/ viernes 25 de septiembre de 2020

Una guerra sin cuartel

Los poblanos somos espectadores de primera fila del conflicto que existe entre el gobierno del estado y el ayuntamiento de Puebla.

No es la primera vez que vemos una relación conflictiva entre un gobernador y quien ocupa la oficina principal del Palacio Municipal, pero jamás había sido tan abierta y sin cuartel.

Ahora la disputa es frontal, con litigios en tribunales y disputando el poder en la capital.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta y Claudia Rivera Vivanco, ambos militan en Morena, han dicho públicamente que no mantienen una buena relación y lo demuestra con mucha frecuencia.

Como ejemplos, la siguiente batalla será por las obras en la 5 de Mayo y la 43 Oriente Poniente, que llevará a cabo el ayuntamiento. El gobierno, a través del Congreso, recibirá presiones para retirar la concesión del servicio de agua potable.

En el primer tema, la secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial advirtió esta semana que no ha recibido solicitud del gobierno de la capital para evaluar el impacto ambiental de las obras a realizarse en la 5 de Mayo y en la 43 Oriente-Poniente.

La secretaria Beatriz Manrique Guevara, quien no se manda sola, precisó que el ayuntamiento deberá cumplir con lineamientos técnicos y administrativos, antes de iniciar los trabajos referidos. En caso contrario, la dependencia podrá iniciar un proceso administrativo, estableciendo las sanciones correspondientes, para empezar la suspensión de las obras.

La autoridad municipal deberá presentar: formato-solicitud, estudio de impacto ambiental del proyecto, planos y anexos, pago de derechos y considerando que los trabajos serán en la Zona de Monumentos, deberá documentar la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Gerencia del Centro Histórico. La prensita Rivera ha dicho que eso le toca a la empresa constructora, que hasta ayer no había hecho nada.

La respuesta vino de inmediato, el miércoles el secretario de Gobernación municipal, René Sánchez Galindo declaró: “que no se distraigan (los diputados) en enfermarse y curarse en menos de una semana, en irse de vacaciones y que por favor atiendan el tema del agua”, al exigir que agilicen el proceso de desprivatización y remunicipalización, después de que el gobernador dijo que eso le toca al Congreso, aunque ayer declaró que es un asunto complejo que podría dejar sin abasto a la capital.

Además de apuntar contra los diputados de Morena, el mensaje es para Gabriel Biestro el hombre del gobernador en la Cámara.

“Cuando llegó la nueva administración estatal se entregó un reporte de las finanzas del Soapap y de los faltantes que tenía y además se han invertido decenas y decenas de millones de pesos en cubrir esos faltantes que la empresa privada no ha gastado y que se han dejado abandonados, el municipio sin tener el ingreso por el agua ha tenido el egreso”, explicó.

Para el municipio Agua de Puebla Para Todos no funciona a favor de los habitantes. Cobra altas tarifas, tiene cortes irregulares, falta servicio en colonias y nulo saneamiento de las aguas que se regresan a los ríos. El agua y su privatización será tema fundamental en el debate de las campañas de 2021.

La guerra está declarada y continuará. Hay que comprar palomitas.

De las anécdotas que se cuentan

Anécdotas hay miles para documentar los conflictos de los gobernadores poblanos con los presidentes municipales de la capital.

Cómo olvidar el pleito con sonrisas entre el gobernador Alfredo Toxqui y Miguel Quirós Pérez; los regaños continuos de Guillermo Jiménez Morales a Victoriano Álvarez; el trato de Mariano Piña Olaya a Guillermo Pacheco Pulido; o las formas en que desestabilizaba cotidianamente Manuel Bartlett a Rafael Cañedo y a Gabriel Hinojosa.

Melquiades Morales vio las suyas y se las hizo ver a Mario Marín y a Luis Eduardo Paredes; mientras, Mario Marín celebraba los obstáculos que les ponía casi todos los días a Enrique Doger y Blanca Alcalá, quienes tampoco se dejaban; de Rafael Moreno Valle se conocen los desplantes y hechos en contra de Eduardo Rivera.

Nada nuevo, asuntos de política en que los actores asumían sus roles y los ediles reconocían la fuerza y el poder del gobernador.

Hoy, el conflicto es abierto y sin límite de tiempo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Los poblanos somos espectadores de primera fila del conflicto que existe entre el gobierno del estado y el ayuntamiento de Puebla.

No es la primera vez que vemos una relación conflictiva entre un gobernador y quien ocupa la oficina principal del Palacio Municipal, pero jamás había sido tan abierta y sin cuartel.

Ahora la disputa es frontal, con litigios en tribunales y disputando el poder en la capital.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta y Claudia Rivera Vivanco, ambos militan en Morena, han dicho públicamente que no mantienen una buena relación y lo demuestra con mucha frecuencia.

Como ejemplos, la siguiente batalla será por las obras en la 5 de Mayo y la 43 Oriente Poniente, que llevará a cabo el ayuntamiento. El gobierno, a través del Congreso, recibirá presiones para retirar la concesión del servicio de agua potable.

En el primer tema, la secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial advirtió esta semana que no ha recibido solicitud del gobierno de la capital para evaluar el impacto ambiental de las obras a realizarse en la 5 de Mayo y en la 43 Oriente-Poniente.

La secretaria Beatriz Manrique Guevara, quien no se manda sola, precisó que el ayuntamiento deberá cumplir con lineamientos técnicos y administrativos, antes de iniciar los trabajos referidos. En caso contrario, la dependencia podrá iniciar un proceso administrativo, estableciendo las sanciones correspondientes, para empezar la suspensión de las obras.

La autoridad municipal deberá presentar: formato-solicitud, estudio de impacto ambiental del proyecto, planos y anexos, pago de derechos y considerando que los trabajos serán en la Zona de Monumentos, deberá documentar la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Gerencia del Centro Histórico. La prensita Rivera ha dicho que eso le toca a la empresa constructora, que hasta ayer no había hecho nada.

La respuesta vino de inmediato, el miércoles el secretario de Gobernación municipal, René Sánchez Galindo declaró: “que no se distraigan (los diputados) en enfermarse y curarse en menos de una semana, en irse de vacaciones y que por favor atiendan el tema del agua”, al exigir que agilicen el proceso de desprivatización y remunicipalización, después de que el gobernador dijo que eso le toca al Congreso, aunque ayer declaró que es un asunto complejo que podría dejar sin abasto a la capital.

Además de apuntar contra los diputados de Morena, el mensaje es para Gabriel Biestro el hombre del gobernador en la Cámara.

“Cuando llegó la nueva administración estatal se entregó un reporte de las finanzas del Soapap y de los faltantes que tenía y además se han invertido decenas y decenas de millones de pesos en cubrir esos faltantes que la empresa privada no ha gastado y que se han dejado abandonados, el municipio sin tener el ingreso por el agua ha tenido el egreso”, explicó.

Para el municipio Agua de Puebla Para Todos no funciona a favor de los habitantes. Cobra altas tarifas, tiene cortes irregulares, falta servicio en colonias y nulo saneamiento de las aguas que se regresan a los ríos. El agua y su privatización será tema fundamental en el debate de las campañas de 2021.

La guerra está declarada y continuará. Hay que comprar palomitas.

De las anécdotas que se cuentan

Anécdotas hay miles para documentar los conflictos de los gobernadores poblanos con los presidentes municipales de la capital.

Cómo olvidar el pleito con sonrisas entre el gobernador Alfredo Toxqui y Miguel Quirós Pérez; los regaños continuos de Guillermo Jiménez Morales a Victoriano Álvarez; el trato de Mariano Piña Olaya a Guillermo Pacheco Pulido; o las formas en que desestabilizaba cotidianamente Manuel Bartlett a Rafael Cañedo y a Gabriel Hinojosa.

Melquiades Morales vio las suyas y se las hizo ver a Mario Marín y a Luis Eduardo Paredes; mientras, Mario Marín celebraba los obstáculos que les ponía casi todos los días a Enrique Doger y Blanca Alcalá, quienes tampoco se dejaban; de Rafael Moreno Valle se conocen los desplantes y hechos en contra de Eduardo Rivera.

Nada nuevo, asuntos de política en que los actores asumían sus roles y los ediles reconocían la fuerza y el poder del gobernador.

Hoy, el conflicto es abierto y sin límite de tiempo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto