Chignahuapan, Pue.- Inspirados en elementos simbólicos y representativos de este Pueblo Mágico, los murales pintados en las calles en torno a la famosa laguna chignahuapense son un reflejo de la historia, tradición y modernidad que forman parte de los atractivos turísticos de este destino que, en este periodo navideño, recibió cerca de 250 mil visitantes.
El recorrido inicia desde la laguna, que recientemente estrenó un reloj monumental que se suma a los atractivos del lugar. Algunos ajolotes y peces vivos son parte del paisaje, pues los muros juegan con este elemento tradicional del municipio. Al menos 15 segmentos del mural están dedicados al ajolote, especie en peligro de extinción y protegida por las leyes mexicanas.
El clima, la geografía, la altura y otras cualidades facilitan que los lagos, pozas y canales se conviertan en el hábitat que requiere esta especie, particularmente de turbidez, niveles de oxigenación disueltos en el agua y condiciones estables de las corrientes.
El axolotl requiere en su hábitat, además, una temperatura de 12 a 16 °C, que favorecen a la variante de esta especie endémica de Chignahuapan, aunque también hay otras asociadas en el centro del país.
El arte de estos murales no incluye solamente un concepto tradicional, ya que también se utilizan estilos modernos de pintura, en la que también retratan rostros femeninos, alusiones a la cultura prehispánica mexicana náhuatl, la muerte y el paso de las almas a través del Mictlán, incluso del tradicional Festival Luz y Vida, que representa el paso de las almas por el lugar de los muertos.
Destaca de manera particular una serpiente de Quetzalcóatl, que se ubica tridimensionalmente en un muro que abarca unos escalones que dirigen hacia esta laguna; la imagen, al tiempo que da la bienvenida, recuerda a este mitológico personaje.
No puede hacerse a un lado la integración del guardián de las puertas del inframundo, el Xólotl, que aparece en al menos cuatro murales, así como la reproducción de diferentes flores de cempaxúchitl.
Este atractivo turístico no puede pasar desapercibido y tan sólo en esta edición de la 25 Feria del Árbol y de la Esfera, uno de los eventos comerciales y turísticos más importantes de este Pueblo Mágico, en su primera edición abierta tras el cierre de actividades provocado por la pandemia derivada del Covid-19, a finales de 2021 se contó con la asistencia de 250 mil visitantes.
Los turistas que desde inicios de noviembre llegan a Chignahuapan, para comprar esferas y otros motivos navideños, se convierten en el principal motor económico durante esa temporada en esta demarcación, cifras alentadoras en la estrategia de reactivación económica.
CÓMO LLEGAR A ESTE PUEBLO MÁGICO
Chignahuapan se encuentra a 119 kilómetros de Puebla capital y a poco más de 187 kilómetros de la ciudad de México. Para ir en automóvil desde la ciudad de Puebla el viaje es de 2 horas y media, debes tomar la autopista México-Puebla y tomar la salida a Tlaxcala en San Martín Texmelucan.
Al pasar una caseta, pasarás Tlaxcala y seguirás rumbo a Apizaco. Dirígete hacia Tlaxco y no pierdas de vista el señalamiento Huachinango/Chignahuapan, que te llevará directo a tu destino.
Desde la CDMX en auto, tomar la avenida Insurgentes Norte, dirección hacia la autopista México-Pachuca/México 85, hacia la autopista México-Pachuca/México 85D, en Urbana Ixhuatepec, Ecatepec de Morelos.
Continuar por esta carretera, la 132, hacia Ecatepec de Morelos-Tulancingo/México-Tuxpan/México 132D, hasta Tulancingo (Hidalgo), usando los carriles derechos por esa carretera pasará por Pirámides/Tulancingo.
De ahí tomar el acceso por la 132D en dirección a Tuxpan/Poza Rica. Una vez ahí, es necesario seguir por la 132D y 119D hasta llegar a la salida en dirección a Chignahuapan/carretera federal 119 de cuota.
En vehículo el viaje dura alrededor de 150 minutos; en autobús, desde la Terminal del Norte, es necesario tomar el camión a Zacatlán y de ahí a Chignahuapan, en un recorrido que puede rebasar las cuatro horas.
