/ miércoles 8 de septiembre de 2021

Un México de oportunidades y no simulaciones para las mujeres indígenas

Luchadoras incansables que defienden sus derechos y exigen mejores condiciones de vida para ellas, sus familias y comunidades, así son las mujeres indígenas mexicanas, guerreras tenaces que luchan día a día ante las adversidades.

Desafortunadamente, los pueblos indígenas en nuestro país han sido objeto de marginación y discriminación y ni hablar de las condiciones de que viven las mujeres y niñas día a día.

Las mujeres indígenas en México no viven dignamente. Las mujeres indígenas en México viven en medio de la discriminación y de la violencia, que con la pandemia de COVID-19 se ha profundizado, desatando una crisis económica y de salud, en nuestro país y en el mundo.

Ante esta crisis, las mujeres indígenas han impulsado estrategias en sus comunidades para hacer frente a la pandemia. Se han adaptado y son ejemplo de la resiliencia que caracteriza a los pueblos originarios.

Mucho se dice que es tiempo de las mujeres, pues bien, es tiempo de impulsarlas, de brindarles apoyos reales y no simulaciones, ni ignorarlas o dejarlas de lado.

Como lo dije en Tribuna de la Cámara de Diputados: “la participación de las mujeres, incluidas las mujeres indígenas, es clave para un futuro próspero, equitativo, justo y sostenible”, no podemos bajar la guardia, debemos buscar su integración plena en procesos de toma de decisiones, de participación ciudadana, solo así podrán tener un mejor futuro.

Porque queremos un México en el que ser mujer indígena no signifique una vida de marginación, carencias y discriminación. Queremos un México en el que mujeres y niñas indígenas realicen sus sueños, logren sus metas y vivan plenamente, libres de la discriminación y violencia…

Por ellas y por las nuevas generaciones no nos detendremos, cambiaremos el rumbo para lograr un mejor país, de oportunidades y no de simulaciones.

Presidenta estatal del PAN.


Luchadoras incansables que defienden sus derechos y exigen mejores condiciones de vida para ellas, sus familias y comunidades, así son las mujeres indígenas mexicanas, guerreras tenaces que luchan día a día ante las adversidades.

Desafortunadamente, los pueblos indígenas en nuestro país han sido objeto de marginación y discriminación y ni hablar de las condiciones de que viven las mujeres y niñas día a día.

Las mujeres indígenas en México no viven dignamente. Las mujeres indígenas en México viven en medio de la discriminación y de la violencia, que con la pandemia de COVID-19 se ha profundizado, desatando una crisis económica y de salud, en nuestro país y en el mundo.

Ante esta crisis, las mujeres indígenas han impulsado estrategias en sus comunidades para hacer frente a la pandemia. Se han adaptado y son ejemplo de la resiliencia que caracteriza a los pueblos originarios.

Mucho se dice que es tiempo de las mujeres, pues bien, es tiempo de impulsarlas, de brindarles apoyos reales y no simulaciones, ni ignorarlas o dejarlas de lado.

Como lo dije en Tribuna de la Cámara de Diputados: “la participación de las mujeres, incluidas las mujeres indígenas, es clave para un futuro próspero, equitativo, justo y sostenible”, no podemos bajar la guardia, debemos buscar su integración plena en procesos de toma de decisiones, de participación ciudadana, solo así podrán tener un mejor futuro.

Porque queremos un México en el que ser mujer indígena no signifique una vida de marginación, carencias y discriminación. Queremos un México en el que mujeres y niñas indígenas realicen sus sueños, logren sus metas y vivan plenamente, libres de la discriminación y violencia…

Por ellas y por las nuevas generaciones no nos detendremos, cambiaremos el rumbo para lograr un mejor país, de oportunidades y no de simulaciones.

Presidenta estatal del PAN.