Despertar y activar tu conciencia implica el adecuado equilibrio de tus dualidades como hombre. Esto quiere decir, en primer lugar, que es necesario que no reacciones en forma tempestiva y agresiva ante los estímulos externos porque las cosas están cambiando aceleradamente. Implica también que tengas equilibrio, no pierdas la calma y tampoco te quieras imponer con fuerza y razón a los demás y a las mujeres.
El hombre despierta su conciencia y empieza a integrar la energía femenina que contiene, en esencia, la forma y la intuición, y lo que sucede internamente en este hombre que despierta es la sensibilidad, que hablará y por lo mismo, poco a poco, empieza a dejar de caer en confrontaciones absurdas. Evita las discusiones para buscar los acuerdos y puntos en común para el bienestar y la expansión de conciencia.
Cuando eres consciente buscas trascender las dualidades de tu vida, en cuanto a emociones y a tu sistema de creencias, porque te das cuenta de que ello ha generado todos los miedos y el sufrimiento. Al darte cuenta de esto tomas la decisión de trascender la dualidad, porque quieres dejar de tener miedo y dejar de sufrir.
Por el contrario, si tú no reconoces que el vivir los programas de dualidad te han mantenido en el miedo y el sufrimiento, y te dices una y otra vez que eres feliz, que no tienes miedo y que tú ya no sufres, sucede que estás en una negación egoísta y en un autoengaño que te mantiene en la inconsciencia; este simple hecho te mantiene estancado.
Despertar tu conciencia y liberar tu sistema de dualidades requiere de ti determinación y decisión, porque no te puedes mantener pretendiendo amar sin soltar y anclado en las diferentes caras del miedo.
Así es que, uno de los principales desafíos para los hombres, es activar la forma y la intuición de la energía femenina, para que aflore la sensibilidad y aprender a contener realmente a una mujer, al mismo tiempo que bajen su intensidad en la fuerza y la razón de lo masculino, que los torna agresivos y dominantes, con lo cual se agudiza la guerra de los sexos.
Al mismo tiempo las mujeres tendrán que bajar la intensidad de lo masculino en ellas, para que los hombres no busquen seguirse imponiendo y ambos sexos integremos, por fin, lo realmente importante en la esencia de la pareja.
Activar la energía de lo femenino en un hombre es sentir la suavidad y la fineza, y en la intimidad el hombre sabe que de repente aflora ese "tontito y mansito", que se deja llevar por la mujer y se deja hacer de todo y decir de todo. Así es que, como verás, la energía de lo femenino en ti como hombre no es “mariconería”.
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