En la capital poblana descubrieron restos humanos del siglo XIX que en su mayoría están asociados con la Intervención Francesa que ocurrió durante 1862 y 1867. Los especialistas señalan que con este descubrimiento podrán obtener más datos sobre los procesos funerarios antiguos.
El hallazgo fue realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Secretaría de Cultura. Explicaron que también hay víctimas de algunas epidemias de la época, como el tifus, que se convirtió en un problema significativo.
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En total se reconocieron seis entierros primarios, es decir, cuerpos que jamás fueron manipulados o movidos de la zona en la que los sepultaron por primera vez, es por eso, que aún conservan sus conexiones anatómicas, lo que significa que los restos están separados por organismos, sin que haya confusiones.
¿A QUIÉNES PERTENECÍAN LOS RESTOS?
Los esqueletos estaban en el templo de San Francisco Javier, ubicado dentro del Centro Histórico, explicaron que las indagaciones para determinar las características finales continúan, pero las primeras teorías arrojan que cinco son seres masculinos y uno femenino, todos son adultos pues superan los 25 años de edad.
Uno de los restos pertenece a un varón que tiene un impacto de bala en el hueso iliaco, que está debajo del abdomen de lado izquierdo, además cerca de él estaba un arma que se presume fue la causante de su muerte. El investigador explicó que las muestras revelan que él y algunos de los otros restos, formaron parte del conflicto entre Francia y México.
En este sentido, se añadió que nadie en esos años hubiera podido sobrevivir a un ataque de ese estilo, los avances médicos no eran suficientes para tratar la herida: “Ya que seguramente atravesó órganos importantes, y por la época era poco probable que una persona sobreviviera con un proyectil dentro del cuerpo”, contestó la antropóloga física Lizbeth Chicas Martínez.
Se puntualizó que el recinto de donde los recuperaron fue utilizado como fuerte de batalla para los combatientes mientras los invasores se trasladaban por los Fuertes de Loreto y Guadalupe en 1863. Comentaron que este sitio a su vez sirvió como capilla de un colegio Jesuita, hospital provisional y una cárcel.
LA INTERVENCIÓN FRANCESA
Tras la Guerra de Reforma que terminó en el año 1858, México entró a una fuerte crisis económica, por eso el presidente Benito Juárez y el Congreso de la República suspendieron el pago de las deudas con otros países.
En respuesta, las autoridades de Francia, España e Inglaterra amenazaron con romper las alianzas diplomáticas, para llegar a un acuerdo, el mandatario oaxaqueño envió al secretario de relaciones exteriores para hacer una negociación.
Aunque la reacción de casi todas las naciones fue satisfactoria, en Paris se negaron y decidieron mandar a sus fuerzas militares, que llegaron por Veracruz, hasta atravesar la provincia de Puebla.
Las fuerzas enemigas llegaron al Fuerte de Guadalupe la madrugada del 5 de mayo, pero los solados no pudieron con las condiciones de la zona, y luego un sometimiento por parte del ejército dirigido por el General Ignacio Zaragoza, las armas nacionales triunfaron.