La Programación Neurolingüística (PNL) es aprender a reprogramar el lenguaje de tu propia mente a través de un conjunto de estrategias y técnicas.
“Parte de una experiencia sensorial específica almacenada en el cerebro, para trabajar con ella”, dice la Máster con Licencia en Programación Neuro-Linguística, Lorrelaine Besserer, “se necesita conocer la estructura y las condiciones en las que se procesó y almacenó dicha experiencia, y por medio de técnicas específicas se busca programar o reprogramar el cerebro para decirle cómo actuar cuando se enfrente a determinado estímulo”.
Esto nos hace pensar en el efecto del lenguaje en conexión con la mente y el cuerpo, dice la entrevistada: al cambiar la percepción del individuo en función de sus metas con cambios de conducta en coherencia con lo que desea obtener como respuesta, la PNL trata nuestra aptitud para producir y aplicar programas de comportamiento
Refiere que también ayuda a desprogramar las conductas y estados de ánimo limitantes, y así es como la persona puede aprender a modificar determinados pensamientos y comportamientos que le afecten en cualquier ámbito de su vida.
En otras palabras, “puede utilizarse para aprender a responder de forma positiva ante los estímulos que nos generan emociones negativas, transformando las situaciones que marcaron nuestra identidad durante la infancia o la adolescencia, para revivir de manera consciente los episodios de nuestra existencia, y de esta manera obtener conclusiones diversas para ser trabajadas a través de la PNL y así cambiar la percepción, y por lo tanto la reacción o el efecto, que experimentamos ante el mismo evento”, subraya.
Enfatiza que la PNL contempla la influencia que tiene el lenguaje sobre la programación mental y su relación con nuestro sistema nervioso, también sobre los patrones lingüísticos que empleamos, es decir, la conexión que existe entre los procesos neurológicos (neuro), el lenguaje (lingüística), y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia (programación). Por ejemplo, “si te digo: ´imagínate que pruebas un limón´, seguramente experimentaste una reacción en tu boca al imaginar el sabor, la acidez y la frescura que se siente al comerlo; o si te digo: ´no pienses en el color rojo´, es probable que lo primero que pensaste fue precisamente en ese color”, sentencia. Estos patrones de comportamiento pueden modificarse para lograr objetivos específicos que ayuden en la vida diaria.
La entrevistada asegura que la manera en que percibimos el mundo influye directamente en nuestras emociones y por lo tanto en la forma que afecta nuestra salud mental y física.
La neurolingüística también trata miedos, fobias, depresión, duelos, adicciones, traumas, conductas limitantes, conflictos de pareja, ansiedad, baja autoestima, dependencia emocional, trastornos de alimentación, bajo rendimiento escolar, entre otras.
Refiere que los síntomas físicos pueden ser la forma en que tú cuerpo te hace saber que no está manejando bien las emociones. “Tú cuerpo responde a la manera de pensar, sentir y actuar, y si cambiamos la percepción de la composición de un evento, podemos sanar el efecto negativo que dejo esa experiencia en la persona”, puntualizó.
Mañana, conoce más acerca de la PNL y que afecciones, para mejorar tu salud física y emocional.
CONTACTO
Lorrelaine Besserer
Máster con Licencia en Programación Neuro-Lingüística
Avalada por “La Sociedad de Programación Neuro-Linguística”, de Richard Bandler
facebook.com/lbesserer.aura