Pensando en la definición de gratitud como estimación y reconocimiento de un favor o un bien recibido, nos damos cuenta que es como una reacción más que una actitud, que es una forma más profunda y de mayor impacto, es como la acción consciente de encontrar cosas o acciones cotidianas en la relación y que agradecemos a nuestra pareja. Los buenos días, el beso de despedida o dormir abrazados.
Hacer esto tiene un valor agregado, porque no solo seríamos conscientes de cuantas cosas a nuestro alrededor podríamos agradecer, que muchas veces pasan inadvertidas; también reconoceríamos a nuestra pareja por ser parte de lo que hace de nuestra vida algo digno de ser agradecido.
Todos necesitamos la retroalimentación para saber si lo que hacemos es adecuado y surte efectos positivos en la relación, si no recibimos retroalimentación, nos costará trabajo apreciar el resultado de nuestro esfuerzo y quizás nos sintamos desmotivados. Por eso es importante que la gratitud sea manifiesta, explícita y evidente.
Muchas veces sentimos gratitud hacia nuestra pareja, pero no se lo decimos; sin hacerla manifiesta no hay vínculo entre acción, sentimiento y gratitud. También existe la creencia de que nuestra pareja debería saber lo agradecidos que estamos con ella. Sería suficiente decir la palabra “gracias” seguida del motivo por el cual se agradece. Dicho sea de paso, si agradecemos con regularidad y especificando actos o situaciones concretas, se crea un clima favorable en la relación donde la felicidad se hace más presente, siempre que exista la reciprocidad.
Ejemplos:
- “Gracias por estar cada mañana a mi lado cuando despierto”.
- “Gracias porque siempre que llegas de trabajar vienes con una sonrisa para mí, aunque a veces sé que tu día fue pesado.
- “Gracias por apoyarme cuando me siento abrumado por los problemas. La paciencia que me regalas es invaluable para mí”.
*Psicóloga tanatoterapeuta
- Teléfono: 2221.19.92.24
- Trabajos con pérdidas, duelos, angeloterapia
- Niños, adolescentes y adultos