Existen alimentos que consumimos a diario que, sin darnos cuenta, pueden provocar un deterioro en nuestra salud al inducir a una acumulación excesiva de grasa en nuestro organismo. En la composición de estos comestibles podemos encontrar grasas, hidratos de carbono y azúcares refinados que contribuyen a aumentar la grasa corporal de manera notable y por ello es mejor evitarlos.
Ángeles Santillana Martín, nutrióloga coach, especialista en nutrición y ciencias de los alimentos de clínica MAYE, Mente, Alimentación y Estética en Zavaleta, nos dice cuáles alimentos son los que provocan mayor acumulación de grasa, pero advierte que debemos ser cuidadosos con las porciones que consumimos de todos en general, porque todo aquello que ingerimos en exceso acabará acumulado en forma de grasa en nuestro cuerpo.
BEBIDAS AZUCARADAS. Refrescos, cafés (capuchino, moka), malteadas, atole y “jugos” que contienen una mínima parte de fruta y en su mayoría son azúcar con agua, saborizantes y colorantes artificiales. El tema está en que realmente no contamos las bebidas como parte de la alimentación, por lo tanto, a la hora de saber cuánta energía consumimos diariamente, las bebidas quedan fuera de nuestro conteo. Los mexicanos consumimos aproximadamente 250 a 300 Kcal diarias en bebidas. Si ingerimos estas calorías extra a diario, corremos el peligro de aumentar de 9 a 13 Kg en un año.
GRASAS. Crema, manteca, mantequilla, productos lácteos hechos a base de leche entera, mayonesa, chorizo y también nos referimos a nueces, almendras, cacahuates, aguacate, ghee, entre otras. Si bien los primeros son grasas saturadas y nos hacen tener mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, el segundo grupo también son lípidos y por lo tanto su contenido energético es muy alto. Las grasas nos aportan 9 Kcal/gr, en comparación con las proteínas que nos aportan: 4 Kcal/gr.
ALCOHOL. El alcohol (destilados, vino, cerveza) se metaboliza como grasa en nuestro cuerpo, aporta entre 7 u 8 Kcal/gr. El alcohol solo nos aporta energía, por lo cual, si esa energía no es utilizada inmediatamente el cuerpo guardará ese sobrante de energía en forma de grasa. Todo tipo de alcohol aporta energía, realmente es un mito la creencia de que el whiskey no aporta calorías. Triste, pero cierto.
COMIDA RÁPIDA. La comida rápida está hecha básicamente de grasa, azúcar refinada y harina refinada, con alto contenido en sodio, por lo tanto su aporte de energía a nuestra dieta es muy alto. No hay manera de consumir cotidianamente este tipo de comida sin almacenar grasa en nuestro cuerpo. Por mucha actividad física que tengamos, siempre habrá un excedente de calorías que tendrá que ser almacenado en nuestro tejido adiposo (grasa corporal).
POSTRES. El mayor componente de cualquier postre es el azúcar. Los postres aportan un gran contenido energético (calorías) en porciones muy pequeñas. Y lo peor es que los consumimos normalmente después de una comida copiosa acompañados de algún “digestivo”, que también incluirá alcohol y azúcar. Así, nuestro postre se convierte en una bomba de calorías que tarde o temprano llegarán a nuestro tejido adiposo (grasa corporal).