Hola queridos lectores, su servidor Eduardo Zamora como cada ocho días pasando lista de presente en la calidez de sus hogares; en esta ocasión te voy a narrar la historia de cuatro bellas damas, las cuales desde hace más de un siglo te acompañan en tus paseos por el zócalo de nuestra ciudad, comencemos.
Al caminar en tu acostumbrado paseo dominguero, te habrás fijado que en las cuatro esquinas del zócalo están instaladas cuatro bellas damas fundidas en fierro, según muestra la pátina que presentan, colocadas en sendas bases de mármol de Carrara, pues según reza el texto en los costados de estas cuatro pilastras de mármol, fueron colocadas el día 15 de septiembre de 1926, siendo presidente de la república Plutarco Elías Calles, como gobernador Claudio N. Tirado y como alcalde Francisco M. Urrutia y según texto de cada una de las bases, fueron obsequio de las colonias de extranjeros asentadas en la angelópolis: sirio-libanesa, española, inglesa y alemana.
Pero por azares del destino y por obra de la casualidad, mi esposa y un servidor descubrimos un texto, del cual por cuestiones de privacidad no voy a mencionar su origen, donde se comprueba otra historia acerca de estas cuatro bellas damas. Para empezar, representan musas de la literatura y la poesía, sus nombres son HEBE, FLORA, PSICHE y VENUS.
Fueron fundidas por la empresa francesa A. Durenne Sommevoide, son copia fiel de otras cuatro existentes en la Alameda de la Ciudad de México, solo que en este jardín son 12 las figuras femeninas, y aquí en Puebla son cinco ¿cinco?, así es pues falta mencionar la figura femenina que esta al norte del jardín de San Francisco, contra esquina del hospital de la Cruz Roja, en la 18 Oriente y 10 Norte, solo que esta dama solitaria fue fundida por la empresa alemana M. Czarnicowa & Co. Berlín, llamada el nacimiento de Venus.
Existe en los archivos del H. Ayuntamiento una factura fechada en el año de 1889, septiembre 30, donde se indica que este pagó a la fundidora francesa la cantidad de setecientos pesos por cuatro figuras escultóricas femeninas, indicando su peso de 245 kilos cada una, y otro documento indicando el cabildo que se pague al portador de esa factura dicha cantidad en pesos oro, incluyéndose en la factura el desembarco en Veracruz y su traslado a Puebla, llegando estas a la ciudad el 11 de diciembre de 1889, pero se ignora el porqué nunca fueron desembaladas.
Además, existe una factura del año de 1926, donde el Ayuntamiento encarga la elaboración de cuatro pedestales de mármol de carrara, encargadas al escultor Alfredo Attollini, directamente a la ciudad de Carrara, con un costo de 2,620 pesos oro, de los cuales solo se pagaron al contado 1,955 pesos, el resto se quedó en adeudo para la próxima administración municipal, de la cual se tiene conocimiento nunca se pagaron.
¿De dónde surge el patrocinio de las colonias extranjeras en la ciudad?, se sabe que el alcalde les pidió originalmente su cooperación a estas para instalar estas estatuas, las cuales ya tenían 36 años embaladas y guardadas en las bodegas del Ayuntamiento, así que originalmente las colonias de vecinos solo pagaron los pedestales, pero las estatuas fueron pagadas por los contribuyentes, 36 años antes, y así es como hasta la fecha estas cuatro bellas damas te acompañan silenciosamente en tu andar por los pasillos del zócalo capitalino.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez y te espero el próximo domingo con otro agradable relato de tu ciudad.
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