Si vives amargado, porque mientras tú trabajas tus amigos andan de fiesta o vacaciones y observas sus vidas relajadas en redes sociales ¡sácale provecho a ese sentimiento! y convierte a la envidia en tu motor de superación personal.
Jaqueline Machado Garduño, especialista en desarrollo de consciencia y sexualidad, asegura que la envidia es la incapacidad que tiene una persona de creer que puede sentir alegría y satisfacción por los logros de otros y, por lo tanto, esta pertenece a la sombra emocional de un ser humano.
“Es como la cabina de control que ensombrece tu vida y toma el mando de situaciones que tienes pendientes, como la propia envidia que sientes. Si tú rechazas que la sientes hacia otros, tomará poder sobre ti, porque mientras más la reprimas más se intensifica. Pero si la aceptas, puedes sacarle ventaja y liberarte”, expone.
Para sacarle provecho a todo eso que te pone verde, primero debes darte cuenta de qué es lo que estás envidiando y a quién. En segundo lugar, debes reconocer qué es lo que tú has pospuesto en tu vida para no tenerlo, como decisiones mal tomadas o acciones que no has realizado.
Sentir envidia te permite entender cuáles creencias, ideas y experiencias te limitan para no conseguir lo que deseas (casa, pareja, hijos, vacaciones) y esto te puede empujar a tomar las decisiones y acciones necesarias para conseguir eso que quieres.
¡Pero no te quedes ahí! trasciende y abraza tu envidia como una energía negativa que forma parte de la oscuridad emocional en tu vida. La psicóloga explica que, si la abrazas y la aprecias, integrándola y aceptándola a pesar de tus prejuicios, podrás trascenderla expandiendo tu consciencia.
“Ese sentimiento te genera un conflicto interior, pero cuando la reconoces encuentras la luz oculta en ella, que te empuja a conseguir el objeto de tu envidia. Entonces el problema se disuelve y tú te liberas, adquieres una mayor conciencia que, si llega a un buen nivel, te das cuenta de que la envidia no era tu enemiga sino un maestro con la enseñanza de que tú también puedes lograr aquello que te propongas sin compararte con el exterior, llámese persona, lugar o situación”, advierte.
Para concluir, Machado enfatiza que aprovechar el impulso que te da la envidia y liberarte de ella, también te permite entender que sentir envidia no es ni bueno ni malo, pero te darás cuenta de que hay miedo y agresividad en tu interior, de la misma forma que hay también un camino para liberar.
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