Desde los 10 años Arturo Salazar Hernández se integró al grupo de “santiagueros” perteneciente a Xochitlán, una danza que consiste en ocupar una mascara roja y un machete; quedó tan fascinado por el vestuario que quiso adentrarse más en este mundo y aprendió a hacer las máscaras tradicionales para los bailes típicos de la zona. Hasta el momento, no ha dejado morir la elaboración de estos productos.
Sólo hay tres personas que se siguen dedicando a la elaboración de máscaras de madera en Xochitlán y por ello, Arturo cree que es de suma importancia que esta actividad se preserve, pues como va pasando el tiempo hay menos artesanos en este gremio.
Las mascaras son 100 por ciento artesanales, hechas de madera de la región, talladas y decoradas por el mismo Arturo y principalmente son hechas para darle vida a los bailes tradicionales de las comunidades cercanas a Xochitlán de Vicente Suárez como las danzas de los Patrianos, Los Toreadores y los Santiagos.
Los Santiagos es la danza más importante en Xochitlán y de acuerdo con Salazar Hernández, representa la batalla de Santiago Caballero contra Pilatos, este baile suele presentarse en la feria patronal y los danzantes al integrarse a estos grupos hacen promesas a su santo.
“Hace años me dedico a la artesanía de máscaras de madera para las danzas de Xochitlán y de diferentes pueblos vecinos que todavía conservan la danza tradicional. Aquí, son siete grupos de danza y cada una representa diferentes hechos y diferentes historias (…) entré a la danza por una promesa, al principio creí que sólo serían cuatro años, pero me gustó tanto que me quedé 10 años”, compartió.
La primera máscara que hizo fue muy pequeña, pero se le dio tan bien eso de perfeccionar rostros en la madera que decidió que se convertiría en su profesión y su sustento en la vida. Su hijo aún es muy pequeño, pero espera que cuando sea mayor también quiera involucrarse en esta artesanía.
“Nadie de mi familia se dedica a esto y mi hijo tiene 11 años, a penas se lo estoy enseñando y trato de ser muy cauteloso porque ocupo muchos fierros filosos y hay que tener precaución, además si se dedica a esto me gustaría que fuera por sus propios compromisos y por su convicción”, agregó.
Además de hacer las máscaras tradicionales para las danzas, Arturo hace pedidos de máscaras con los rostros de personas, por ejemplo, en cada año hace mascaras de los personajes representativos del municipio, incluso hacía de los alcaldes en forma de sátira, pero por miedo a represalias dejó de hacerlo.
Hace algunos años unas personas lo fueron a buscar y le pidieron que hiciera una máscara del ex gobernador, Rafael Moreno Valle, pero que le agregara orejas de un burro, aunque él sabe que es trabajo se negó, pues tenía miedo de que el ex mandatario tomara a mal su trabajo.
Así como lo antes mencionado, Arturo tiene varias historias y por tal motivo, cree que tanto el Gobierno Estatal, así como el municipal de Xochitlán debería de voltear a ver esta demarcación, apoyar a los artesanos y no permitir que se muera esta actividad.