Los sabores de la gastronomía, los colores de las artesanías y las texturas de las tradiciones de este Pueblo Mágico son el atractivo para turistas y excursionistas durante este periodo navideño, un buen pretexto para visitar el Zócalo de esta ciudad y las 40 casitas que forman parte de la exposición "Mi pueblito navideño".
Para María Antonieta Morales Zamora, directora de Fomento Económico y Turismo de la actual administración municipal, la idea – además de reactivar la economía – es rescatar lo tradicional de las fiestas navideñas, empezando por el diseño de las 40 casitas que son armónicas con el entorno y acorde a la reglamentación propia de los pueblos mágicos.
PUEBLITO NAVIDEÑO
La intención es detonar el turismo e incrementar la economía local; desde el 4 de diciembre pasado y hasta el próximo 9 de enero se espera la visita de 200 mil turistas a este municipio y una derrama económica de más de 100 millones de pesos, según las estimaciones oficiales anunciadas por el actual alcalde, José Luis Márquez Martínez, durante la inauguración de esta propuesta.
Se trata de 40 "casitas" que dan la sensación de una villa navideña ubicada en el centro histórico de este Pueblo Mágico. Esferas, árboles y otras luminarias son parte de la escena que, adornada por la neblina, ambientan la Navidad a quien pasee por el centro histórico zacateco.
Se dio prioridad a las comunidades y juntas auxiliares, 75% de ellas de predominancia étnica nahua hablante, para que expongan sus productos, mayormente artesanías, textiles tradicionales y algunos productos del campo, como aguacates.
No se escapa la gastronomía, en el que muestran los tradicionales vinos de frutas, así como otros alimentos que atraen al turismo local, nacional y extranjero. La activación económica ha tenido primeros signos de recuperación, ha habido fines de semana con 100% en los 153 hoteles, hostales o cabañas que hay en la demarcación, representado más de mil 250 habitaciones con disponibilidad diaria.
LAS EXPOSITORAS SON DE DIFERENTES LOCALIDADES
Estela López Juárez desde la junta auxiliar de San Miguel Tenango, una de las más tradicionales de Zacatlán, vende sus productos en una de esas casitas. Su vestimenta hace gala de su tradición de habla náhuatl. Ella, al igual que el grupo de 10 mujeres artesanas a las que pertenece se encarga de la casita que lleva el nombre de su comunidad.
Exponen blusas, muñecas de trapo, artesanías de barro, faldas tradicionales y otras prendas de lana, servilletas y blusas bordadas a mano; según sus propias palabras, la pandemia ha sido un fuerte golpe a su economía.
La exposición se convirtió en una alternativa, los turistas les han dicho que les gustan mucho sus productos. Las blusas son el producto que más ha llamado la atención; los mismos visitantes extranjeros les han dicho que tienen un estilo que no había visto en otras partes, como piezas únicas. "Visítenos más, para que podamos vender más", dijo la fuente.
Irma León González es de la junta auxiliar de Jicolapa. En su "casita" venden empanadas, pie de manzana y de queso, manzana horneada, galletitas de maíz, mole – de diferentes sabores – del que destaca el de sabor manzana con nuez. También venden diferentes tejidos artesanales, velas aromáticas, entre otros productos. La preferencia de los turistas son sus productos de repostería, así como el mole de manzana.
Mientras duró la entrevista no solo promocionó sus productos, hubo espacio para destacar lo milagroso del Señor de Jicolapa y los tradicionales vinos de frutas. Ella misma es testigo del milagro que le hizo la imagen religiosa con su hijo, que "estaba muy perdido de la mente" y, después de muchas oraciones: ya está mejor, según contó.
