Esta es una pregunta recurrente entre mis pacientes y mis conocidos. Muchos piensan que los médicos sabemos la receta milagrosa y que por nuestro egoísmo o codicia no la queremos compartir. Eso es un error: muchos médicos nos especializamos en áreas de la medicina en las que la prioridad es salvar la vida mediante la aplicación de nuestros conocimientos en una intervención quirúrgica, por ejemplo. Sin embargo, conocemos el funcionamiento del cuerpo y sabemos que detrás del 20% de los casos de obesidad se encuentran ocultas enfermedades graves que alteran el metabolismo del cuerpo.
¿Y qué hay del restante 80%? En esa proporción se encuentra mucha gente que en la vida adulta ha perdido la sensación de saciedad al comer. Es una habilidad aprendida, y la sed es frecuentemente confundida con hambre, por lo que se consume más cantidad de energía de la que necesitamos. También se ha incrementado más el uso de los medios de transporte que andar a pie, por muchas razones: seguridad, rapidez o comodidad.
El estrés de la vida moderna provoca ansiedad. Y con la ansiedad se puede comer en forma compulsiva. Es una forma de evadirla o calmarla. Tenemos una generación que consume más contenido audiovisual que horas de ejercicio, lo que incrementa el ahorro de calorías y no la pérdida.
Entonces: el sobrepeso y la obesidad tienen factores múltiples además de los antes citados: como la herencia familiar, la asociación con enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión; incluyendo la alimentación durante los primeros dos años de vida, y unos 20 factores secundarios más que tienen menos frecuencia de presentación.
Por estos motivos es que no existe receta única y mágica para bajar de peso. Es un manejo complejo, donde interviene el compromiso personal para ordenar nuestra alimentación y nuestro estilo de vida. Echarnos la culpa de nuestro sobrepeso no es algo agradable, por lo que aceptarlo es el mejor comienzo.
El triángulo de abordaje terapéutico para el manejo del sobrepeso comprende: la alimentación, la actividad física y el ambiente. La alimentación debe ser planeada, esto se puede hacer por ejemplo con las estrategias que se utilizan en el “Batch Cooking” (o “cocinar por bloques”), un método que ayuda a preparar un menú semanal balanceado, poder comprar lo necesario y prepararlo solo en el fin de semana, sin saltarse ninguna comida.
Incrementemos la actividad física, usando escaleras en lugar de elevadores; dejar el coche en lugares seguros pero que no estén pegados a las entradas de los sitios donde vayamos; encontrar tiempo para caminar o hacer ejercicio ligero en casa o en el trabajo.
Con respecto al ambiente, evitar que las opiniones externas amenacen nuestra meta.
Tanto médicos como nutriólogos podemos apoyar a nuestros pacientes para llegar a la meta, pero la responsabilidad siempre recaerá en quien esté interesado.
En resumen: no existe tratamiento, bebida mágica, yerba milagrosa o hechizo que funcione para el control del sobrepeso y obesidad sin un compromiso personal.
* Médico cirujano y senólogo
Titular de Cirugía Ambulatoria IMSS UMAA
Máster en Patología Mamaria y Senología
Teléfono: 222-246-16-62