Hoy en día, más aún con la pandemia que nos ha obligado a permanecer en casa, la mayoría de nosotros hacemos un uso excesivo de toda clase de dispositivos electrónicos. Ya sea por el trabajo, escuela o simplemente por diversión, pasamos horas “pegados” a la pantalla de la computadora, el celular o la tableta y esto puede ocasionar algunos problemas en los ojos.
Para conocer más acerca de las afectaciones que podemos sufrir y cómo evitarlas entrevistamos a María Isabel Lorencez Villa, médica especialista en oftalmología con alta especialidad en órbita oculoplástica y vías lagrimales, que actualmente atiende en su propio consultorio ubicado en San Martín Texmelucan, además de laborar en el Instituto Oftalmológico Novavisión.
La entrevistada comenta que, respecto a los daños causados por este incremento en el uso de los dispositivos, se han hecho muchos estudios que se pueden englobar en dos vertientes: la fatiga ocular, también llamada cansancio visual y la luz azul que poseen las pantallas. Hoy nos enfocaremos en la primera parte y la próxima semana hablaremos de la famosa luz azul.
LA FATIGA OCULAR
Esta es una enfermedad frecuente que se produce cuando los ojos se cansan debido al uso intenso que se les da, por ejemplo, al manejar durante grandes distancias o mirar las pantallas de la computadora o celular, aunque es necesario aclarar que no se debe en sí a utilizar estos instrumentos, sino al mal uso que nosotros les damos, principalmente en cuanto al tiempo que pasamos en esta actividad, asegura Lorencez.
Añade que, en términos generales, afecta a todas las edades, niños, adultos, universitarios. Esto es porque los usamos durante muchas horas y sus síntomas son: visión borrosa, dolor de cabeza y resequedad ocular que lleva al ardor, lagrimeo, dolor o comezón.
“Lo que pasa es que lo sientes seco y te llora, por un efecto como de mecanismo de defensa, entonces parpadeamos o lo cerramos para tratar de que se lubrique, porque cuando estamos atentos a la computadora no tenemos un parpadeo normal, lo que ocasiona que el ojo se reseque y puedes llegar hasta a tenerlo rojo”, explica.
Al preguntarle si este uso excesivo puede llegar a producir miopía la especialista responde que esta ya existe en los pacientes que tienen el factor hereditario, pero sí se ha visto que ha aumentado la cantidad de personas con esta condición porque no se lleva a cabo un proceso que realiza el ojo que se llama “acomodación”.
Este, para entenderlo en términos coloquiales, podemos compararlo con el “zoom” o acercamiento que hacen las cámaras fotográficas: para ver de lejos y de cerca, unas fibras del cristalino que se llaman zónulas se hacen como una liga, se estiran y relajan.
Cuando trabajamos en la computadora permanecemos siempre a una misma distancia, que debe ser de aproximadamente 25 pulgadas (60 centímetros) y si no quitamos la vista de la pantalla durante horas no hacemos esa relajación y acomodación; como consecuencia, al no hacer los cambios naturales en la distancia a la que miramos, hacemos “perezoso” al músculo y por eso surge la miopía, asegura.
LOS CONSEJOS
En caso de no poder disminuir el tiempo de uso continuo de los dispositivos, lo cual sería lo ideal, la especialista nos da los consejos que debemos seguir para evitar el cansancio visual:
1. Parpadear. En situaciones normales una persona parpadea alrededor de 15 veces por minuto, pero cuando estamos en la computadora esto se reduce a 5 o 7 ocasiones. El parpadeo es la manera de darle al ojo la humedad que requiere y al tenerlo abierto por tanto tiempo, pasa como cuando el limpiaparabrisas de un coche trabaja en seco. Se produce resequedad en la superficie de la córnea, que es la primera capa que tenemos; es como tener a un pez sin agua o un auto sin aceite.
2. Usar gotitas lubricantes. Aunque podría ser suficiente con el parpadeo, esto depende mucho también del ambiente en el que estés: a veces hay mucha humedad, en las oficinas en ocasiones pega el sol, o tienes el ventilador puesto que te da directo a los ojos; si no puedes cambiar estas condiciones, entonces debes colocarte gotas, las que quieras, pero que sean lágrimas artificiales. Comenta que la hay con o sin conservadores, pero recomienda usar las que no los contengan, porque se toleran mejor, para que no ardan. Tampoco deben tener nada de ingredientes para el ojo rojo: nafasolina, solutina, ningún vasoconstrictor.
3. La regla 20-20-20. Esto es algo que se ha dicho toda la vida: cada 20 minutos debes descansar 20 segundos viendo a 20 pies (que equivalen a más o menos 6 metros). Quiere decir que cada determinado tiempo veas a lo lejos para ejercitar tu ojo, para que haga acomodación. Algunos dicen que puedes cerrarlos, expresa, pero entonces no haces que trabajen tus ojos y añade que sería maravilloso para los estudiantes, por ejemplo, alternar la lectura entre un libro electrónico y uno impreso y también ver de repente hacia la ventana.
4. Utilizar anteojos. A este respecto hay controversia, porque como recordarán existen unos paquetes especiales que venden con lentes para la computadora, unos de color amarillo, marrón o naranja, y últimamente unos que dicen que te protegen contra la luz azul, pero asegura que todo eso es totalmente mercadotecnia y publicidad.
“Es diferente si necesitas lentes, ahí sí (...); casi todos tenemos un 0.25 o 0.50, la graduación mínima. Vale la pena usar anteojos con tu graduación recetada por el oftalmólogo, con tratamiento antirreflejante, filtro UV, pero no los de filtro azul comercial, que si ya lo tienes no te hacen daño, pero crees que tienes una protección y no es así”, asegura.
5. No usar lentes de contacto. El hecho de usarlos siempre de por sí provoca que se sequen más los ojos y deben estarse aplicando gotas lubricantes; por eso se recomienda mucho más no utilizarlos, sobre todo si vas a estar por tiempos prolongados con tus dispositivos. En ese caso se recomiendan los anteojos oftálmicos de armazón, con antirreflejante.
Ahora que, si no quieres dejarlos, entonces debes aplicar las gotitas lubricantes con más frecuencia y con toda la higiene: lavarte las manos, porque las computadoras son muy sucias, limpiar tu ordenador, no tocarte la cara y mucho menos los ojos, para evitar infecciones.
6. Ajustar el brillo y contraste. Esto debes hacerlo porque si la pantalla brilla más que lo que tienes alrededor, te esfuerzas más para poder ver, porque tienes todo el brillo enfrente. Debes tener un mayor nivel de brillo en la luz que existe en tu ambiente, es decir, que brille más lo de afuera, pero tampoco debes tener un reflejo de luz que te dé directo en la pantalla, o en los ojos, debes buscar el acomodo de tu computadora.
Además, debes evitar destellos; hay dispositivos que tienen un filtro mate para reducirlos y María Isabel afirma que eso sí ayuda. Agrega que es mejor trabajar de día para evitar forzar de más tu vista al enfocar y en personas alrededor de los 40 o 45 años aumenta el desgaste y se presenta más rápido la presbicia o vista cansada.
7. La posición: el monitor debe situarse a 25 pulgadas (63 cm), además sentarte bien, no todo chueco, usar sillas ergonómicas; algo muy importante es que tu mirada esté a la altura del borde de la pantalla, de tal manera que dirijas los ojos hacia abajo, así los párpados bajan y protegen la córnea; si miras hacia arriba, se reseca más. Los niños a veces quedan sentados muy abajo, con la mirada para arriba, lo que causa resequedad en sus ojitos. El ángulo de la vista hacia abajo debe ser de 5 a 15 grados.
8. Acudir al médico. Si empiezas con mucha molestia, irritación, ardor, lagrimeo excesivo, irritabilidad, secreción, entonces debes consultar a tu médico para evitar problemas.
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