Los seres humanos tendemos muchas veces a quejarnos por todo lo malo que nos ha pasado, a lamentarnos por todo lo que no hemos podido conseguir y con ello nos olvidamos de agradecer todo lo bueno que sí tenemos en nuestras vidas.
La gratitud, como valor, se entiende como un sentimiento donde tú valoras algo que has recibido, ya sea material, espiritual o emocional y este bien recibido te motiva a devolverlo, con algún gesto o con algunas palabras, expresa Magali Becerra Romero, profesional de la salud mental, quien asegura que debemos agradecer incluso aquellas experiencias que en su momento no fueron tan agradables, pero que nos dejaron gran enseñanza.
Y menciona que existe la psicología de la gratitud donde, por ejemplo Bert Hellinger, en distintos escritos habla acerca de la gran importancia de agradecer y honrar cada minuto de tu vida y cada experiencia, porque la vida te presenta diferentes situaciones, circunstancias y experiencias que sin lugar a duda fortalecen y confirman habilidades, son recursos que tú como ser humano necesitas para crecer continuamente y para poder trascender.
El ser humano, si bien no es perfecto, sí es perfectible; buscamos ser mejores personas cada día y cuando trabajamos en terapia, regularmente después de hablar sobre una situación dolorosa o traumática de cualquier etapa de nuestra vida, primero la hablamos, la aceptamos, la agradecemos y rescatamos todas aquellas cosas que estas experiencias nos dejaron como aprendizaje; esto nos motiva a agradecer, explica.
Si algo lo etiquetamos como “tiempo de sufrimiento” entonces siempre se quedará únicamente como eso, sin embargo, si nos metemos a escarbar, a saber qué fue lo que nos hizo sufrir y al mismo tiempo encontramos qué nos enseñó y cómo nos fortaleció esto, entonces tenemos la posibilidad de agradecerlo y al hacerlo obviamente eso nos motiva, agrega.
Comenta que el objetivo de la psicología es que el ser humano pueda ser feliz a pesar de las adversidades, a pesar de su propia historia, pero la terapia no es algo milagroso, instantáneo, ni mágico; lo que aprendes al ir al psicólogo es a reconstruir, a fortalecer, a descubrir todos aquellos elementos y recursos que te ayudan a resolver situaciones del pasado, con el objetivo de enfrentarlas en un futuro y darte cuenta de los aprendizajes. No va a cambiar nada de tu pasado por arte de magia, ni de momento vas a ser eternamente feliz, no se trata de eso.
LOS BENEFICIOS DE VALORAR
Desde la psicología positiva se afirma que cuando ves las diferentes circunstancias que la vida te ha presentado de una manera optimista, al hacerlo puedes descubrir los recursos, las herramientas y las vivencias que el día de hoy te pueden hacer más feliz. En la logoterapia dicen que el campo de concentración siempre será el mismo, lo que cambia es la actitud con la cual lo recibes; entonces es cuando aprendemos a agradecer lo que vivimos, porque lo apreciamos de una forma diferente, ya no solamente vemos lo malo, indica Magali e invita a quienes leen esto a encontrar aquello que agradecen de lo que viven HOY.
“Creo que hay muchas cosas que agradecer: que estamos con la familia, que estamos con vida, que tenemos salud, que muchas personas han descubierto que su sistema inmune es fuerte y eso quiere decir que su estilo de vida es bueno, agradecer que pasamos a un nuevo año, que hay una vacuna, que tenemos un mundo y un planeta que tenemos que salvar, que nos damos cuenta de que lo necesitamos sano para poder estar sanos nosotros”, afirma.
LA TRANQUILIDAD MENTAL AYUDA A LA SALUD FÍSICA
Las personas somos una totalidad, somos un ser físico, emocional y espiritual, estas tres partes están relacionadas; todo aquello emocional que nos afecta daña la parte física y si emocionalmente estamos tranquilos, relajados, el cuerpo hace que nuestras defensas tengan mayores posibilidades para podernos defender de cualquier tipo de enfermedad, virus, bacteria, aun cuando lo tengamos vamos a tener mejores defensas y saldremos más rápido de eso, asevera la especialista.
Cuando hablas del agradecimiento tiene que ver con cambiar el rencor por gratitud; esto es muy importante y tiene que ver con un proceso de cualquier tipo de terapia; cuando dejamos de cargar el rencor, orgánicamente también dejamos de cargar mucho cáncer, muchas enfermedades, nos sentimos libres, ligeros, sonreímos más, tenemos mejor actitud ante las personas, nuestras relaciones interpersonales por supuesto que son mejores.
CÓMO APRENDER A VALORAR
Magali Becerra asegura que para aprender a valorar lo que tenemos y cultivar la gratitud todo tiene que ver con un proceso. Cada uno de nosotros vivimos una historia completamente diferente; el dolor y las pérdidas son parte de la vida porque esta es un ciclo, en el que abrimos unas situaciones, cerramos otras y al hacer esto último debemos soltar todo aquello que ya no necesitamos. Cada minuto de nuestra historia es importante y debemos honrarla.
Cuando llegamos a ser adultos tenemos la capacidad para discernir, para identificar todas las cosas, personas y circunstancias que se nos presentan y es mejor decir: “agradezco todo lo que yo viví y le digo adiós a las situaciones que ya no me sirven”, pero esto requiere de atrevernos primero a hacer un autoanálisis de nuestra vida, expresa.
Enfatiza que algo muy importante es dejar de culpar a todo y a todos por lo que nos pasó; si bien es cierto que, como en toda historia, hay antagonistas que seguramente nos hicieron mucho daño, también algo real es que yo decido hasta cuando lo cargo. Debemos echarnos un clavado a nuestra vida, a las experiencias y discernir qué es lo que queremos para nosotros.
PENSAR EN POSITIVO
“Cuando hablamos de la psicología positiva, de la logoterapia, hablamos también de quitarnos los lentes, de empezar a pensar de manera positiva. Un ejercicio muy importante es: ok, ya me di cuenta de que todos los días me peleo con mi esposo, pues ahora voy a cambiar de chip y voy a intentar ver las cosas buenas que él tiene, o mi casa y mis hijos”, comenta.
“Si veo algo que no es bueno, por ejemplo, miro mi casa y me doy cuenta de que la pintura ya está horrible, la ventaja es que la puedo pintar. Con mis relaciones de pareja es igual, y esto es muy importante: si veo que no es la mejor, que hay problemas, que regularmente no sabemos comunicarnos, la buena noticia es que ya me di cuenta y necesito buscar ayuda, alternativas para solucionar o, en un momento determinado, soltar y terminar. Pero fíjense bien lo que digo: primero busco solucionar y si no se puede, entonces terminar”, destaca.
EL HÁBITO SE FORMA CONSCIENTEMENTE
Al hablar de un hábito hablamos de la consciencia, porque este no llega mágicamente, se hace cuando yo soy capaz de ejercitar, conscientemente y con voluntad, todos los días, un propósito nuevo. Si ya me di cuenta de que empiezo con cosas negativas, la magia tiene que ver con darme cuenta y agradecer esto de lo que me percato, agrega.
“Se dice por ahí de que un hábito se implementa cuando lo hacemos por lo menos durante 14 días. Entonces sí es una situación de voluntad, de consciencia, de compromiso, de responsabilidad y de quererlo hacer. La vida, como tal, se toma como cada uno quiere tomarla”, expresa.
Cuando hablamos de que tenemos muchas cosas buenas, cuando lo valoramos, esto nos motiva a ser mejores cada día y a tener siempre una actitud positiva. Una persona que es feliz siempre va a desear que los demás sean felices, porque va a ver reflejada su felicidad, la quiere compartir.
“Y creo que para terminar el valor del agradecimiento es uno de los grandes valores que tenemos los seres humanos. Hoy por hoy creo que para las personas que van a leer esto, para los que hablamos y que seguimos en este mundo, tenemos algo muy importante que agradecer que es nuestra propia vida y el aprendizaje que nos ha dejado lo que hemos vivido”, finaliza.
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