¿Sabías que tú mismo tienes el poder de cambiar tu mente y mejorar tu bienestar? Una de las mejores formas de hacerlo es a través de la práctica de la meditación, que, a pesar de que existen muchas definiciones, y todas cambian según la tradición desde la que se enseña, en su mayoría coinciden en que uno de sus objetivos es estimular la autocuración.
“Yo defino a la meditación como una observación consciente y sin juicio. Es una forma de conectar contigo mismo e ir más profundo hacia adentro. Eso, inevitablemente, te va a ayudar a conectar con el mundo exterior desde un punto consciente y amoroso”, comenta Olga Barroso, psicóloga, maestra avanzada de Jivamukti Yoga y guía de meditación.
De acuerdo a Olga, el objetivo de la meditación dependerá mucho desde qué tradición o enfoque se hable. Por ejemplo, desde el punto de vista budista se habla de alcanzar un estado de tranquilidad y de paz sin importar el exterior. En yoga, se habla de encontrar la liberación a través de la meditación. Para psicoterapeutas se trata de bajar los niveles de excitación del sistema nervioso central y periférico. Para la neurociencia, puede ser promover las conexiones neuronales.
“Desde mi experiencia, la meditación si tiene como objetivo todas las anteriores, pero es también una forma de escucharte y conectar con tu intuición y sabiduría. Cuando te conoces, te sanas. Y cuando te sanas, tu mundo lo hace también”, señala.
Muchas de las personas creen que para meditar se tiene que ser parte de una tradición (budismo tibetano, budismo zen o yogui, entre otros), sin embargo, la meditación no pertenece exclusivamente a ningún tipo de tradición, es más bien algo que se realiza desde hace mucho y que es propio del ser humano.
PUNTOS CLAVES
Existen técnicas de meditación seculares y otras que pertenecen al budismo Zen o al tibetano. Sin importar la técnica, uno de los puntos clave de la meditación es la observación y la escucha sin juicio. “Por ejemplo, si me siento a meditar por las mañanas, lo más probable es que medite con un escaneo de cuerpo solamente para observar cómo estoy o hacer una especie de ‘check-in’ conmigo misma. No lo hago para juzgar si es que estoy bonita, fea, si he cometido errores o si es que soy la más exitosa. Es un momento de conexión”, comenta Barroso.
Otro punto clave es entrenar a nuestra mente a no ser reactiva. Esto quiere decir que, al entrenarme en la observación consciente, me entreno también a responder (no a reaccionar) de esa misma forma. Esto no quiere decir que porque medite ya nunca me voy a enojar o que pierda el derecho a reaccionar, sino que estoy re-aprendiendo a observarme desde la consciencia.
Hay 11 técnicas (las más comunes y más practicadas) de meditación, unas más complicadas que otras o bien, unas con más pasos. Sin importar cual elijas, el objetivo es que se acople a tu personalidad y estilo de vida.
Todos los estilos promueven: paz interior, mejor salud, mejor autoestima, manejo del estrés y ansiedad.
SUS BENEFICIOS
La investigación a nivel neurociencias pone a la meditación como una herramienta fundamental para la salud, tanto mental como física. Esto es porque realmente, el cuerpo y la mente están profundamente conectados. Entre los muchos beneficios se encuentran:
Reducción de estrés, tensión y manejo de ansiedad
Menos percepción de dolor, principalmente de cabeza y pecho
Ayuda al Síndrome de Estrés Post-Traumático y al insomnio
Incrementa la percepción de felicidad y paz
Mejora la autoestima
Aumento en las funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje
Genera una conexión profunda con el cuerpo y la mente y ayuda a conectar mejor con el alma
SI ERES PRINCIPIANTE
Una técnica muy buena para principiantes es el “Mindfulness” (Consciencia Plena) o también la meditación “Vipassana”. “No recomiendo empezar con algo muy complicado como la meditación Zen, ya que puede ser un poco agresivo para el principiante”, comenta, luego de añadir que a sus alumnos y pacientes siempre les recomienda usar dos técnicas fundamentales:
1. Inspirada en la meditación “Vipassana”: observar la respiración desde las fosas nasales hasta los pulmones, imaginando el trayecto. Esto ayuda a enfocar a la mente y a relajar el sistema nervioso.
2. Escaneo corporal: observar y relajar cada parte del cuerpo, empezando desde los pies hasta la cabeza. Si se percibe algún tipo de dolor o incomodidad, le pides a tu cuerpo que la libere. Si se observa tensión, se hace la elección consciente de soltarla.
“Mis maestros me enseñaron 3 pasos para meditar: encuentra tu asiento (silla, flor de loto, cruzada de piernas o incluso acostada); quédate quieto (no te muevas, solo te quedas observando) y enfócate (concéntrate en una sola cosa, en tu respiración o en una sensación del cuerpo)”, sugiere.
MITOS SOBRE LA MEDITACIÓN
Si no me puedo quedar quieto, no estoy meditando: existen meditaciones en movimiento (baile, tai chi, etc.) Y, de hecho, la meditación se puede hacer en todo momento.
No tengo tiempo para meditar: la meditación se puede hacer en el coche, comiendo, platicando, caminando...en todo momento.
LA RECOMENDACIÓN
Finalmente, Olga recomienda siempre buscar a un guía capacitado para enseñarles meditación y contenerlos en el proceso de inicio. “Las aplicaciones con Headspace son excelentes, pero definitivamente si recomiendo a un guía que te sostenga en tu proceso”, concluye.
Práctica la meditación con la maestra Olga Barroso en Jivamukti Yoga Puebla. Infórmate en HYPERLINK "http://www.jivamuktiyogapuebla.com.mx" www.jivamuktiyogapuebla.com.mx o al tel. 222 210 3415.
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