Uno de los aspectos que me parece fundamental para vestirnos bien y sentirnos mejor es el autoconocimiento. Estar conscientes de que cada persona es diferente es básico, porque esto nos lleva a entender y a aceptar que cada uno tenemos fortalezas y puntos que mejorar en nuestra imagen.
Una frase que comparto en las asesorías y cursos que doy dice: “no todo lo que te gusta, te queda” y es una gran realidad. Muchas veces vemos en revistas o en la publicidad ciertas prendas y accesorios de moda que se nos antojan por lo bien que lucen en los modelos. Sin embargo, cada persona tiene siempre puntos en su físico que debe balancear para llegar a la armonía.
La asesoría en imagen persigue este objetivo: armonizar y balancear. De esta manera nos acercamos a lo estético, a lo agradable a la vista y, por ende, es lo que nos hará sentir más seguros con nosotros mismos.
Nuestro cuello es una parte vital en nuestro cuerpo porque es una extensión de nuestro rostro. Este es el primer punto que la gente observa de nosotros en todo momento. Por lo tanto, el conocer algunas reglas importantes de estilismo nos ayudará a escoger las mejores prendas, complementos y accesorios.
A continuación, citaré recomendaciones importantes de acuerdo a tu tipo de cuello.
CUELLO CORTO O AMPLIO
Este tipo de cuello requiere verse con más longitud, es decir, estilizarlo con trucos ópticos como los siguientes.
- Escotes profundos
- Cuellos en “V”
- Collares intermedios o largos
- Desabrochar los dos primeros botones de camisas o playeras polo
- Usar mascadas largas y delgadas y anudarlas haciendo la forma de un cuello “V”
- Incorporar aretes cortos o intermedios sencillos
- Corbatas lisas con nudos delgados
- Cuellos de camisa de picos verticales
CUELLO LARGO Y DELGADO
Lo ideal para un cuello muy estilizado es acortarlo ópticamente de tal forma que guarde una proporción agradable:
- Preferir cuellos en lugar de escotes profundos
- Cuellos redondos
- Collares intermedios elaborados o gargantillas
- Cuello mao
- Cuellos altos
- Anudar las mascadas en el cuello
- Aretes largos y elaborados
- Corbatas con estampado pequeño y nudos Windsor (más amplios)
- Cuello de camisa Windsor (verticales)
Si logramos cambiar nuestra mentalidad y le dedicamos más tiempo a observar estos “pequeños grandes detalles” notaremos la diferencia. Basta con observar qué tipo de cuello tienes. Si es corto o ancho, te recomiendo seguir los primeros puntos. Si de lo contrario es delgado y alto, los segundos.
Una vez que identifiquemos nuestro tipo de cuello, podremos depurar nuestro armario. Detecta, de acuerdo a las recomendaciones que te comparto, qué podrías evitar y qué preferir. Enfócate en las prendas que más armonizan con tu tipología de cuello. Finalmente, aplica los tips y verás los resultados.
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Si buscas sentirte más seguro, armoniza y balancea las proporciones de tu cuerpo
