/ viernes 23 de febrero de 2018

Y ¿Lastiri? a´pa

Esta semana que termina, la última completa de febrero de 2018, dos hechos de corrupción sacuden a la clase política mexicana y confirman porque el tema es prioritario en la agenda política del país. Una secretaria de estado no priista, la ex perredista Rosario Robles, y la estela de corrupción a su paso por dos secretarias de Estado con un poblano como su gran operador político, Juan Carlos Lastiri, actualmente candidato a senador del PRI.

Por otro lado, la ingeniería financiera de la que acusan al panista Ricardo Anaya para recibir más de 54 millones de pesos el año pasado en la simulación de la compra venta de una bodega industrial.

Los temas queman y los candidatos presidenciales Meade y Anaya han tenido que hablar de las denuncias públicas y deslindarse por el daño que pueden generar a sus aspiraciones y en una clara lucha por el segundo lugar para llegar en junio a ser el contrincante contra el actual primer lugar, Andrés Manuel López Obrador.

El candidato presidencial del PRI señaló ayer que no le toca deslindar responsabilidades ante los hallazgos de presuntos desvíos realizados en Sedesol, durante la gestión de su antecesora Rosario Robles.
Entrevistado al salir del Club de Industriales, el exsecretario de Hacienda advirtió que será la Procuraduría General de la República la que determinará responsabilidades.
Meade reconoció que cuando tomó Sedesol encontró irregularidades, pero en el programa de adultos mayores. Comentó que él mismo hizo las denuncias para que se sancionara a 460 funcionarios involucrados en el caso.
El miércoles la vocería de la campaña de Meade declaró que durante su gestión, el candidato no firmó ninguno de los contratos que son investigados por la Auditoría Superior de la Federación.
Esta semana, el órgano fiscalizador detectó un desvío de más de 2 mil millones de pesos en la secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano cuando fueron encabezadas por Robles, precisamente en ambas dependencias mantuvo cercanía y fuertes relaciones políticas con el poblano Lastiri que en sus aspiraciones de ser candidato a gobernador utilizó millonarios recursos económicos, de los que nunca explicó su origen.
Hay empresas fantasma y operaciones para dispersar los recursos en monedas extranjeras y en instituciones bancarias.

Por otra parte, un juez federal prohibió a la PGR ejercer acción penal contra el empresario inmobiliario Manuel Barreiro Castañeda. señalado esta semana por instrumentar una operación de lavado de dinero para favorecer a Ricardo Anaya, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente.
Patricio Vargas Alarcón, Juez Décimo de Distrito de Amparo Penal, concedió una suspensión provisional a Barreiro y otras personas, sin que la suspensión impida a los fiscales seguir con la indagatoria.
El miércoles, la PGR confirmó que desde el 26 de octubre de 2017 recibió una denuncia por este caso y que ha realizado varias diligencias, entre ellas cateos, testimonios y una alerta migratoria que según varios medios está dirigida contra Barreiro. Anaya ha negado estar involucrado en la operación señalada y acusa al PRI y al gobierno federal de instrumentar una campaña mediática en su contra.

Serán peras o manzanas, pero hay una investigación de la General de la República que lo involucra y puede descarrilar sus aspiraciones y su campaña por la Presidencia de la República.

La corrupción está necrosando la vida política del país y sus consecuencias son aún incalculables y algo tendrá que suceder, México no aguanta más los excesos y delitos de la clase que lo gobierna. ¡Ya basta!

De las anécdotas

que se cuentan

En la década de los setenta del siglo pasado, el priista Gonzalo Bautista O´farril daba clases de deshonestidad política cuando comentaba a sus cercanos que, en el poder, cuando llegan a posiciones, por ejemplo, de gobernador los políticos se bañan.

El agua y las burbujas son la corrupción.

Ante la mirada sorprendida de su interlocutor, lo consolaba:

-Es tanto lo que llega, que nos toca salpicar- y reía burlonamente.

¿Robles salpicó a Lastiri?

Es pregunta en casa de jabonero.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto



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Esta semana que termina, la última completa de febrero de 2018, dos hechos de corrupción sacuden a la clase política mexicana y confirman porque el tema es prioritario en la agenda política del país. Una secretaria de estado no priista, la ex perredista Rosario Robles, y la estela de corrupción a su paso por dos secretarias de Estado con un poblano como su gran operador político, Juan Carlos Lastiri, actualmente candidato a senador del PRI.

Por otro lado, la ingeniería financiera de la que acusan al panista Ricardo Anaya para recibir más de 54 millones de pesos el año pasado en la simulación de la compra venta de una bodega industrial.

Los temas queman y los candidatos presidenciales Meade y Anaya han tenido que hablar de las denuncias públicas y deslindarse por el daño que pueden generar a sus aspiraciones y en una clara lucha por el segundo lugar para llegar en junio a ser el contrincante contra el actual primer lugar, Andrés Manuel López Obrador.

El candidato presidencial del PRI señaló ayer que no le toca deslindar responsabilidades ante los hallazgos de presuntos desvíos realizados en Sedesol, durante la gestión de su antecesora Rosario Robles.
Entrevistado al salir del Club de Industriales, el exsecretario de Hacienda advirtió que será la Procuraduría General de la República la que determinará responsabilidades.
Meade reconoció que cuando tomó Sedesol encontró irregularidades, pero en el programa de adultos mayores. Comentó que él mismo hizo las denuncias para que se sancionara a 460 funcionarios involucrados en el caso.
El miércoles la vocería de la campaña de Meade declaró que durante su gestión, el candidato no firmó ninguno de los contratos que son investigados por la Auditoría Superior de la Federación.
Esta semana, el órgano fiscalizador detectó un desvío de más de 2 mil millones de pesos en la secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano cuando fueron encabezadas por Robles, precisamente en ambas dependencias mantuvo cercanía y fuertes relaciones políticas con el poblano Lastiri que en sus aspiraciones de ser candidato a gobernador utilizó millonarios recursos económicos, de los que nunca explicó su origen.
Hay empresas fantasma y operaciones para dispersar los recursos en monedas extranjeras y en instituciones bancarias.

Por otra parte, un juez federal prohibió a la PGR ejercer acción penal contra el empresario inmobiliario Manuel Barreiro Castañeda. señalado esta semana por instrumentar una operación de lavado de dinero para favorecer a Ricardo Anaya, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente.
Patricio Vargas Alarcón, Juez Décimo de Distrito de Amparo Penal, concedió una suspensión provisional a Barreiro y otras personas, sin que la suspensión impida a los fiscales seguir con la indagatoria.
El miércoles, la PGR confirmó que desde el 26 de octubre de 2017 recibió una denuncia por este caso y que ha realizado varias diligencias, entre ellas cateos, testimonios y una alerta migratoria que según varios medios está dirigida contra Barreiro. Anaya ha negado estar involucrado en la operación señalada y acusa al PRI y al gobierno federal de instrumentar una campaña mediática en su contra.

Serán peras o manzanas, pero hay una investigación de la General de la República que lo involucra y puede descarrilar sus aspiraciones y su campaña por la Presidencia de la República.

La corrupción está necrosando la vida política del país y sus consecuencias son aún incalculables y algo tendrá que suceder, México no aguanta más los excesos y delitos de la clase que lo gobierna. ¡Ya basta!

De las anécdotas

que se cuentan

En la década de los setenta del siglo pasado, el priista Gonzalo Bautista O´farril daba clases de deshonestidad política cuando comentaba a sus cercanos que, en el poder, cuando llegan a posiciones, por ejemplo, de gobernador los políticos se bañan.

El agua y las burbujas son la corrupción.

Ante la mirada sorprendida de su interlocutor, lo consolaba:

-Es tanto lo que llega, que nos toca salpicar- y reía burlonamente.

¿Robles salpicó a Lastiri?

Es pregunta en casa de jabonero.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

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