/ jueves 15 de noviembre de 2018

Una valoración al sector Telecomm: reforma en telecomunicaciones

En las últimas semanas hemos hablado sobre los avances en temas que son responsabilidad de Telecomm, pero no como una forma de enaltecer lo logrado, sino para tener claro que, aunque hemos registrado avances, es más importante tener presentes los retos en el futuro inmediato a fin de continuar en el camino del progreso y el crecimiento.

En esta ocasión hablaremos de un tema más general, como lo es la reforma en telecomunicaciones, que fue el detonante de que el sector sea el que ha hecho más palpables los beneficios de una reforma constitucional.

En este 2018 se cumplen cuatro años de la reforma constitucional, misma que en su momento presentó una radiografía clara de nuestro país, señalando los contrastes del México de hoy. El sector comunicaciones antes de 2012 ocupaba un lugar rezagado en el concierto internacional al contar con pocos avances en infraestructura, implementación de tecnología lenta, inversión en bajos niveles y, lo más importante, una percepción endeble entre la población sobre los beneficios de la tecnología.

Por lo tanto, era necesario construir cimientos para establecer rutas claras, caminos cortos y accesibles a fin de que la población en general se beneficiara de la tecnología y la comunicación.

Es así como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como cabeza de sector, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y Telecomm avanzaron en ámbitos como inversión, implementación de infraestructura -como la Red Compartida y la Red Troncal, así como en la disposición de inmuebles para implementar infraestructura en todo el país.

También se avanzó en proveeduría satelital con los sistemas Bicentenario y Morelos 3 y con dos centros de control satelital, se dio prioridad a la inclusión digital para lograr la igualdad de oportunidades y se impulsó la red nacional de 32 centros comunitarios Red Punto México Conectado.

Con todo ello se ha buscado incentivar el acceso a mejores servicios, procurando una mejor cobertura entre la población e insertar a México en la era digital con los beneficios de las tecnologías de la información y el conocimiento.

Para muchos, hablar de estos temas implica centrarse en temas de tecnología y comunicación; debemos tener claro que estos temas no se limitan ahí. Tienen mucho que ver con los derechos básicos del ser humano. Con la tecnología se puede cumplir con el derecho a una mejor atención del ciudadano en cualquiera de los ramos de la salud, la educación o la atención social. Se puede garantizar de mejor manera el derecho a la información, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la conectividad. Son derechos básicos en el marco de un nuevo entorno social.

Es así que la reforma en telecomunicaciones, a sus casi cuatro años, ha cumplido al establecer los cimientos de lo que debe ser un camino largo de avances que beneficien a la mayor parte de la población sin el demérito de excluir a ninguna parte de la sociedad.


*Director general de Telecomm

En las últimas semanas hemos hablado sobre los avances en temas que son responsabilidad de Telecomm, pero no como una forma de enaltecer lo logrado, sino para tener claro que, aunque hemos registrado avances, es más importante tener presentes los retos en el futuro inmediato a fin de continuar en el camino del progreso y el crecimiento.

En esta ocasión hablaremos de un tema más general, como lo es la reforma en telecomunicaciones, que fue el detonante de que el sector sea el que ha hecho más palpables los beneficios de una reforma constitucional.

En este 2018 se cumplen cuatro años de la reforma constitucional, misma que en su momento presentó una radiografía clara de nuestro país, señalando los contrastes del México de hoy. El sector comunicaciones antes de 2012 ocupaba un lugar rezagado en el concierto internacional al contar con pocos avances en infraestructura, implementación de tecnología lenta, inversión en bajos niveles y, lo más importante, una percepción endeble entre la población sobre los beneficios de la tecnología.

Por lo tanto, era necesario construir cimientos para establecer rutas claras, caminos cortos y accesibles a fin de que la población en general se beneficiara de la tecnología y la comunicación.

Es así como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como cabeza de sector, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y Telecomm avanzaron en ámbitos como inversión, implementación de infraestructura -como la Red Compartida y la Red Troncal, así como en la disposición de inmuebles para implementar infraestructura en todo el país.

También se avanzó en proveeduría satelital con los sistemas Bicentenario y Morelos 3 y con dos centros de control satelital, se dio prioridad a la inclusión digital para lograr la igualdad de oportunidades y se impulsó la red nacional de 32 centros comunitarios Red Punto México Conectado.

Con todo ello se ha buscado incentivar el acceso a mejores servicios, procurando una mejor cobertura entre la población e insertar a México en la era digital con los beneficios de las tecnologías de la información y el conocimiento.

Para muchos, hablar de estos temas implica centrarse en temas de tecnología y comunicación; debemos tener claro que estos temas no se limitan ahí. Tienen mucho que ver con los derechos básicos del ser humano. Con la tecnología se puede cumplir con el derecho a una mejor atención del ciudadano en cualquiera de los ramos de la salud, la educación o la atención social. Se puede garantizar de mejor manera el derecho a la información, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la conectividad. Son derechos básicos en el marco de un nuevo entorno social.

Es así que la reforma en telecomunicaciones, a sus casi cuatro años, ha cumplido al establecer los cimientos de lo que debe ser un camino largo de avances que beneficien a la mayor parte de la población sin el demérito de excluir a ninguna parte de la sociedad.


*Director general de Telecomm