Uno de los cultos religiosos más importantes y de mayor popularidad en la ciudad de Puebla es el que se rinde al Señor de las Maravillas, al cual se le venera en el templo de Santa Mónica ubicado en el Centro Histórico de la capital del estado, pero ¿conoces su historia? Aquí te la compartimos en este tercer viernes de cuaresma, cuando se lleva a cabo una de las fiestas que se hace al año.
Según cuenta la leyenda que, en la Puebla del Siglo XVII, el párroco de la iglesia de San José mandó a tallar una imagen en madera de Cristo en una de las caídas del viacrucis, y como resultado, el artesano creó una figura que reflejaba compasión, misma que fue llevada al actual Templo de Santa Mónica, ubicado en la Calle 5 de Mayo y 18 Oriente-Poniente.
Pero justo enfrente de aquel recinto religioso existía una cárcel a la cual una mujer poblana, fiel y religiosa, acostumbraba acudir todos los días a visitar a su esposo para llevarle comida y cosas que pudiera necesitar, por lo que al saber del Señor de las Maravillas también iba todos los días al templo para rezar y pedir por la libertad de su marido.
En una de las visitas que hizo a su esposo, la señora conoció a un hombre que le contó que nadie iba a verlo y llena de lástima y piedad, comenzó a llevarle alimentos a él también, pero sin que su marido lo supiera.
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Tiempo después, el Señor de las Maravillas le concedió el milagro a aquella mujer y su esposo salió en libertad, sin embargo, aun así, ella seguía yendo a la cárcel a visitar a su nuevo amigo para continuar llevándole comida.
Una tarde en se dirigía a la cárcel su esposo la sorprendió, pues el hombre ya había sido advertido de que su esposa lo había traicionado con un recluso, y con una voz enérgica el marido pidió una explicación, ella, antes de contestar, se encomendó al santo que le había cumplido su deseo y dijo a su esposo que iba a rezar al Señor de las Maravillas.
El hombre incrédulo abrió la canasta de comida y se asombró al ver que no había más que flores amarillas como las que se le colocaban al santo.
De esta manera el hombre pidió perdón a su esposa y juntos entraron al Templo de Santa Mónica para rezar al Señor de las Maravillas y ahí la mujer le confesó a su esposo la verdad; ambos fueron a buscar a la cárcel a aquel preso, pero nunca lo encontraron y llegaron a la conclusión de que el triste hombre era el Señor de las Maravillas que les había puesto una prueba de amor.
Desde aquel entonces, y hasta la fecha, se dice que, si le pides un deseo a su imagen, él te lo concede, por lo que debes regresar a agradecer su obra.
¿CUÁNTAS VECES AL AÑOS SE CELEBRA AL SEÑOR DE LAS MARAVILLAS?
El Señor de las Maravillas es una imagen tallada en madera, ubicada en el Templo de Santa Mónica, anexo al Museo de Arte Religioso de Santa Mónica, de gran fama, debido a que es la talla religiosa más venerada de la ciudad, además de que es la imagen principal en la procesión del Viernes Santo.
El Señor de las Maravillas cuenta con tres fiestas anuales: el 1 de julio (que es la principal y la más grande), el Viernes Santo y el tercer viernes de Cuaresma. En la fiesta del 1 de julio es tradición que un mariachi interprete Las Mañanitas a la entrada del templo, donde es habitual que haya degustación de comida.
El Viernes Santo la imagen es sacada de la urna que la custodia para ser procesionada junto con otras imágenes de la zona, como la Virgen de los Dolores, Jesús de Analco, Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad.
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Actualmente el Señor de las Maravillas es un santo venerado por demasiados poblanos, muchos de ellos afirman que es muy bondadoso y concede todo lo que le pidas siempre y cuando lo hagas con fe, incluso, otros más aseguran haber visto como la figura cambia de posición.