/ jueves 7 de marzo de 2019

¿Qué son los celos enfermizos y cómo curarlos?

El comportamiento de una persona celosa, que está obsesionada con la idea de la infidelidad, es como el de un investigador profesional que persigue la duda

¿Quién no ha experimentado alguna vez en su vida celos? Sentirlos suele relacionarse con el miedo a perder a alguien o algo amado y puede ser parte de la personalidad de algunas personas, pero ¿en qué momento se vuelven una enfermedad? Cuando se atraviesa la línea de lo normal, es ahí cuando se convierten en algo patológico.

“Los celos son una emoción de la que a veces no tenemos conciencia clara, se manifiesta desde la infancia, con la dinámica que algo o alguien es mío, por ejemplo, mi mamá o mi papá. El celo es sentirme incómodo con una situación, porque siento que ese alguien es mío y si llega alguien y me lo quita, me produce un sentimiento de frustración o enojo”, señala en entrevista la psicóloga Rosario Nava Sánchez, quien asegura que los celos se dan en todo tipo de edades y géneros.

Los temas de celos también tienen mucho que ver con el tema de la autoestima, ya que mientras no exista seguridad, no sabes lo que realmente puedes ofrecer a los demás y eso genera una situación de desconfianza.

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CUANDO SE CONVIERTEN EN ENFERMIZOS

El síndrome de Otelo o también llamado Celotipia es un delirio por el cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel.

“Dentro de nuestros márgenes se clasifica como trastorno o enfermizo, cuando algo genera que todo el tiempo se aborde el tema de la pareja, en cuanto a su entorno e inclusive con su misma familia”, manifestó la especialista, es decir cuando ya hay una situación de manipulación en el desarrollo y la vida de la otra persona, inclusive en su teléfono o redes sociales. “Los celos normales son hablar con el otro sobre algo que incomoda y tratar de solucionarlo, pero ya cuando todo el tiempo genero una dinámica de saber qué pasa con él o ella y lo que lo rodea, qué hace y con quien está, ahí ya es algo patológico, y más cuando la situación se ha dado con anterioridad, quizá en relaciones pasadas, y esta no se ha resuelto”, enunció.

Cuando una persona está obsesionada con la idea de la infidelidad, muestra una serie de conductas que se manifiestan tratando de buscar pruebas que lo demuestren, por ejemplo, entrando en el ordenador o mirando el teléfono móvil de su pareja. También puede mostrarse violenta o humillar al otro. En casos extremos la persona que padece del trastorno puede llegar a matar al objeto de sus celos.

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LA CURA

Antes de llegar a un caso extremo, es importante poner atención a los focos que te están llevando a conductas exageradas que pueden salirse de control, por ejemplo, debes checar tu forma de respirar cuando te sientes mal por una situación que te disgusta o detectar si has dejado de pensar en ti mismo y en tu desarrollo, por gastar energía en estar al pendiente de la otra persona y su entorno. En este caso lo más conveniente es acudir con un especialista que pueda brindarte la ayuda necesaria.

“Más que cura, nosotros lo vemos como un acompañamiento en psicoterapia, principalmente por dos puntos: uno, la autoestima, que hay que trabajarla mucho y dos, la dinámica de la emoción, aprender a expresarme de manera adecuada y disminuir lo que es el manejo del control ante los demás, que es un detalle a trabajar en sesión”, especificó Rosario.

Finalmente, la experta nos aclaró que el punto de partida siempre será durante la infancia, la forma en como eduques a tus hijos y cómo les enseñes a compartir y a despojarse de cosas materiales (como juguetes o dulces), de esta manera no les crearás un sentimiento de pertenencia y los enseñarás a soltar, para no generar heridas emocionales que, a la larga, puedan forjar el sentimiento de los celos.

CONTACTO:

Psicóloga Rosario Nava Sánchez

LU-NA Espacio de Desarrollo Integral Humanista

Priv. 16 de septiembre 2104, planta alta Col. El Carmen

2227 14 21 64

FB: @desarrolloluna

DATO EXTRA:

El comportamiento de una persona celosa, que está obsesionada con la idea de la infidelidad, es como el de un investigador profesional que persigue la duda.

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¿Quién no ha experimentado alguna vez en su vida celos? Sentirlos suele relacionarse con el miedo a perder a alguien o algo amado y puede ser parte de la personalidad de algunas personas, pero ¿en qué momento se vuelven una enfermedad? Cuando se atraviesa la línea de lo normal, es ahí cuando se convierten en algo patológico.

“Los celos son una emoción de la que a veces no tenemos conciencia clara, se manifiesta desde la infancia, con la dinámica que algo o alguien es mío, por ejemplo, mi mamá o mi papá. El celo es sentirme incómodo con una situación, porque siento que ese alguien es mío y si llega alguien y me lo quita, me produce un sentimiento de frustración o enojo”, señala en entrevista la psicóloga Rosario Nava Sánchez, quien asegura que los celos se dan en todo tipo de edades y géneros.

Los temas de celos también tienen mucho que ver con el tema de la autoestima, ya que mientras no exista seguridad, no sabes lo que realmente puedes ofrecer a los demás y eso genera una situación de desconfianza.

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CUANDO SE CONVIERTEN EN ENFERMIZOS

El síndrome de Otelo o también llamado Celotipia es un delirio por el cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel.

“Dentro de nuestros márgenes se clasifica como trastorno o enfermizo, cuando algo genera que todo el tiempo se aborde el tema de la pareja, en cuanto a su entorno e inclusive con su misma familia”, manifestó la especialista, es decir cuando ya hay una situación de manipulación en el desarrollo y la vida de la otra persona, inclusive en su teléfono o redes sociales. “Los celos normales son hablar con el otro sobre algo que incomoda y tratar de solucionarlo, pero ya cuando todo el tiempo genero una dinámica de saber qué pasa con él o ella y lo que lo rodea, qué hace y con quien está, ahí ya es algo patológico, y más cuando la situación se ha dado con anterioridad, quizá en relaciones pasadas, y esta no se ha resuelto”, enunció.

Cuando una persona está obsesionada con la idea de la infidelidad, muestra una serie de conductas que se manifiestan tratando de buscar pruebas que lo demuestren, por ejemplo, entrando en el ordenador o mirando el teléfono móvil de su pareja. También puede mostrarse violenta o humillar al otro. En casos extremos la persona que padece del trastorno puede llegar a matar al objeto de sus celos.

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LA CURA

Antes de llegar a un caso extremo, es importante poner atención a los focos que te están llevando a conductas exageradas que pueden salirse de control, por ejemplo, debes checar tu forma de respirar cuando te sientes mal por una situación que te disgusta o detectar si has dejado de pensar en ti mismo y en tu desarrollo, por gastar energía en estar al pendiente de la otra persona y su entorno. En este caso lo más conveniente es acudir con un especialista que pueda brindarte la ayuda necesaria.

“Más que cura, nosotros lo vemos como un acompañamiento en psicoterapia, principalmente por dos puntos: uno, la autoestima, que hay que trabajarla mucho y dos, la dinámica de la emoción, aprender a expresarme de manera adecuada y disminuir lo que es el manejo del control ante los demás, que es un detalle a trabajar en sesión”, especificó Rosario.

Finalmente, la experta nos aclaró que el punto de partida siempre será durante la infancia, la forma en como eduques a tus hijos y cómo les enseñes a compartir y a despojarse de cosas materiales (como juguetes o dulces), de esta manera no les crearás un sentimiento de pertenencia y los enseñarás a soltar, para no generar heridas emocionales que, a la larga, puedan forjar el sentimiento de los celos.

CONTACTO:

Psicóloga Rosario Nava Sánchez

LU-NA Espacio de Desarrollo Integral Humanista

Priv. 16 de septiembre 2104, planta alta Col. El Carmen

2227 14 21 64

FB: @desarrolloluna

DATO EXTRA:

El comportamiento de una persona celosa, que está obsesionada con la idea de la infidelidad, es como el de un investigador profesional que persigue la duda.

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