/ jueves 29 de agosto de 2019

¿Y los fieles regidores de Claudia Rivera?

Al interior del Ayuntamiento de Puebla está clara la división que existen entre regidores y en sesiones de cabildo han puesto en aprietos los dictámenes del gobierno de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco.

Existen tres grupos perfectamente marcados y dos juegan sus cartas de acuerdo a sus intereses y visión de lo que debe realizar la actual administración, sujeta a constante bombardeo sobre la percepción de la falta de resultados.

De un lado está la oposición natural encabezada por los cinco regidores de la coalición Por Puebla al Frente -PAN-PRD-MC-, más la representante del PRI vía Silvia Tanús.

El segundo grupo se autodenomina G5, ligado al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta. Curiosamente se trata de cinco elementos que forman parte de Morena, mismo partido político del cual proviene Claudia Rivera Vivanco.

Los morenistas Marta Ornelas, Rosa Márquez, Roberto Esponda, Edson Cortés y Eduardo Covián, se han dedicado a “destacar” lo que consideran desaciertos de la administración municipal.

En cabildo realizan observaciones y junto con sus pares de la oposición, han coincidido en casi dar un “cabildazo” como fue en la reciente sesión de cabildo durante la votación registrada sobre del estado de actividades financieras del mes de julio.

Incluso este grupo, cada lunes por la mañana ofrece una conferencia de prensa a efecto de citar errores como presuntos actos de corrupción por parte de inspectores de Normatividad y Regulación Comercial contra el comercio establecido.

En otras palabras, marcan agenda de acuerdo a sus intereses. No se les puede criticar porque finalmente en la democracia caben todas las expresiones.

Sin embargo, viene la siguiente pregunta… ¿y los regidores que son fieles al proyecto de Claudia Rivera?

Los 11 regidores supuestamente afines al proyecto municipal están “dormidos”, sin establecer una estrategia de contraataque que permita resaltar lo hecho hasta el momento.

Patricia Montaño, Ana Laura Martínez, Carmen María Palma, Cinthya Juárez, Iván Herrera y Jorge Iván Camacho, son incondicionales de la presidenta municipal y en un segundo nivel se pueden ubicar a Justino Espidio, Ángel Rivera y María Isabel Cortés, así como a José Luis González y Libertad Aguirre, aunque estos dos últimos han llegado a coquetear con el G5.

¿Acaso no hay nada que informar?

No están coordinados ni tienen iniciativa de establecer una agenda que resalte la llamada Cuarta Transformación.

A su alcance tienen la estructura de comunicación social de regidores y del mismo ayuntamiento para trabajar temas y darlos a conocer, pero todo indica que no existe un líder capaz de tomar la iniciativa o alguien que les diga qué hacer.

Están enfocados de manera individual en exponer en redes sociales sus visitas a colonias, juntas auxiliares e inspectorías.

Pecan de inexpertos, sin comprender que la imagen del Ayuntamiento de Puebla también es competencia suya y no solamente de la presidenta municipal y de los integrantes de su gabinete.

Mientras tanto, los otros dos grupos de regidores lucen contentos por lograr, por el momento, sus objetivos.

¿Habrá capacidad de respuesta de los afines a Claudia Rivera?

Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Al interior del Ayuntamiento de Puebla está clara la división que existen entre regidores y en sesiones de cabildo han puesto en aprietos los dictámenes del gobierno de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco.

Existen tres grupos perfectamente marcados y dos juegan sus cartas de acuerdo a sus intereses y visión de lo que debe realizar la actual administración, sujeta a constante bombardeo sobre la percepción de la falta de resultados.

De un lado está la oposición natural encabezada por los cinco regidores de la coalición Por Puebla al Frente -PAN-PRD-MC-, más la representante del PRI vía Silvia Tanús.

El segundo grupo se autodenomina G5, ligado al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta. Curiosamente se trata de cinco elementos que forman parte de Morena, mismo partido político del cual proviene Claudia Rivera Vivanco.

Los morenistas Marta Ornelas, Rosa Márquez, Roberto Esponda, Edson Cortés y Eduardo Covián, se han dedicado a “destacar” lo que consideran desaciertos de la administración municipal.

En cabildo realizan observaciones y junto con sus pares de la oposición, han coincidido en casi dar un “cabildazo” como fue en la reciente sesión de cabildo durante la votación registrada sobre del estado de actividades financieras del mes de julio.

Incluso este grupo, cada lunes por la mañana ofrece una conferencia de prensa a efecto de citar errores como presuntos actos de corrupción por parte de inspectores de Normatividad y Regulación Comercial contra el comercio establecido.

En otras palabras, marcan agenda de acuerdo a sus intereses. No se les puede criticar porque finalmente en la democracia caben todas las expresiones.

Sin embargo, viene la siguiente pregunta… ¿y los regidores que son fieles al proyecto de Claudia Rivera?

Los 11 regidores supuestamente afines al proyecto municipal están “dormidos”, sin establecer una estrategia de contraataque que permita resaltar lo hecho hasta el momento.

Patricia Montaño, Ana Laura Martínez, Carmen María Palma, Cinthya Juárez, Iván Herrera y Jorge Iván Camacho, son incondicionales de la presidenta municipal y en un segundo nivel se pueden ubicar a Justino Espidio, Ángel Rivera y María Isabel Cortés, así como a José Luis González y Libertad Aguirre, aunque estos dos últimos han llegado a coquetear con el G5.

¿Acaso no hay nada que informar?

No están coordinados ni tienen iniciativa de establecer una agenda que resalte la llamada Cuarta Transformación.

A su alcance tienen la estructura de comunicación social de regidores y del mismo ayuntamiento para trabajar temas y darlos a conocer, pero todo indica que no existe un líder capaz de tomar la iniciativa o alguien que les diga qué hacer.

Están enfocados de manera individual en exponer en redes sociales sus visitas a colonias, juntas auxiliares e inspectorías.

Pecan de inexpertos, sin comprender que la imagen del Ayuntamiento de Puebla también es competencia suya y no solamente de la presidenta municipal y de los integrantes de su gabinete.

Mientras tanto, los otros dos grupos de regidores lucen contentos por lograr, por el momento, sus objetivos.

¿Habrá capacidad de respuesta de los afines a Claudia Rivera?

Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc