Proyectar una imagen de seguridad y credibilidad al estar frente a un grupo de personas desarrollando un tema o presentación, requiere no solo de “tablas”, sino también del conocimiento de una serie de ejercicios para lucir natural y relajado.
Dar una presentación de negocios o exponer algún tema durante una junta de trabajo implica, en muchas ocasiones, experimentar cierta tensión que repercute en manos engarrotadas, músculos faciales contraídos, mandíbula poco relajada y, por lo tanto, una expresión rígida que conecta, difícilmente, con la audiencia.
Es por ello que una persona que mantiene un semblante natural, relajado y, al mismo tiempo, que transmite emociones, siempre logrará que su público lo escuche con todo interés. Por lo tanto, te recomiendo que antes de hablar ante un grupo de personas, lleves a cabo estos sencillos y efectivos ejercicios para desenvolverte con toda seguridad.
Aflojando la Mandíbula
Así como lo oyes, cuando una persona está nerviosa porque dará una exposición, lo primero que se tensa es la mandíbula. Esto genera que no se puedan articular las palabras y con ello no se pronunciarán adecuadamente, teniendo como consecuencia que no se le entienda lo que dice.
Para ello existen dos formas de relajarla. La primera de ellas consiste en “sonreír” ampliamente y, posteriormente, en jalar los labios hacia el frente como si quisiéramos dar un beso. Esto se repite varias veces: sonreír jalando los labios hacia los lados para posteriormente hacerlo hacia el frente.
La segunda forma es abrir la boca y soltar la mandíbula. Una vez hecho esto, la tomamos con nuestras manos y la abrimos y cerramos suavemente repitiendo este movimiento.
Soltando los labios
El nerviosismo también se refleja en los labios porque, inconscientemente, los apretamos. Por supuesto al hacer esto, no habrá expresión alguna al hablar y dificultará pronunciar las palabras eficazmente.
El ejercicio en este caso consiste en soplar y hacer el sonido de un caballo, como si hiciéramos “trompetillas” con los labios, pero con más fuerza. De esta manera lograremos que los labios se relajen y articulemos claramente.
Tocando el Piano en el Aire
Para evitar unas manos engarrotadas al hablar o cerrarlas en puño, es recomendable mover los dedos como si estuviéramos tocando el piano sólo que en el aire. Los podemos mover de afuera hacia adentro y al revés. Así lograremos sacar la tensión.
Pararse con Firmeza
La clave de mostrar mucha seguridad es “plantarse en el escenario”. Cuántas veces hemos escuchado esta frase: ¡plántate! Cómo lograrlo: relajando y soltando las piernas. Nos paramos sobre una pierna y la otra la balanceamos hacia el frente y hacia atrás. Repetimos el movimiento varias veces y hacemos la misma serie con ambas piernas.
De esta manera, no titubearemos y nos pararemos con suficiente autoconfianza.
Si antes de hablar en público logramos poner en práctica estos ejercicios, no solamente proyectaremos seguridad y congruencia al frente sino también disfrutaremos por la libertad de movimiento que nos dan estos pasos para desestresarnos.
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