/ sábado 16 de mayo de 2020

Un carpintero muy poblano | TURISTEANDO CON EL BARÓN ROJO

Una pequeña parte de la historia del barrio de San José, dedicado al padre terrenal de Jesús de Nazareth

Hola queridos lectores, gracias por recibirme en sus hogares este sábado, siempre con el deseo de que mis notas sean de su agrado. En esta ocasión les voy a platicar un poquito de la historia de uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Puebla y además uno de los más famosos: el histórico barrio de San José, comencemos.

El popular barrio de San José es, a pesar de su valor histórico, muy chico, ya que lo integra un pequeño grupo de manzanas que abarca, por el norte el Bulevar 5 de Mayo al oriente la Calle 4 Norte, al sur la 18 Oriente-Poniente y por el poniente, la Calle 5 de Mayo; así de pequeño, solo 7 manzanas, que incluyen: el templo del mismo nombre, el centro médico del IMSS, el jardín y un parque.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

SU HISTORIA

El templo de San José. Fue iniciada su construcción, según crónicas, en el año de 1556 -25 años después de fundada la ciudad de Puebla-. Reza una leyenda que su construcción se inició para resolver los graves problemas de inundaciones que sufría esa parte de la ciudad, además de las enormes tormentas eléctricas, que ya tenían en su haber varias desgracias entre los lugareños, que como ya no tenían ninguna solución terrenal acudieron a la advocación divina y, por medio de un sorteo improvisado, eligieron entre varios santos al cual se le erigiría un templo, resultando elegido el señor San José, patrono de los carpinteros, de ahí su advocación al padre de Jesús.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

LA IGLESIA

Es una enorme construcción de estilo barroco novohispano, con fachada de petatillo y talavera poblana formada por tres naves, con orientación oriente-poniente, las naves norte y sur forman el pasillo donde están erigidos 8 retablos exquisitamente decorados con lamina de oro, al más puro estilo churrigueresco.

Lo que más destaca es el enorme vestíbulo de la entrada, un detalle de arquitectura que ningún otro templo poblano tiene; previo al acceso a las tres naves que forman el templo un detalle curioso: del lado norte, la primera capilla y del lado sur la última capilla, que es la más importante, la de Jesús Nazareno. Estas dos tienen un portal con frisos bellamente tallados en piedra de cantera. La enorme capilla de Jesús Nazareno está al lado sur del altar mayor; su construcción fue terminada en el año de 1706; su cúpula está montada sobre un tambor, que la hace resaltar sobre el horizonte de la ciudad.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

VICENTE SUÁREZ

En la fachada del templo existe una placa develada en el año de 1958, la cual reza que fue en este templo donde fue bautizado en el año de 1833 el niño José Vicente de la Soledad Suárez, mejor conocido por el nombre de Vicente Suárez, muerto en combate en la defensa de la Patria en la batalla el castillo de Chapultepec en el año de 1847.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

EL JARDÍN

Lo que conocemos popularmente como el jardín de San José de hecho no lo fue, era simplemente una calle ancha, no fue considerado como jardín o parque público sino hasta 1910, pero ¿por qué surgió como jardín?

Desde los años del inicio del México independiente, por 1821, se construyó del lado norte de la hoy avenida 18 oriente el cuartel del destacamento en Puebla, sitio que además fue prisión militar. Este cuartel se construyó respetando la naciente traza urbana de la ciudad y en tiempos de la revolución se trazó la acera sur, pero respetando la traza de la calle 18 Oriente, formando la esquina con la actual calle 2 Norte. Esto formó una enorme plazuela, la cual no era más que un terreno baldío.

No fue sino hasta la década de 1910, siendo gobernador el militar porfirista Mucio Práxedes Martínez, quien dispuso que esta fuera una plaza pública, la cual no resultó más que en un trazo de andadores sin forma alguna. Al término de la revolución y ya entrados los años 30 del siglo pasado, el cabildo dispuso que se le llamara “Plaza Francisco I. Madero” y que se levantara un monumento al mismo.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

Hay que recordar que en 1910, en una visita del mártir revolucionario, puso la primera piedra de lo que se le conoció al cruce de esta avenida 18 Oriente con el río San Francisco, del puente al que se le llamo, de la DEMOCRACIA, que por falta de dinero y planeación financiera del cabildo fue terminado e inaugurado hasta el año de 1934.

Misma suerte corrió el naciente parque Francisco I. Madero, ya que se mandó fundir la actual estatua de Madero sin tener pedestal o parque donde colocarla, la estatua fue entregada por la compañía fundidora y, al no haber donde colocarla, la dejaron al centro de la naciente plaza, embalada y abandonada por largos 4 años, increíblemente respetada por el escaso vandalismo de la época, ¿se imaginan hoy en día?, esa estatua se esfumaría en cuestión de minutos.

Un detalle poco sabido: esta estatua de bronce es la más grande de la ciudad, ya que mide 3 metros 30 centímetros y tiene un peso de más de 1500 kilos. Por fin y después de 4 largos años de planeación y construcción, este parque fue inaugurado en el año de 1934.

Pues esta es solo una pequeñísima parte de la historia del popular e histórico barrio de San José, hoy en día un bellísimo paseo arbolado que bien vale la pena disfrutar.

Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos el próximo sábado.

Contacto:

  • WhatsApp: 22 14 15 85 38
  • Facebook: Eduardo Zamora Martínez

Hola queridos lectores, gracias por recibirme en sus hogares este sábado, siempre con el deseo de que mis notas sean de su agrado. En esta ocasión les voy a platicar un poquito de la historia de uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Puebla y además uno de los más famosos: el histórico barrio de San José, comencemos.

El popular barrio de San José es, a pesar de su valor histórico, muy chico, ya que lo integra un pequeño grupo de manzanas que abarca, por el norte el Bulevar 5 de Mayo al oriente la Calle 4 Norte, al sur la 18 Oriente-Poniente y por el poniente, la Calle 5 de Mayo; así de pequeño, solo 7 manzanas, que incluyen: el templo del mismo nombre, el centro médico del IMSS, el jardín y un parque.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

SU HISTORIA

El templo de San José. Fue iniciada su construcción, según crónicas, en el año de 1556 -25 años después de fundada la ciudad de Puebla-. Reza una leyenda que su construcción se inició para resolver los graves problemas de inundaciones que sufría esa parte de la ciudad, además de las enormes tormentas eléctricas, que ya tenían en su haber varias desgracias entre los lugareños, que como ya no tenían ninguna solución terrenal acudieron a la advocación divina y, por medio de un sorteo improvisado, eligieron entre varios santos al cual se le erigiría un templo, resultando elegido el señor San José, patrono de los carpinteros, de ahí su advocación al padre de Jesús.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

LA IGLESIA

Es una enorme construcción de estilo barroco novohispano, con fachada de petatillo y talavera poblana formada por tres naves, con orientación oriente-poniente, las naves norte y sur forman el pasillo donde están erigidos 8 retablos exquisitamente decorados con lamina de oro, al más puro estilo churrigueresco.

Lo que más destaca es el enorme vestíbulo de la entrada, un detalle de arquitectura que ningún otro templo poblano tiene; previo al acceso a las tres naves que forman el templo un detalle curioso: del lado norte, la primera capilla y del lado sur la última capilla, que es la más importante, la de Jesús Nazareno. Estas dos tienen un portal con frisos bellamente tallados en piedra de cantera. La enorme capilla de Jesús Nazareno está al lado sur del altar mayor; su construcción fue terminada en el año de 1706; su cúpula está montada sobre un tambor, que la hace resaltar sobre el horizonte de la ciudad.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

VICENTE SUÁREZ

En la fachada del templo existe una placa develada en el año de 1958, la cual reza que fue en este templo donde fue bautizado en el año de 1833 el niño José Vicente de la Soledad Suárez, mejor conocido por el nombre de Vicente Suárez, muerto en combate en la defensa de la Patria en la batalla el castillo de Chapultepec en el año de 1847.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

EL JARDÍN

Lo que conocemos popularmente como el jardín de San José de hecho no lo fue, era simplemente una calle ancha, no fue considerado como jardín o parque público sino hasta 1910, pero ¿por qué surgió como jardín?

Desde los años del inicio del México independiente, por 1821, se construyó del lado norte de la hoy avenida 18 oriente el cuartel del destacamento en Puebla, sitio que además fue prisión militar. Este cuartel se construyó respetando la naciente traza urbana de la ciudad y en tiempos de la revolución se trazó la acera sur, pero respetando la traza de la calle 18 Oriente, formando la esquina con la actual calle 2 Norte. Esto formó una enorme plazuela, la cual no era más que un terreno baldío.

No fue sino hasta la década de 1910, siendo gobernador el militar porfirista Mucio Práxedes Martínez, quien dispuso que esta fuera una plaza pública, la cual no resultó más que en un trazo de andadores sin forma alguna. Al término de la revolución y ya entrados los años 30 del siglo pasado, el cabildo dispuso que se le llamara “Plaza Francisco I. Madero” y que se levantara un monumento al mismo.

Foto: Cortesía Eduardo Zamora

Hay que recordar que en 1910, en una visita del mártir revolucionario, puso la primera piedra de lo que se le conoció al cruce de esta avenida 18 Oriente con el río San Francisco, del puente al que se le llamo, de la DEMOCRACIA, que por falta de dinero y planeación financiera del cabildo fue terminado e inaugurado hasta el año de 1934.

Misma suerte corrió el naciente parque Francisco I. Madero, ya que se mandó fundir la actual estatua de Madero sin tener pedestal o parque donde colocarla, la estatua fue entregada por la compañía fundidora y, al no haber donde colocarla, la dejaron al centro de la naciente plaza, embalada y abandonada por largos 4 años, increíblemente respetada por el escaso vandalismo de la época, ¿se imaginan hoy en día?, esa estatua se esfumaría en cuestión de minutos.

Un detalle poco sabido: esta estatua de bronce es la más grande de la ciudad, ya que mide 3 metros 30 centímetros y tiene un peso de más de 1500 kilos. Por fin y después de 4 largos años de planeación y construcción, este parque fue inaugurado en el año de 1934.

Pues esta es solo una pequeñísima parte de la historia del popular e histórico barrio de San José, hoy en día un bellísimo paseo arbolado que bien vale la pena disfrutar.

Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos el próximo sábado.

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