Cada uno de nosotros siendo hombre y siendo mujer, llevamos la energía femenina y masculina, estas energías van más allá de que seas hombre o seas mujer esto tiene que ver con que la energía de lo femenino es una energía creadora, es una energía de receptividad, de danza de arte de creatividad, gestación, pero es una energía caótica y dispersa como un mar abierto, que necesita de la estructura y del orden para poder ser femenina.
Por otro lado fundamentalmente la energía de lo masculino es estructura, orden y da cause, racionalidad, materialización, impulso para que todo aquello que se queda en las ideas a través de tu energía femenina puedan materializarse y concretarse y no se queden volando, la energía masculina, si es demasiado estructurada, se puede convertir en arrogancia, sometimiento, mucha rigidez que termina por quebrar.
Hay que lograr un equilibrio entre ambas energías, pero primero que nada tienes que ser consciente de que dentro tuyo llevas las dos, para que al momento de compartirte con tu pareja, esta también sea consciente que lleva ambas energías y el encuentro tenga como resultado que ambos salgan enriquecidos y no que uno robe energía al otro, esto lo vamos a ir viendo más adelante.
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La energía de lo masculino también aparte de que estructura, al dar cauce a la energía femenina, sostiene da estabilidad, confianza y brinda protección. La energía de lo femenino radica principalmente como base en las ideas y en la creatividad, es por eso que es una energía generadora.
En términos sencillos, cuando como mujer tienes una energía femenina en desequilibrio, en desarmonía y no tiene estructura de lo masculino, generalmente tienes muchas ideas, proyectos, sueños, metas y estás solo planeando y proyectando y prospectando tus ideas y todo lo que traes dentro, pero solo se quedan ahí volando, no logras materializar, no logras darle orden y llevarlo a cabo, entonces continuamente estas cayendo en frustración porque no logras materializar aquello que sueñas y todo esto es un ejemplo de lo que a través de su sexualidad de encuentros de intimidad puedes poner como intención (como meta) para que esto se vaya liberando.
Con una energía femenina en desarmonía dentro tuyo lo que sucede es que abres capítulos de tu vida de situaciones y los dejas abiertos no cierras no concretas y en cuanto al tema de la misma sexualidad si tienes excesos emocionales traumas y conflictos sexuales y los quieres resolver pero tu energía femenina está muy dispersa lo que haces en tu sexualidad cuando tienes encuentro de intimidad con tu pareja o con varias parejas, lo que va pasando con el transcurso del tiempo es que te vas cargando de más experiencias negativas y tus emociones no resueltas se potencializan.
Por otro lado en cuanto a la energía de lo masculino, si se encuentra alterada, desequilibrada y por lo tanto en desarmonía, vives un gran peso al sentir que no eres reconocido o reconocida, eres agresivo te sientes atrapado en tus propios miedos, traumas y conflictos y no encuentras la salida, entonces también tu postura es demasiado rígida y puede surgir la violencia reprimida.
Así es importante que comprendas, que la piedra angular de la energía femenina es la voluntad para hacer las cosas y la piedra angular de la energía de lo masculino es el poder.
Pero hay que aclarar que no estamos hablando ni de una voluntad, ni de un poder cargados del ego personalista, sino de El ser esencial de mujer y de hombre. Cuando no tienes voluntad acompañada de poder tus actos cotidianos y sexuales se transforman en impotencia, y cuando tu poder no está dirigido por la voluntad tus actos cotidianos y sexuales se tornan alocados, caóticos y sin dirección desperdiciando tu energía sexual en ambos casos.
En el momento en el que tú te encuentras con tu pareja sean heterosexuales, sean homosexuales, o tengas un encuentro de amor contigo mismo. De lo que se trata en todo caso es de mover tu energía vital, tu energía sexual. Pero hay que mover la energía sexual con dirección para no desperdiciarla en excitación y orgasmo. La energía sexual se encuentra en la zona Sacra o zona Sagrada y hay que subirla hacia el corazón y más allá hacia la coronilla para lograr el vínculo con la espiritualidad.
Y para que esto sea posible hay que elevar la frecuencia de vibración, para llegar a niveles de éxtasis en un acto ya mucho más sexual, es necesario que trascienda el nivel de intercambio sexual, puramente corporal e instintivo que es el que regularmente las personas practican.
Bien, para que esos niveles de elevación de frecuencia nos conduzcan hacia el éxtasis hemos de lograr una verdadera entrega desde el corazón, tiene que haber amor entre ambos aunque sea por una hora o dos horas o incluso un día o más tiempo.
En cuanto más en el corazón se encuentren las personas que tienen este intercambio sexual y entre mayor conciencia tengan al momento del encuentro de intimidad, la energía sexual irá ascendiendo y se irá retroalimentando, logrando con ello que ambos salgan enriquecidos con gran sobriedad emocional, claridad mental, centramiento, pasión y motivación por la vida misma.
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