Si sientes que tienes dolor generalizado en todo el cuerpo, además de mucho cansancio, te cuesta mucho trabajo dormir, se te olvidan las cosas y, por si fuera poco, de repente estás de buenas y luego de malas, pero no tienes ni has tenido Covid y los médicos no saben cuál es la causa de tus malestares… podrías tener fibromialgia.
La Fundación Mexicana para la Fibromialgia en México indica que, de acuerdo con el último censo del INEGI, esta enfermedad afecta al 4% de la población y en el mundo se estima que tiene una prevalencia de entre 6 y 8%, además, la mayoría de quienes la sufren son mujeres.
Acerca de este padecimiento, Eduardo López Villalobos, responsable del área de urgencias médico-quirúrgicas UPAEP, comenta que desafortunadamente es una enfermedad que está subdiagnosticada, es decir, hay muchos pacientes que tienen síntomas, pero se les trata a veces de forma esporádica y realmente no se sabe que presentan este síndrome.
¿QUÉ ES FIBROMIALGIA?
Es un trastorno del tipo reumático, como el lupus o la artritis reumatoide, caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado, de forma crónica, acompañado a su vez por fatiga, trastornos del sueño, alteraciones de la memoria y también alteraciones en el estado de ánimo, es un síndrome es decir que hay varias situaciones que conforman esta patología, explica el especialista.
“A estos pacientes generalmente les duele todo el cuerpo y a veces los médicos, u otras personas, cuando les dicen que les duele todo el cuerpo piensan que están vacilando o que están deprimidos, ansiosos o tienen algún otro tipo de problema y no, nunca pensamos que pudiera tener este tipo de patología”, asevera.
Añade que esta es una afección de larga duración y, además de los problemas que ya se mencionaron, se puede agregar también dolor de cabeza de tipo crónico. Por otro lado, en ocasiones presenta exacerbaciones, esto significa que el paciente, quien de por sí tiene malestar generalizado crónico, hay 2 o 3 días en que al azar le ocurre que todos sus síntomas se hacen mucho más intensos.
Cuando esto ocurre, la persona se vuelve intolerante completamente, no duerme absolutamente nada, le duele todo el cuerpo, está de malas, le duele la cabeza… es un cuadro bastante aparatoso y sumamente molesto para quienes lo cursan, pero no es una enfermedad peligrosa y no es mortal.
Por otro lado, aunque hay algunos tratamientos que pueden servir para tratar de aminorar la sintomatología, realmente no es una enfermedad que se pueda curar, no hay pastilla ni tratamiento mágico que la pueda quitar o hacerla reversible; quien la tiene va a vivir con ella, menciona.
¿POR QUÉ SE LE LLAMA “LA AFECCIÓN DEL DOLOR INVISIBLE”?
“A la fibromialgia se le conoce así porque los médicos no le encuentran la causa, ya que no hay forma de hacer un diagnóstico más que clínicamente. Se le pueden hacer electromiografías al paciente o todos los estudios habidos y por haber para tratar de encontrar por qué le está doliendo.
“Pero no se encuentra absolutamente nada, no hay forma de demostrar que tiene el dolor o que no lo tiene, solamente se guían por la sintomatología que refiere el paciente y por la exploración física que le hacen”, expone López.
QUIÉNES PUEDEN PADECER FIBROMIALGUIA
López asegura que esta enfermedad no tiene edad, pero generalmente afecta a personas que ya tienen arriba de los 40 o 50 años; aunque no es de gente joven, sí se pueden encontrar algunos casos, pero son mínimos.
Como en todas las demás enfermedades de tipo reumático, ya se nace con los genes alterados y se puede desencadenar en cualquier momento la enfermedad o bien, aunque lo tengas en los genes puede darse el caso de que te mueras de otra cosa y nunca la llegues a desarrollar en tu vida, dice el entrevistado.
En la biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos se detalla que, aunque cualquier persona puede tener fibromialgia, es más común en mujeres, que tienen el doble de probabilidades de tenerla.
Agregan que se da más frecuentemente en personas de edad mediana, pacientes con algunas enfermedades como lupus, artritis reumatoide y espondilitis anquilosante o aquellos con algún familiar que la tenga.
SUS CAUSAS
En realidad, no se conocen a ciencia cierta las causas de la fibromialgia, pero los especialistas de Mayo Clinic señalan que los investigadores creen que la estimulación nerviosa repetida provoca un aumento anormal de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro, que transmiten señales de dolor.
Además, al parecer, los receptores del cerebro desarrollan una especie de memoria y se hacen más sensibles, lo que significa que pueden reaccionar de manera desproporcionada ante las señales de dolor y de no dolor.
Entre los factores que podrían llevar a estos cambios se mencionan:
La genética, debido a que esta enfermedad suele ser hereditaria.
Infecciones, ya que algunas enfermedades parecen desencadenarla o agravarla.
Sucesos físicos o emocionales fuertes, como un accidente automovilístico o el estrés psicológico prolongado.
CÓMO AMINORAR LOS SÍNTOMAS
Eduardo López, urgenciólogo de la UPAEP, asegura que, aunque no sabemos a quién le puede dar fibromialgia y a quién no, para controlarla y quizá para tratar de prevenirla, algo muy importante que se sugiere es hacer ejercicio con regularidad y no dejar de hacerlo.
También es necesario detener las situaciones con mucho estrés, porque pueden llegar a desencadenarla, si es que se tienen los genes; otra medida útil es dormir lo suficiente y de la mejor manera posible.
SU CLASIFICACIÓN
El entrevistado señala que, aunque es una enfermedad crónica e incurable, existen varios tipos de fibromialgia:
La de tipo 1 se conoce como idiopática. Tiene generalmente síntomas leves y dispersos, el paciente en términos generales no va a requerir de ningún tratamiento específico.
La de tipo 2 es relacionada con enfermedades crónicas. Si alguien tiene los genes y tiene diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica o algunos otros padecimientos, puede desarrollarla con un poco más facilidad que quien no tiene este tipo de problemas.
La de tipo 3 se da en quienes tienen enfermedades psiquiátricas, psicológicas o ambas. Esta es la más problemática, peligrosa, conflictiva y la que tiene más difícil tratamiento, porque es muy complicado controlarla en estas personas porque su misma mente provoca que se hagan más daño orgánicamente.
La fibromialgia de tipo 4 es la simulada. Como no hay forma de demostrar que no se tiene, hay pacientes que pueden llegar a simularla, a tal grado que ellos mismos llegan a creer que sí la tienen, como en el caso de los hipocondríacos, por ejemplo.
TRATAMIENTO
Además de tratar de dormir bien, hacer ejercicio frecuentemente, llevar una dieta sana disminuir las situaciones de estrés, bajar las cargas de trabajo, el médico explica que tomar antioxidantes, complementos con vitaminas A, B, C, D y E, así como el zinc, el magnesio, el calcio y el selenio, son las sustancias que nos pueden ayudar mucho a tratar de aminorar los síntomas de este problema.
Y cuando vienen las exacerbaciones o cursos agresivos, entonces nos podemos apoyar con paracetamol, ibuprofeno o naproxeno, principalmente, que son medicamentos con los que se ha probado que se tiene mejor resultado, expone López.
Asimismo, pueden requerir antidepresivos, porque el paciente que sabe que tiene fibromialgia y que no se le va a curar, tiende a predisponerse y sufrir afectaciones psicológicas. Por esto, además es indispensable que se tenga apoyo psicológico o incluso psiquiátrico, para lidiar con el dolor, estrés y sus pensamientos negativos.
TERAPIAS COMPLEMENTARIAS
Para ayudar a sobrellevar los síntomas, López menciona que se manejan también otras terapias de tipo natural, como acupuntura, medicina tradicional, herbolaria, que aunque no se ha publicado mucho sobre esto tampoco, se ha dicho que no se pueda utilizar y quizá pudiera darles mejores resultados a los pacientes.
Por su parte, en Clínica Mayo señalan que se necesita hacer más estudios para mostrar cuáles son efectivas y que si piensas que te pueden ayudar, lo comentes primero con un profesional de la salud. Estas terapias incluyen: masajes terapéuticos, terapias del movimiento o quiropráctica.
CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO
Es necesario ir a consulta desde el momento en que empezamos a tener los síntomas que se mencionaron anteriormente, además del dolor crónico en algunos puntos que son característicos de la fibromialgia: alrededor del cuello, los músculos trapecios, la cara anterior del antebrazo, las caras internas de las rodillas; también a nivel de los glúteos y la cadera, por la parte posterior.
Claro que no porque tengas esos síntomas ya quiere decir que tienes fibromialgia, pueden ser muchas cosas puede ser que sea hasta lupus, pero por eso precisamente es muy importante acudir al médico, además de los consejos de dormir bien, llevar una dieta sana y no dejar de hacer ejercicio, concluye.
