/ lunes 27 de diciembre de 2021

Esta reliquia prehispánica tendría poderes curativos y no está en México

La máscara representaría el rostro de Xiuhtecuhtli, con su origen todavía discutido entre las culturas mixteca y mexica

Dentro de las culturas prehispánicas de México, sus dioses y creencias se mantienen como una de las propiedades más ricas de su historia. Sus dioses eran representados por figuras y esculturas únicas, como es el caso de la máscara de Xiuhtecuhtli, el Dios del Fuego.

Su nombre también puede entenderse como “Señor del Año” y “Señor Turquesa”, de ahí el material elegido para su realización. Como muchas de las esculturas de la época mixteca y mexica, está bella máscara no se encuentra en México al ser parte de la galería de México presente en el Museo Británico de Londres.

LAS CREENCIAS DE LA MÁSCARA

Xiuhtecuhtli era conocido como el dios azteca del fuego por lo que estaba asociado a los jóvenes guerreros y gobernantes. Dentro de la mitología mesoamericana, se pensaba que el fuego recorrería todo el universo y donde este elemento se encontraba ahí también estaba esta deidad.

Debido a que era conocido como el Señor de la Turquesa, era representado en el arte con mosaico de turquesa. Una de las representaciones más conocidas de este dios es la máscara de Xiuhtecuhtli, realizada con mosaico de turquesa del siglo XIV con ojos de concha.

De acuerdo con libros como el de “Antigüedades de la Nueva España” de Francisco Hernández, cuando el Tlatoani llegaba a enfermar, se le colocaba una máscara, la cual tenía poderes curativos. Las enfermedades no eran muy comunes antes de la llegada de los españoles, debido a la alimentación e higiene que tenían los emperadores en aquel tiempo.

Cuenta con orificios de suspensión en las sienes, lo que indica que es posible que la máscara si podía ser utilizada o que podía ser atada a otro objeto. Existen diversas ilustraciones en donde los Tlatoani eran dibujados portando diversas máscaras turquesas, siendo esta una de ellas.

GRANDES DETALLES DE LA RELIQUIA TURQUESA

Respecto a lo que se puede ver en la máscara, cuenta con oro en los párpados, el cual se aplicó como una fina lámina de aproximadamente una centésima de milímetro de espesor. La mariposa también se consideraba uno de los emblemas de Xiuhtecuhtli y la figura puede ver estilizada en la máscara, con las alas resaltadas en azul turquesa más intenso en las dos mejillas.

La máscara está hecha de madera de cedro y cubierta de mosaico turquesa de cabujones turquesas dispersas. En cuanto a los ojos, se trabajaron en nácar y los dientes son de concha. En la superficie interior de la máscara se puede ver la pintura de cinabrio y la madera fue tallada para producir una curva y los contornos de la cara.

Debido al uso de cabujones turquesa en relieve se logró el efecto de “verrugas”, que se forman a partir de nódulos lisos y brillantes de turquesa aplicados de manera que se superponen con las teselas turquesas circundantes. El descubrimiento de estas verrugas hizo que la máscara fuera relacionada también con Nanahuatzh, un pequeño dios que se arrojó al fuego al momento de la creación para luego levantarse y convertirse en el sol Tonatiuh.

Los materiales con los que cuenta con turquesa, madre perla, madera de cedrela, caracola, cinabrio y resina de pino, mientras que, la técnica para su creación es traspasado, pintado, dorado y tallado. Se estima que su producción se realizó de 1400 a 1521, aunque sigue en discusión si es de creación mixteca o mexica.

Los estudios del Museo Británico señalan que se trata de una impresión subjetiva de lo que es un rostro.

SU LLEGADA AL MUSEO BRITÁNICO

Una de las más grandes colecciones de arte prehispánico no se encuentra en México, sino en el Museo Británico de Londres como varias de las piezas de arte más antiguas del mundo. La máscara de Xiuhtecuhtli forma parte de su gran galería, después de un largo recorrido por diversas colecciones.

No existe una claridad sobre el momento en que la salida de la máscara se dio, aunque se estima que ocurrió cuando se trasladó el Penacho de Moctezuma, que actualmente está en el Museo de Etnología de Viena, Austria.

Posteriormente, apareció en el catálogo de la colección de Bram Hertz, un comerciante de diamantes y coleccionista de arte originario de Alemania y que vivió en Londres desde 1837. Él los habría obtenido de una célebre colección en Florencia, Italia, de cual no se tiene descripción.

Su llegada al Museo se dio como una donación de Henry Christy y fue expuesta por primera vez en Londres en la Sala 1 del Museo de la Humanidad en 1987. La gran parte de las piezas del museo fueron compradas o donadas por miembros de la alta sociedad británica.

Dentro de las culturas prehispánicas de México, sus dioses y creencias se mantienen como una de las propiedades más ricas de su historia. Sus dioses eran representados por figuras y esculturas únicas, como es el caso de la máscara de Xiuhtecuhtli, el Dios del Fuego.

Su nombre también puede entenderse como “Señor del Año” y “Señor Turquesa”, de ahí el material elegido para su realización. Como muchas de las esculturas de la época mixteca y mexica, está bella máscara no se encuentra en México al ser parte de la galería de México presente en el Museo Británico de Londres.

LAS CREENCIAS DE LA MÁSCARA

Xiuhtecuhtli era conocido como el dios azteca del fuego por lo que estaba asociado a los jóvenes guerreros y gobernantes. Dentro de la mitología mesoamericana, se pensaba que el fuego recorrería todo el universo y donde este elemento se encontraba ahí también estaba esta deidad.

Debido a que era conocido como el Señor de la Turquesa, era representado en el arte con mosaico de turquesa. Una de las representaciones más conocidas de este dios es la máscara de Xiuhtecuhtli, realizada con mosaico de turquesa del siglo XIV con ojos de concha.

De acuerdo con libros como el de “Antigüedades de la Nueva España” de Francisco Hernández, cuando el Tlatoani llegaba a enfermar, se le colocaba una máscara, la cual tenía poderes curativos. Las enfermedades no eran muy comunes antes de la llegada de los españoles, debido a la alimentación e higiene que tenían los emperadores en aquel tiempo.

Cuenta con orificios de suspensión en las sienes, lo que indica que es posible que la máscara si podía ser utilizada o que podía ser atada a otro objeto. Existen diversas ilustraciones en donde los Tlatoani eran dibujados portando diversas máscaras turquesas, siendo esta una de ellas.

GRANDES DETALLES DE LA RELIQUIA TURQUESA

Respecto a lo que se puede ver en la máscara, cuenta con oro en los párpados, el cual se aplicó como una fina lámina de aproximadamente una centésima de milímetro de espesor. La mariposa también se consideraba uno de los emblemas de Xiuhtecuhtli y la figura puede ver estilizada en la máscara, con las alas resaltadas en azul turquesa más intenso en las dos mejillas.

La máscara está hecha de madera de cedro y cubierta de mosaico turquesa de cabujones turquesas dispersas. En cuanto a los ojos, se trabajaron en nácar y los dientes son de concha. En la superficie interior de la máscara se puede ver la pintura de cinabrio y la madera fue tallada para producir una curva y los contornos de la cara.

Debido al uso de cabujones turquesa en relieve se logró el efecto de “verrugas”, que se forman a partir de nódulos lisos y brillantes de turquesa aplicados de manera que se superponen con las teselas turquesas circundantes. El descubrimiento de estas verrugas hizo que la máscara fuera relacionada también con Nanahuatzh, un pequeño dios que se arrojó al fuego al momento de la creación para luego levantarse y convertirse en el sol Tonatiuh.

Los materiales con los que cuenta con turquesa, madre perla, madera de cedrela, caracola, cinabrio y resina de pino, mientras que, la técnica para su creación es traspasado, pintado, dorado y tallado. Se estima que su producción se realizó de 1400 a 1521, aunque sigue en discusión si es de creación mixteca o mexica.

Los estudios del Museo Británico señalan que se trata de una impresión subjetiva de lo que es un rostro.

SU LLEGADA AL MUSEO BRITÁNICO

Una de las más grandes colecciones de arte prehispánico no se encuentra en México, sino en el Museo Británico de Londres como varias de las piezas de arte más antiguas del mundo. La máscara de Xiuhtecuhtli forma parte de su gran galería, después de un largo recorrido por diversas colecciones.

No existe una claridad sobre el momento en que la salida de la máscara se dio, aunque se estima que ocurrió cuando se trasladó el Penacho de Moctezuma, que actualmente está en el Museo de Etnología de Viena, Austria.

Posteriormente, apareció en el catálogo de la colección de Bram Hertz, un comerciante de diamantes y coleccionista de arte originario de Alemania y que vivió en Londres desde 1837. Él los habría obtenido de una célebre colección en Florencia, Italia, de cual no se tiene descripción.

Su llegada al Museo se dio como una donación de Henry Christy y fue expuesta por primera vez en Londres en la Sala 1 del Museo de la Humanidad en 1987. La gran parte de las piezas del museo fueron compradas o donadas por miembros de la alta sociedad británica.

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