Escucha aquí el podcast:
La leyenda cuenta que durante la época del Porfiriato, en el municipio de Aljojuca, ubicado en el centro-oriente del estado de Puebla, habitaba la familia Mugarte, ellos eran españoles y se dedicaban a la ganadería y al cultivo de maíz en la zona aledaña a la población.
El hijo mayor de esta familia, de nombre Renato Mugarte, tenía la costumbre de recorrer el poblado montado en su caballo, lo hacía cada día y aunque en ocasiones se perdía en los bosques que rodeaban al lugar, siempre, siempre, encontraba el camino de regreso a casa.
Una noche de diciembre, en uno de sus recorridos, decidió alejarse más de lo que lo había hecho antes, con el objetivo de conocer más a allá de sus fronteras.
Conforme se alejaba, comenzó a escuchar una voz pidiendo auxilio con mucha, pero mucha, desesperación.
Renato no daba cuenta de lo que pasaba, pues en sus recorridos siempre lo acompañaba el silencio.
Entre más avanzaba, la voz desesperada se escuchaba con más fuerza y fue entonces que decidió buscar el origen con el objetivo de poder ayudar.
A lo lejos vio una laguna y se percató que las súplicas provenían de ahí, entonces sacó su pistola y se acercó poco a poco.
Al encontrarse a pocos metros, se dio cuenta que los llamados de auxilio pertenecían a una mujer que parecía estarse ahogando.
Entonces, el hombre desesperado comenzó a quitarse la ropa y todo lo que llevaba puesto para meterse al agua y auxiliar a la mujer que le rogaba que lo hiciera.
A punto de hacerlo, comenzó a escuchar una voz que le pedía una y otra vez que se detuviera, que no lo hiciera.
Aturdido, Renato entró en un dilema, pues no sabía qué hacer, si avanzar a ayudar a la mujer que lo suplicaba desde la laguna o atender a la voz que le pedía no hacerlo.
De pronto, se dio cuenta que la voz que intentaba detenerlo era, nada más y nada menos que, la de su madre, quien tiempo antes había fallecido a causa del cólera. La señora le repetía hasta el cansancio que estaba en peligro y le suplicaba que se alejara del lugar.
- Seguir leyendo: [Podcast] El Cristo de la Bala en la Batalla de Puebla
Pero Renato se veía hipnotizado y dominando por la voz que salía de la laguna y que parecía estar en peligro, entonces se acercó aún más y se lanzó al agua.
Pero antes de poder avanzar y poder sumergirse a las profundidades, fue detenido por su padre quien iba acompañado de un sacerdote y del mejor amigo de la familia.
Entre los tres tomaron a Renato, lo sacaron del agua y lo alejaron un poco del lugar.
Los cuatro pudieron percatarse que en el centro de la laguna se veía una extraña figura femenina, tenía forma de una sirena y se notaba enojada por no conseguir atraer a su presa. Segundos después se sumergió en las profundas aguas esperando a una nueva víctima.
Hasta hoy en día, algunos lugareños aseveran haber visto a la sirena en algunas ocasiones, e incluso, por las noches también a algunos otros seres míticos.
- Seguir leyendo: [Podcast] Cofre de Leyendas | Las Brujas de Atlixco
Además, hacen énfasis en que muchas personas han tenido accidentes en la laguna, pero solo hombres han fallecido, mientras que las mujeres salen ilesas. Entonces, para ellos, la laguna es un lugar que atrae la muerte de los varones, debido a que la sirena los llama para que le hagan compañía.
Otra de las historias que se cuentan en Aljojuca, es que brujas se apoderaron de la laguna y por las noches vuelan sobre esta mientras se carcajean. Estos sonidos llaman a los hombres, quienes intentan atraparlas, pero terminan ahogándose.
De lo que no hay duda es que la zona es muy popular y no solo por las leyendas, sino por su gran atractivo visual, que se ubica a, aproximadamente, una hora y cuarenta minutos de la capital poblana.
Este Podcast está disponible también en: