De los golpes físicos al linchamiento en redes sociales, es el acoso cibernético

También adultos lo sufren

Ivan Santiago Marcelo / Notimex

  · jueves 11 de abril de 2019

Roberto tenía siete años, estudiaba el segundo grado de primaria en una pequeña escuela rural del estado de Oaxaca; él anhelaba que todos los días fueran fin de semana para no ir a clases, para no tener que ver a sus compañeros, algo que su familia no lograba comprender.

El miedo era tan grande, que al llegar al salón siempre buscaba sentarse en la parte de atrás, para así pasar desapercibido, aunque nunca lo logró; en algunas ocasiones se quedaba dormido en el pupitre, y sus compañeros lo despertaban aventándole agua en la cara, golpes y burlas que casi hacían vibrar el aula.

En muchas ocasiones, cuando despertaba ya no encontraba sus libros o sus trabajos estaban deshechos, además sus compañeros se reunían en grupos para golpearlo dentro y fuera del salón de clases; a los pocos meses dejó de ir, se encerró en casa y finalmente, un día estuvo a punto de quitarse la vida.

El acoso del que fue víctima Roberto sólo quedó en el aula de clases, en la calle, en su familia, ya que en ese tiempo los estudiantes no tenían acceso a internet, mucho menos a las redes sociales. Sin embargo, hoy en día este fenómeno escaló a todas las plataformas digitales, por lo que la víctima es expuesta a nivel mundial, provocando que el hostigamiento sea mayor.

Recientemente, en los medios de comunicación se dio a conocer el caso de una joven de 19 años, originaria de Coahuila, que decidió quitarse la vida tras difundirse imágenes íntimas suyas, sin su autorización, a través de una página de Facebook.

Al ser un espacio donde interactúa todo el mundo, las redes sociales como Facebook, Twitter y WhatsApp se convirtieron en una ventana para transportar un problema social: el acoso, donde se humilla, ofende, amenaza, extorsiona o difama a alguien, que cuando se aloja en el espacio cibernético se convierte en ciberacoso o ciberbullying.

De acuerdo con Priscila González Mar, académica y consultora en la carrera de Psicología de la Universidad Panamericana (UP), el ciberbullying es un tema que antes se suscitaba más en la niñez y adolescencia, pero con la democratización de las tecnologías se ha ido descontrolando y evolucionando, hasta llegar a la adultez.

“(En las redes sociales) tú información no es segura y puedes ser presa fácil de este tipo de situaciones; puede ser por acoso sexual o por un acoso social sumamente fuerte que te puede llevar a situaciones verdaderamente graves como lo es el suicidio”, señaló en entrevista.

“La persona que llega a sufrir este tipo de acoso (cibernético) es alguien que es sumamente vulnerable a esta situación; llega a afectar su autoestima de una forma muy grave y su autoconcepto, inclusive, hasta a dudar de quién es, la fortaleza, los recursos propios con los que pueda afrontar una situación se tambalean”, señaló González Mar.

Sin saber si es cierta o falsa la acusación que se hace en en el mundo virtual y sin conocer a la persona que está detrás de ella, el señalado es víctima del “linchamiento” mediático, ya que los internautas se convierten en jueces y verdugos.

“Ahí entra la parte grave de hacer acusaciones cuando no hay fundamentos; hay que tener mucho cuidado; (...) al crear cuentas que son para denuncias, siempre se debe tener fundamento en lo que se dice, porque la situación puede ser perjudicial”, consideró la especialista al poner como ejemplo el caso reciente de un músico que fue señalado de acoso anónimamente en una red social.

Y es que, dijo la psicóloga, la vida laboral de la víctima se ve completamente afectada, ya no quieren salir; además se ve completamente “tronado” y deshecho en la parte emocional, por situaciones de este tipo.

La especialista consideró que lo grave del ciberbullying es el alcance que llega a tener, pues entrando a redes sociales ya está fuera del alcance de la víctima para detenerlo.