Acompañado por su esposa María Teresa Monsalve, sus hijos y nietos, el pasado fin de semana el general Mario Ayón Rodríguez celebró con amigos y familiares su cumpleaños número ochenta, durante una comida en la que se dieron cita más de 300 invitados en un conocido lugar al oriente de la ciudad.
Agradecido por la presencia del amplio número de amistades que a lo largo de su vida ha ganado gracias a su probidad y trato, el cumpleañero celebró con mucho entusiasmo y, al dirigir un mensaje a sus invitados, hizo énfasis en el amor y lealtad a la Patria, que nunca se deben perder.
Por su parte su hija Tere Ayón y su nieta Valeria Cansino también quisieron tomar el micrófono, para expresar lo orgullosas y agradecidas de tener un papá como él, mientras que los nietos dijeron admirarlo por ser un militar como ninguno.
Para comer se sirvieron platillos mexicanos: arroz, barbacoa, carnitas, chalupas y mole, acompañados con variedad de bebidas como refrescos, aguas, cerveza, tequila, brandy, ron y whisky; como postre hubo dulces típicos, además del tradicional pastel con las velitas que el festejado apagó, mientras los asistentes le cantaban “Las Mañanitas” y se sirvió café para acompañar.
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