/ sábado 11 de septiembre de 2021

¿Ya perdonó EU los ataques del 9/11?

Hace exactamente dos décadas que el mundo occidental se aterraba al ver las acciones terroristas mediante el secuestro de 4 aviones, la visión de muchas cosas, vigentes hasta ese momento, cambió radicalmente; no obstante, la retirada norteamericana reciente de Afganistán parece indicar una especie de olvido ese magnánimo atentado.

Hacer una calificación ética del terrorismo es algo complejo porque todo depende del lado en que se vea, depende para el bando para quién se trabaje y quién gane la contienda, como fue el caso de la Guerra Fría, en donde diversos hombres realizaron esencialmente las mismas conductas, pero teniendo un destino diferente, tal es el caso de Luis Posada Carriles y Carlos “el Chacal”, el primero terminó sus días viendo las olas de Miami porque trabajó para EU; mientras que el segundo acabará sus días en una prisión francesa por ser partidario de la causa palestina.

Igualmente pudieron ser considerados terroristas algunos insurgentes que hoy son héroes, pero hoy analizaremos el caso de hace 20 años.

Es cierto que los norteamericanos establecieron una gran hegemonía al término de la Segunda Guerra Mundial, como nunca se había visto y quizá no se verá, pero esta empezó a declinarse desde hace décadas, entre otras cosas, por el descontento que hay en diversos países por negarse a aceptar la versión actual de lo que fue la “pax romana”, o sea una “pax americana”.

Indudablemente han existido acciones violentas por parte de Washington, recordemos las tantas intervenciones hacia otros países, como la culminada el 13 de septiembre de 1847 en el castillo de Chapultepec; o el golpe de estado realizado también un día como hoy, pero de 1973. Todo esto ha creado una animadversión que no puede ser manifestada de forma directa, es decir, mediante el triunfo de una guerra declarada. Debido a esto se crean estos ataques terroristas que evidentemente son algo cobarde y reprochable, ya que muere gente que no tiene la culpa de las acciones de su gobierno y eso debería ser imperdonable, no obstante, recordemos que las dos cosas que más han movido al mundo son la guerra y el comercio y por eso se vuelven una gran prioridad.

Después de los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono cambiaron muchas cosas, los estadounidenses se sintieron vulnerables en su propio suelo y la concepción de seguridad cambió drásticamente, es más, recordemos cómo se tenía que viajar en los aviones, sin equipaje de mano y en una bolsita de plástico solo el pasaporte, en el caso del aeropuerto Benito Juárez, había personal norteamericano que supervisaba a los pasajeros y sus pertenencias. Esto además del mal estereotipo que se le creo a una persona por el solo hecho de ser musulmán y un miedo que desembocó en un cambio de políticas.

Esos hechos le dieron una justificación a occidente para poder ir a una segunda guerra con Iraq, en donde nunca encontraron las armas de destrucción masiva que decían estaban ahí; igualmente se lanzaron sobre Afganistán, territorio donde El Talibán, Estado Islámico y Al Qaeda han tenido soporte, recordando que esta última organización se adjudicó los ataques del 9/11.

Después de años de ocupación y el control sobre el petróleo de la región, Estados Unidos se fue de Iraq y ahora de Afganistán, dejando una situación caótica, recordando que ambos países fueron apoyados por los propios estadounidenses en la guerra contra Irán y la ex Unión Soviética, recordando el aforismo “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, el cual aplica muy bien para algunos de los otrora aliados de las Barras y las Estrellas.

Después de 20 años, en la llamada zona cero, ahora existe un memorial dedicado a las víctimas y la torre más alta de la Unión Americana, Nueva York sigue con su muy intensa vida y hasta la amenaza del covid ha resultado más importante que recordar a quienes murieron ese día. Parece que Washington llegó a un arreglo con el grupo talibán y hasta dejaron muchos aparatos militares y armas que ya están al servicio de los extremistas, haciendo del atentado algo ya lejano, esto se refuerza por el poco interés que tienen las generaciones actuales en la historia, lo cual es muy peligroso y fomenta a nuevos personajes que lucen atractivos, pero cuyo perfil coincide con el de los grandes dictadores, por ejemplo, Trump y algunos otros latinoamericanos; además de algunos institutos políticos como el partido español Vox, el cual recoge los ideales de un fascismo que nunca debe volver, pero que para muchos resulta positivo.

Los fundamentalismos, nacionalismos y fervores religiosos son la fuente más grande de violencia y muerte, desgraciadamente en este mundo tan diverso han cobrado fuerza debido a la ignorancia y la falta de tolerancia, es más, en nuestro país vivimos a diario una división llena de rencor que no nos lleva a nada. Recordemos que la principal causa de la pérdida de la mitad del territorio en 1847 fue la división de los mexicanos.

No me queda más que desear que no mueran inocentes, pero las políticas de los diversos países, la ignorancia y los fundamentalismos lamentablemente cobrarán muchas víctimas de algún modo y no se ve cómo detener esto, personalmente manifiesto mi respeto y mi recuerdo a aquellos ciudadanos que murieron hace 2 décadas. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Hace exactamente dos décadas que el mundo occidental se aterraba al ver las acciones terroristas mediante el secuestro de 4 aviones, la visión de muchas cosas, vigentes hasta ese momento, cambió radicalmente; no obstante, la retirada norteamericana reciente de Afganistán parece indicar una especie de olvido ese magnánimo atentado.

Hacer una calificación ética del terrorismo es algo complejo porque todo depende del lado en que se vea, depende para el bando para quién se trabaje y quién gane la contienda, como fue el caso de la Guerra Fría, en donde diversos hombres realizaron esencialmente las mismas conductas, pero teniendo un destino diferente, tal es el caso de Luis Posada Carriles y Carlos “el Chacal”, el primero terminó sus días viendo las olas de Miami porque trabajó para EU; mientras que el segundo acabará sus días en una prisión francesa por ser partidario de la causa palestina.

Igualmente pudieron ser considerados terroristas algunos insurgentes que hoy son héroes, pero hoy analizaremos el caso de hace 20 años.

Es cierto que los norteamericanos establecieron una gran hegemonía al término de la Segunda Guerra Mundial, como nunca se había visto y quizá no se verá, pero esta empezó a declinarse desde hace décadas, entre otras cosas, por el descontento que hay en diversos países por negarse a aceptar la versión actual de lo que fue la “pax romana”, o sea una “pax americana”.

Indudablemente han existido acciones violentas por parte de Washington, recordemos las tantas intervenciones hacia otros países, como la culminada el 13 de septiembre de 1847 en el castillo de Chapultepec; o el golpe de estado realizado también un día como hoy, pero de 1973. Todo esto ha creado una animadversión que no puede ser manifestada de forma directa, es decir, mediante el triunfo de una guerra declarada. Debido a esto se crean estos ataques terroristas que evidentemente son algo cobarde y reprochable, ya que muere gente que no tiene la culpa de las acciones de su gobierno y eso debería ser imperdonable, no obstante, recordemos que las dos cosas que más han movido al mundo son la guerra y el comercio y por eso se vuelven una gran prioridad.

Después de los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono cambiaron muchas cosas, los estadounidenses se sintieron vulnerables en su propio suelo y la concepción de seguridad cambió drásticamente, es más, recordemos cómo se tenía que viajar en los aviones, sin equipaje de mano y en una bolsita de plástico solo el pasaporte, en el caso del aeropuerto Benito Juárez, había personal norteamericano que supervisaba a los pasajeros y sus pertenencias. Esto además del mal estereotipo que se le creo a una persona por el solo hecho de ser musulmán y un miedo que desembocó en un cambio de políticas.

Esos hechos le dieron una justificación a occidente para poder ir a una segunda guerra con Iraq, en donde nunca encontraron las armas de destrucción masiva que decían estaban ahí; igualmente se lanzaron sobre Afganistán, territorio donde El Talibán, Estado Islámico y Al Qaeda han tenido soporte, recordando que esta última organización se adjudicó los ataques del 9/11.

Después de años de ocupación y el control sobre el petróleo de la región, Estados Unidos se fue de Iraq y ahora de Afganistán, dejando una situación caótica, recordando que ambos países fueron apoyados por los propios estadounidenses en la guerra contra Irán y la ex Unión Soviética, recordando el aforismo “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, el cual aplica muy bien para algunos de los otrora aliados de las Barras y las Estrellas.

Después de 20 años, en la llamada zona cero, ahora existe un memorial dedicado a las víctimas y la torre más alta de la Unión Americana, Nueva York sigue con su muy intensa vida y hasta la amenaza del covid ha resultado más importante que recordar a quienes murieron ese día. Parece que Washington llegó a un arreglo con el grupo talibán y hasta dejaron muchos aparatos militares y armas que ya están al servicio de los extremistas, haciendo del atentado algo ya lejano, esto se refuerza por el poco interés que tienen las generaciones actuales en la historia, lo cual es muy peligroso y fomenta a nuevos personajes que lucen atractivos, pero cuyo perfil coincide con el de los grandes dictadores, por ejemplo, Trump y algunos otros latinoamericanos; además de algunos institutos políticos como el partido español Vox, el cual recoge los ideales de un fascismo que nunca debe volver, pero que para muchos resulta positivo.

Los fundamentalismos, nacionalismos y fervores religiosos son la fuente más grande de violencia y muerte, desgraciadamente en este mundo tan diverso han cobrado fuerza debido a la ignorancia y la falta de tolerancia, es más, en nuestro país vivimos a diario una división llena de rencor que no nos lleva a nada. Recordemos que la principal causa de la pérdida de la mitad del territorio en 1847 fue la división de los mexicanos.

No me queda más que desear que no mueran inocentes, pero las políticas de los diversos países, la ignorancia y los fundamentalismos lamentablemente cobrarán muchas víctimas de algún modo y no se ve cómo detener esto, personalmente manifiesto mi respeto y mi recuerdo a aquellos ciudadanos que murieron hace 2 décadas. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.