/ martes 23 de julio de 2019

Una pesadilla que está por terminar

“La corrupción es un fantasma que sigue deambulando por la Fiscalía General del Estado”, así lo afirma el abogado Pedro López Palacios, quien en pasados días publicó un desplegado en La Jornada de Oriente.

Una carta abierta alertando al presidente López Obrador y al gobernador electo, Miguel Barbosa; sobre las anomalías que se presentaron en la Fiscalía General del Estado tras liberar a la señora Érika Sayuri García Chávez, luego de haber sido señalada como cómplice de su esposo, Luis Rodrigo Arias, que se encuentra detenido desde hace meses por el delito de fraude.

Esta trama involucra directamente a Dulce María Silva Hernández, esposa de César Yañez, quien en su calidad de amiga de la acusada, y usando como supuesto salvoconducto su “amistad” con el presidente, le pidió como un favor personal al fiscal Gilberto Higuera Bernal, dejar en completa libertad a su amiga, cosa que, en efecto y con una prontitud inusitada, sucedió.

Sin embargo, existe otra pieza clave en el entramado de esta red de corrupción: se trata de María Luisa Castelán Monroy, que en su papel d MP fue quien pidió la libertad inmediata de Sayuri García Chávez.

El abogado López Palacios narra que, en cuanto se percató que se estaba incurriendo en una práctica bochornosa de influyentismo por parte de Dulce María Silva Hernández, la respuesta de Castelán Monroy fue escueta y tajante: “son instrucciones del fiscal Higuera”.

Ante este escenario es urgente encender focos rojos, ya que, según el abogado, se cuentan con todos los elementos para que la acusada sea dispuesta ante las autoridades por su participación en acciones de flagrante crimen organizado con su marido.

Cabe mencionar que este no es el primer asunto en el que la MP María Luisa Castelán Monroy se ve involucrada en temas de corrupción, como consta en este texto publicado en el diario Intolerancia, en el año 2011, en donde se exhibe a la MP por otro caso de influyentismo: “Desde el pasado 29 de octubre la Dirección General de Servidores Públicos, de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), inició investigaciones, dentro del expediente 311/2011/DGSP contra el encargado de despacho de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGDADAI), Manuel Santa María Sánchez, por acoso sexual en agravio de una de sus secretarias, a quien presuntamente molesta constantemente y amenaza con hacerle “daño laboral” si no accede a sus pretensiones. La queja está a punto de concluir y en este espacio no sólo les vamos a comentar el avance de las indagatorias, sino los detalles de la queja.

Ahora don Ardelio tiene una amiga incómoda

La susodicha se llama María Luisa Castelán Monroy, actualmente se encuentra adscrita al Juzgado de Primera Instancia de Zacatlán y recibió un memorándum de “observaciones” por parte de la Supervisión Técnica de la PGJ por tratar mal a quienes se encuentran bajo sus órdenes.

La servidora pública, en la zona oriente del estado ha ocupado cargos importantes, ya que fue coordinadora de Ministerios Públicos en Huauchinango, también estuvo a cargo de las oficinas del fuero común en Xicotepec y Zacatlán, y durante todo este tiempo ha presumido una amistad directa con don Ardelio Vargas Fosado, secretario de Seguridad Pública, lo que ha evitado que sea cambiada de zona, pese al mentado dicho de que es sano cambiar a los agentes del Ministerio Público de adscripción en forma constante.”

Personalmente le hice saber al actual fiscal amigo y socio de VICTOR CARRANCA, por conducto de las redes sociales, la serie de atropellos cometidos desde su oficina en contra de Agentes Ministeriales y de Agentes del Ministerio Público que integraron la Carpeta de investigación en contra de la amiga de la inefable sedicente amiga de Presidente de la República, Dulce Silva Hernández, lo que en un acto de escaqueo flagrante el enchufado del hoy litigante VICTOR CARRANCA B. me negó en un acto de autodefensa que por supuesto no creí ante las evidencias, de la intromisión en Puebla de la esposa de César Yañez a quien ya se le acabó el chollo y sus chiringuitos montados en plan facilitadora de tráfico de influencias.

Pese a las amenazas sicilianas de la pareja de la revista “HOLA”.

¡Lo digo sin acritud, pero lo digo!

“La corrupción es un fantasma que sigue deambulando por la Fiscalía General del Estado”, así lo afirma el abogado Pedro López Palacios, quien en pasados días publicó un desplegado en La Jornada de Oriente.

Una carta abierta alertando al presidente López Obrador y al gobernador electo, Miguel Barbosa; sobre las anomalías que se presentaron en la Fiscalía General del Estado tras liberar a la señora Érika Sayuri García Chávez, luego de haber sido señalada como cómplice de su esposo, Luis Rodrigo Arias, que se encuentra detenido desde hace meses por el delito de fraude.

Esta trama involucra directamente a Dulce María Silva Hernández, esposa de César Yañez, quien en su calidad de amiga de la acusada, y usando como supuesto salvoconducto su “amistad” con el presidente, le pidió como un favor personal al fiscal Gilberto Higuera Bernal, dejar en completa libertad a su amiga, cosa que, en efecto y con una prontitud inusitada, sucedió.

Sin embargo, existe otra pieza clave en el entramado de esta red de corrupción: se trata de María Luisa Castelán Monroy, que en su papel d MP fue quien pidió la libertad inmediata de Sayuri García Chávez.

El abogado López Palacios narra que, en cuanto se percató que se estaba incurriendo en una práctica bochornosa de influyentismo por parte de Dulce María Silva Hernández, la respuesta de Castelán Monroy fue escueta y tajante: “son instrucciones del fiscal Higuera”.

Ante este escenario es urgente encender focos rojos, ya que, según el abogado, se cuentan con todos los elementos para que la acusada sea dispuesta ante las autoridades por su participación en acciones de flagrante crimen organizado con su marido.

Cabe mencionar que este no es el primer asunto en el que la MP María Luisa Castelán Monroy se ve involucrada en temas de corrupción, como consta en este texto publicado en el diario Intolerancia, en el año 2011, en donde se exhibe a la MP por otro caso de influyentismo: “Desde el pasado 29 de octubre la Dirección General de Servidores Públicos, de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), inició investigaciones, dentro del expediente 311/2011/DGSP contra el encargado de despacho de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGDADAI), Manuel Santa María Sánchez, por acoso sexual en agravio de una de sus secretarias, a quien presuntamente molesta constantemente y amenaza con hacerle “daño laboral” si no accede a sus pretensiones. La queja está a punto de concluir y en este espacio no sólo les vamos a comentar el avance de las indagatorias, sino los detalles de la queja.

Ahora don Ardelio tiene una amiga incómoda

La susodicha se llama María Luisa Castelán Monroy, actualmente se encuentra adscrita al Juzgado de Primera Instancia de Zacatlán y recibió un memorándum de “observaciones” por parte de la Supervisión Técnica de la PGJ por tratar mal a quienes se encuentran bajo sus órdenes.

La servidora pública, en la zona oriente del estado ha ocupado cargos importantes, ya que fue coordinadora de Ministerios Públicos en Huauchinango, también estuvo a cargo de las oficinas del fuero común en Xicotepec y Zacatlán, y durante todo este tiempo ha presumido una amistad directa con don Ardelio Vargas Fosado, secretario de Seguridad Pública, lo que ha evitado que sea cambiada de zona, pese al mentado dicho de que es sano cambiar a los agentes del Ministerio Público de adscripción en forma constante.”

Personalmente le hice saber al actual fiscal amigo y socio de VICTOR CARRANCA, por conducto de las redes sociales, la serie de atropellos cometidos desde su oficina en contra de Agentes Ministeriales y de Agentes del Ministerio Público que integraron la Carpeta de investigación en contra de la amiga de la inefable sedicente amiga de Presidente de la República, Dulce Silva Hernández, lo que en un acto de escaqueo flagrante el enchufado del hoy litigante VICTOR CARRANCA B. me negó en un acto de autodefensa que por supuesto no creí ante las evidencias, de la intromisión en Puebla de la esposa de César Yañez a quien ya se le acabó el chollo y sus chiringuitos montados en plan facilitadora de tráfico de influencias.

Pese a las amenazas sicilianas de la pareja de la revista “HOLA”.

¡Lo digo sin acritud, pero lo digo!