo mis comentarios, querida Puebla, yo estaré transitando camino a Zacapoaxtla, en la sierra nororiental, para iniciar por décima segunda ocasión el viaje que llamo “una experiencia mística”, en Apulco, concretamente en la cascada La Gloria, para posteriormente pernoctar en la finca Santa María Tres Arroyos, perteneciente a la familia Varela.

Ya en otras ocasiones he platicado la especial atracción que tengo por esta hermosa serranía; por sus costumbres, su artesanía, sus bailes y su comida, conjuntándose con la fraterna amistad que me une con Paco Varela, su hijo Joaquín, su hermano Manuel, su mamá Carito y todos quienes integran esa querida familia.

Son tres maravillosos días con 120 personas que me acompañan de Puebla, Atlixco, Tlaxcala, Ciudad de México y Monterrey, en dos meditaciones, una de sanación espiritual en la cascada y la otra en un claro de bosque en la finca, con una práctica Esenia de purificación y desagravio a la tierra, que conforman por su trascendencia y profundidad una experiencia mística, en la que quedamos todos materialmente anonadados por la energía que emana la concurrencia y el ambiente natural que se vive entre el bosque, el río, la cascada y el horizonte. En verdad, algo maravilloso, alejado del mundanal ruido y su competencia y cosificación.

Además de mis dos eventos espirituales se llevará a cabo el 5º encuentro de medicina tradicional, que tendrá lugar el día de mañana en la finca, en donde, con el dinamismo de Joaquín Varela, su esposa Gaby, Silvia Varela mamá e hija, se conjunta una inusitada actividad durante todo el día, con “hueseros”, “limpiadores de maleficios”, curanderas y curanderos autóctonos, “adivinadores”, vendedores de medicamentos naturales, temazcal, masajes de salud y relajamiento; alternándose con bailables y huapangos huastecos propios de la región, comida típica y venta de toda clase de artesanías elaboradas por las mágicas manos de esa hermosa y sabia gente que derrocha imaginación, colorido y creatividad. Te invito querida Puebla a vivir esta experiencia única en su género.

Para llegar a estos hermosos y sagrados lugares, y hacer lo que hago, pido permiso a la tierra y a sus lugareños y cuidadores, y nunca olvido que tenemos “un asunto pendiente” que nos mantiene atentos a cualquier intento de profanar y pretender dañar y destruir con el pretexto de la modernidad.

En los años 2013 y 2014, las empresas Gailla e ICA anunciaron, la primera, la construcción de una represa cerca del pueblo de San Juan Tahitic, perteneciente a este municipio de Zacapoaxtla, y la segunda en un conjunto interrelacionado de cuatro represas, en el alto Apulco, que afectaría un total de 26.5 kilómetros del cauce del Río Apulco, que le da vida y comida a esa región, entubándolo y construyendo una hidroeléctrica de nueva generación, lo que destruirá y ocasionará la ruina total de toda la zona.

Nosotros unimos nuestra voluntad y esfuerzos en forma solidaria con nuestros hermanos de Apulco, de San Juan Tahitic, que tienen la reputación de “ser muy combativos”, de Cuauhximaloyan, de Huahuaxtla, de Xochiapulco, herederos gloriosos de la batalla del 5 de mayo de 1862, de Tecuicuilco, de Talcozaman, de Atzalan y Xilitla, y en general al Comité de Defensa del Río Apulco, y pedimos que por la importancia de su flora y su fauna única y la belleza de su entorno, sea declarada RESERVA DE LA BIÓSFERA, para jamás pretender profanarla con el pretexto de una civilización, que no suprime la barbarie sino tan solo la transforma.

Gracias Puebla, y te recuerdo que “LO QUE CUESTA DINERO VALE POCO”