Seguramente has escuchado que las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten luz azul y se habla de que esta puede tener algunos efectos nocivos cuando los utilizamos en exceso, incluso se menciona que podrían llegar a causar cataratas o tumores en los ojos.
Para saber si esto es verdad y qué nos puede producir en realidad esta luz, entrevistamos a María Isabel Lorencez Villa, médica oftalmóloga con alta especialidad en órbita oculoplástica y vías lagrimales, que actualmente atiende en su propio consultorio ubicado en San Martín Texmelucan, además de laborar en el Instituto Oftalmológico Novavisión.
La especialista explica que la luz azul en realidad es igual a la del sol, solo que en una intensidad mucho menor. El nombre no quiere decir que se vea de este color, sino que forma parte del espectro de la luz visible, la misma que emite el astro rey y que se compone de pequeños “trozos” de colores con diferentes longitudes de onda.
Cuando esos componentes están todos juntos se forma la luz blanca y únicamente podemos percibirlos por separado cuando se descompone, por ejemplo, al formarse el arcoíris. La luz azul, que en el espectro se ubica cerca de la ultravioleta, es emitida naturalmente por el sol, pero también es irradiada por fuentes artificiales como los leds, que de unos años para acá están presentes en la mayoría de los dispositivos electrónicos.
ALTERA EL CICLO DEL SUEÑO
Maribel explica que hay ciertas controversias, por ejemplo, en torno a los videojuegos, ya que alguna vez se decía que mejoran el estado de ánimo, y sí lo hacen, porque los seres humanos estamos “programados” para activarnos cuando sale el sol; entonces, si ves la luz azul de la pantalla, esto hace que te despiertes, que aumente tu estado de alerta y tengas estimulación, porque tu cerebro te dice “¡despiértate!”.
Lo malo viene cuando ves la televisión, el celular o cualquier otro dispositivo con este tipo de pantallas durante la noche, porque para conciliar el sueño, nuestro cerebro comienza a producir melatonina, la hormona que regula el ciclo circadiano (el del sueño), unas dos horas antes de irnos a dormir, según la Clínica Universidad de Navarra, España (CUN).
Si utilizamos aparatos electrónicos con luz, el cerebro entiende que aún es de día y no segrega esta hormona, por lo que retrasamos el inicio del sueño y dormimos menos horas, lo que se llama insomnio tecnológico, explica Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la CUN.
“Las hormonas que estimulan el sueño, las que participan en los ritmos circadianos son: la del crecimiento (HC), el Cortisol, la Melatonina (MLT) y la prolactina (PRL), inducidas en gran parte por los relojes internos que acompañan el proceso del ciclo vigilia–sueño. El cerebro dice: hay luz, entonces no es hora de dormir, es hora de estar despierto”, agrega Lorencez.
Además, la alteración en la segregación de la melatonina provoca que se estimule nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces, según la doctora María Alija, endocrinóloga pediátrica de la CUN, de modo que dormimos menos y comemos más, lo que podría ocasionar aumento de peso.
Y no solamente la luz altera nuestras horas de descanso, también los contenidos e información que recibe nuestra mente y su impacto en nuestro bienestar emocional, según los expertos. Esta costumbre de permanecer más tiempo despiertos durante la noche se conoce hoy como “vamping tecnológico”, un nuevo hábito muy extendido, que muchas personas practican a diario pero que puede tener consecuencias negativas.
El término “vamping” surge de las palabras inglesas “vampire” (vampiro, un ser fantástico que está activo por la noche) y “texting” (enviar mensajes de texto a través de aparatos electrónicos), según la Asociación de Internautas.
¿QUÉ HAY DE LOS TUMORES Y CATARATAS?
“Respecto a la luz del sol sí es real que si te expones a ella de manera prolongada te puede causar daños en los ojos, tales como cáncer, cataratas o una enfermedad que se llama ‘degeneración macular’, porque el sol emite rayos ultravioletas, pero la computadora no te las va a producir.
“Existe el mito de que te puedes quedar ciego o te va a dañar la retina, pero se han hecho estudios y hasta ahora no hay ningún dato que indique que haya riesgo en la salud por los campos electromagnéticos asociados al uso de los monitores, solo la fatiga ocular”, afirma Lorencez.
RECOMENDACIONES
Una muy importante, asegura Maribel Lorencez, es ajustar el brillo de la pantalla, además no debes verla una o dos horas antes de dormir, porque si te estuviste estimulando con esta luz, que es para estar alerta, tu cerebro te va a mantener despierto.
Otro consejo que puede resultar muy útil para evitar que tu vista se canse y para no sufrir los efectos de la luz que se emite en el modo tradicional de la pantalla del celular, es utilizar el modo oscuro en tu dispositivo móvil; en este el fondo blanco con letras negras se reemplaza por una interfaz de color oscuro, que varía entre negro y gris. Además, el brillo también se reduce y se intensifican más los colores cálidos: rojo, naranja y amarillo.
EL USO ADECUADO PARA NIÑOS
En cuanto al uso de los dispositivos por parte de los pequeños, comenta que existen estudios que indican que no deben utilizarlos antes de los dos años de edad, ni celular, ni tableta, ni computadora y deben hacerlo solo por un ratito, por ejemplo, para hacer una videollamada y que saluden a la abuelita, porque en ellos la luz azul puede ocasionar déficit de atención, además de disminución en el IQ, porque pierden concentración.
Después de los dos años no deben hacer uso de estos aparatos por más de dos horas, incluso mejor solo una. Otra cuestión que se debe tomar mucho en cuenta es que se tengan tiempos elegidos, que no sean en la noche y que el niño tenga actividades al aire libre de alguna manera, a pesar de lo que estamos viviendo, concluye.
