/ domingo 10 de julio de 2022

¡En el olvido! Santo Nombre disminuye drásticamente sus visitas

La zona arqueológica de Teteles abrió en 2017 con registro de seis mil arribos al mes, sin embargo, 5 años después sólo llegan alrededor de mil personas

Fue en enero del año 2017 cuando se abrió la zona arqueológica de Teteles de Santo Nombre. Su museo de sitio, en su momento, se anunció como un legado para los poblanos y un lugar para atraer turismo. Al principio fue así, pues al mes se registraron seis mil visitas en el lugar, pero desde que comenzó la pandemia por coronavirus apenas llegan a mil visitantes cada 30 días.

Este no es el único problema al que se enfrenta la zona, la cual fue resultado de tres años de exploraciones intensas y más de dos de mantenimiento de las antiguas edificaciones, pues tiene muy poca difusión para ser localizada y los pocos letreros que existen para llegar al sitio son muy pequeños o fueron robados.

En suma, además de que no hay visitantes, tampoco existen tantas excavaciones como en un principio, esto a pesar de que todavía hay asentamientos que están cubiertos. Esto se debe al presupuesto que tiene que autorizar el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que por el momento se ha reducido.

Desde la capital poblana y hasta llegar al lugar se recorre una distancia de hora y media en automóvil. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

El Sol de Puebla acudió al municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, donde está ubicada la zona arqueológica. Desde la capital poblana y hasta llegar al lugar se recorre una distancia de hora y media en automóvil. Durante el trayecto no se pudo observar señalética para encontrarlo. Sólo hay un anuncio en la entrada del municipio y letreros de lámina en las colonias aledañas a la zona.

Es más fácil que los vecinos te den indicaciones para llegar a la zona, pues todos la conocen, pero esto no significa que la visiten. Entrevistados por este diario, aceptan que muy rara vez llegan a ir, incluso, hay ciudadanos que nunca han estado ahí, a pesar de su cercanía con ella.

BAJA EN VISITANTES Y POCA DIFUSIÓN

En 2009, el arqueólogo Blas Castellón Huerta, de la dirección del INAH, empezó los proyectos de investigación y descubrió que Santo Nombre es un sitio que tuvo una ocupación prehispánica desde el año 450 antes de Cristo hasta el 650 después de Cristo. Mil años de historia.

El gobierno federal tenía como propuesta abrir 12 nuevos sitios arqueológicos en el país y dentro de esta iniciativa estaba Teteles de Santo Nombre. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Gerardo Navarro Valencia, director del recinto, compartió a este medio que ese mismo año el gobierno federal tenía como propuesta abrir 12 nuevos sitios arqueológicos en el país y dentro de esta iniciativa estaba Teteles de Santo Nombre, sin embargo, su apertura se postergó y fue hasta el 2015 cuando el exgobernador Rafael Moreno Valle lo retomó para abrirlo en el 2017.

“Es una de las dos últimas zonas arqueológicas que se abrió en Puebla junto con la que se abrió en Tehuacán. Este proyecto se abre sobre todo por iniciativa de Rafael Moreno Valle, aunque el sitio ya se estaba trabajando desde el 2009”, resaltó.

En el 2017 se abrió al público en general gracias a un convenio de colaboración celebrado entre el INAH y el gobierno del estado de Puebla, acuerdo que hasta el momento continúa. Se puede decir que es una zona nueva, ya que no supera los 10 años de haberse inaugurado como tal.

El director de la zona expuso que cuando recién se abrió llegaron a registrar visitas de hasta seis mil personas mensuales. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

El director de la zona expuso que cuando recién se abrió llegaron a registrar visitas de hasta seis mil personas mensuales y se mantuvo así por muchos meses. Sin embargo, llegó la pandemia por la Covid-19 y hoy en día, al mes, registran alrededor de 800 y mil ciudadanos, situación que les preocupa.

“Naturalmente, al ser un sitio nuevo, la gente quería venir. En el 2018 se mantuvo el pico, había meses con cuatro mil, luego bajaron hasta dos mil. Para el 2020 tuvimos que cerrar por el tema de la pandemia y estuvimos cerrados desde marzo del 2020 hasta marzo del 2022 (…) Se está recuperando el número de visitantes. En promedio estamos entre los 800 y mil visitantes mensuales. Consideramos que a partir de este periodo la visita incrementará”, agregó.

En la actualidad el sitio arqueológico está abierto a la visita pública, aunque sólo el área del museo y la parte de unidades habitacionales. Esto se debe principalmente a que se realizan gestiones para trabajos de mantenimiento y para recuperar algunos predios que pertenecen al polígono de protección.

Ese polígono de protección abarca 62 hectáreas, ya que arqueológicamente hay poco más de 28 estructuras. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Ese polígono de protección abarca 62 hectáreas, ya que arqueológicamente hay poco más de 28 estructuras y la de mayor altura tiene unas dimensiones de una base 100 x 150 metros y una altura de 22 metros.

Navarro Valencia aceptó que otro de los retos a los que se enfrentan es la difusión del patrimonio y su divulgación. Por su cuenta y para atraer visitantes en el museo de sitio hacían (antes de la pandemia) de dos a tres exposiciones temporales por año, pero con la contingencia esto paró.

El encargado del lugar confirmó lo que este medio vio, pues hay poca señalética para que se ubique el lugar y la zona está “en medio de un cerro”. Aunque este último punto trata de tomarlo como algo favorable, pues a diferencia de otros sitios, no están pegados a la mancha urbana y no hay personas que traten de dañar el patrimonio.

Para recuperar las visitas y que Santo Nombre no pase al olvido, el arqueólogo informó que para este año se prevén dos exposiciones. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

“Fuimos de los pocos museos que reforzamos el área de redes sociales ante esta situación, estuvimos presentando exposiciones vía virtual desde nuestra página oficial y constantemente la estamos nutriendo de información”, dijo ante esta problemática.

Para recuperar las visitas y que Santo Nombre no pase al olvido, el arqueólogo informó que para este año se prevén dos exposiciones y una serie de actividades orientadas a niños. Estarán dirigidas a la sociedad en general, no obstante, también otro de los retos es que la comunidad de Tlacotepec de Benito Juárez se involucre, pues, como se había mencionado, hay habitantes de este municipio que ni siquiera conocen la zona.

Asimismo, en agosto pondrán en marcha el que será el tercer curso de verano en lo que lleva abierto este lugar. Estará dirigido a niños de 8 a 12 años. Esta es otra de las actividades que se harán para captar las visitas que se han mermado desde el inicio de la pandemia.

Durante el “periodo clásico”, que comprende del año 100 al 750 después de Cristo, Teteles de Santo Nombre fue el asentamiento más importante de todo el sur de Puebla. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

“Queremos que se acerquen al museo, ya que en esta parte del Sur de Puebla somos prácticamente el único sitio y museo abierto al público. Aunque Tehuacán está a 45 kilómetros de aquí, nosotros queremos concentrarnos en estos valles de Puebla, Tlacotepec, Tecamachalco, Tepeaca, Ixcaquixtla, porque realmente son lo más cercano que tienen”, apuntó.

EL ASENTAMIENTO MÁS IMPORTANTE DEL SUR DE PUEBLA

De vuelta al tema arqueológico hay que subrayar que lo más importante de este sitio es que durante el “periodo clásico”, que comprende del año 100 al 750 después de Cristo, Teteles de Santo Nombre fue el asentamiento más importante de todo el sur de Puebla.

Durante la investigación se determinó que fue una urbe importante y posiblemente la que mayores vínculos comerciales tuvo con Teotihuacan. “Esto se debió a que Santo Nombre se encuentra en un punto estratégico en las rutas de intercambio y de comercio, por esta parte de Puebla pasaban todas las mercancías”, indicó Navarro.

En cuanto a las excavaciones, se han intervenido -hasta el momento- cuatro frentes arqueológicos. El primero de ellos fue la plaza gran altar, que es un conjunto de templos y una plataforma de acceso. También la “casa del nahual”, “el conjunto fogones”, al cual le están haciendo trabajo de mantenimiento y cuando se hizo el museo se ubicaron unidades habitacionales.

Con esto se puede decir que en Teteles se encuentran vestigios de rituales, vestigios políticos y áreas comunes de habitación. Se considera que tuvo una extensión en su época de apogeo de poco más de 700 hectáreas.

“Seguramente la influencia de Santo Nombre llegó más hacia el sur de Puebla, puede ser al municipio de Juan N. Méndez o Ixcaquixtla (en la región mixteca) y hacia el norte posiblemente con Tepango de López, Palmar de Bravo y Quecholac. Tuvieron el control directo de Santo Nombre”, expuso el arqueólogo del lugar.

En suma, se han recuperado un gran número de ofrendas, como caracoles marinos provenientes de las costas del Golfo de México, así como diferentes esculturas que actualmente se encuentran bajo el resguardo del INAH.

Muchas de estas piezas hoy en día están en el Museo Nacional de Antropología y en la Dirección de Estudios Arqueológicos, que es de donde emana este proyecto.

LAS EXCAVACIONES HAN DISMINUIDO POR FALTA DE RECURSOS

En el museo de sitio hay una exposición conformada por 52 piezas, pero continúan los trabajos de investigación de muchos otros vestigios. En el área se encuentran estas piezas que fueron encontradas en excavaciones, pero que aún no han sido indagadas en su totalidad.

Estas piezas están catalogadas por la fecha en que fueron encontradas y es el material que se ha recuperado desde el 2009 hasta la última excavación que fue en el 2020.

Cuando se abrió el museo y el sitio disminuyeron las excavaciones. Navarro dio a conocer que esto tiene que ver con los recursos, pues el INAH es una institución gubernamental federal y están sujetos al dinero que las autoridades avalen.

Pese a esto, han recibido apoyo de los diferentes gobiernos estatales que han pasado para que siga funcionando y también tienen el apoyo del ayuntamiento de Tlacotepec, que paga los recibos de luz.

El director del recinto hizo una invitación a todos los poblanos para que se interesen por el lugar, pues es de los pocos en que su entrada es completamente gratuita. Además de que es un sitio importante, pues es considerado como un asentamiento clave para entender la interacción que mantuvieron en la época prehispánica las áreas del Centro y Golfo del país, así como Oaxaca.

Fue en enero del año 2017 cuando se abrió la zona arqueológica de Teteles de Santo Nombre. Su museo de sitio, en su momento, se anunció como un legado para los poblanos y un lugar para atraer turismo. Al principio fue así, pues al mes se registraron seis mil visitas en el lugar, pero desde que comenzó la pandemia por coronavirus apenas llegan a mil visitantes cada 30 días.

Este no es el único problema al que se enfrenta la zona, la cual fue resultado de tres años de exploraciones intensas y más de dos de mantenimiento de las antiguas edificaciones, pues tiene muy poca difusión para ser localizada y los pocos letreros que existen para llegar al sitio son muy pequeños o fueron robados.

En suma, además de que no hay visitantes, tampoco existen tantas excavaciones como en un principio, esto a pesar de que todavía hay asentamientos que están cubiertos. Esto se debe al presupuesto que tiene que autorizar el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que por el momento se ha reducido.

Desde la capital poblana y hasta llegar al lugar se recorre una distancia de hora y media en automóvil. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

El Sol de Puebla acudió al municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, donde está ubicada la zona arqueológica. Desde la capital poblana y hasta llegar al lugar se recorre una distancia de hora y media en automóvil. Durante el trayecto no se pudo observar señalética para encontrarlo. Sólo hay un anuncio en la entrada del municipio y letreros de lámina en las colonias aledañas a la zona.

Es más fácil que los vecinos te den indicaciones para llegar a la zona, pues todos la conocen, pero esto no significa que la visiten. Entrevistados por este diario, aceptan que muy rara vez llegan a ir, incluso, hay ciudadanos que nunca han estado ahí, a pesar de su cercanía con ella.

BAJA EN VISITANTES Y POCA DIFUSIÓN

En 2009, el arqueólogo Blas Castellón Huerta, de la dirección del INAH, empezó los proyectos de investigación y descubrió que Santo Nombre es un sitio que tuvo una ocupación prehispánica desde el año 450 antes de Cristo hasta el 650 después de Cristo. Mil años de historia.

El gobierno federal tenía como propuesta abrir 12 nuevos sitios arqueológicos en el país y dentro de esta iniciativa estaba Teteles de Santo Nombre. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Gerardo Navarro Valencia, director del recinto, compartió a este medio que ese mismo año el gobierno federal tenía como propuesta abrir 12 nuevos sitios arqueológicos en el país y dentro de esta iniciativa estaba Teteles de Santo Nombre, sin embargo, su apertura se postergó y fue hasta el 2015 cuando el exgobernador Rafael Moreno Valle lo retomó para abrirlo en el 2017.

“Es una de las dos últimas zonas arqueológicas que se abrió en Puebla junto con la que se abrió en Tehuacán. Este proyecto se abre sobre todo por iniciativa de Rafael Moreno Valle, aunque el sitio ya se estaba trabajando desde el 2009”, resaltó.

En el 2017 se abrió al público en general gracias a un convenio de colaboración celebrado entre el INAH y el gobierno del estado de Puebla, acuerdo que hasta el momento continúa. Se puede decir que es una zona nueva, ya que no supera los 10 años de haberse inaugurado como tal.

El director de la zona expuso que cuando recién se abrió llegaron a registrar visitas de hasta seis mil personas mensuales. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

El director de la zona expuso que cuando recién se abrió llegaron a registrar visitas de hasta seis mil personas mensuales y se mantuvo así por muchos meses. Sin embargo, llegó la pandemia por la Covid-19 y hoy en día, al mes, registran alrededor de 800 y mil ciudadanos, situación que les preocupa.

“Naturalmente, al ser un sitio nuevo, la gente quería venir. En el 2018 se mantuvo el pico, había meses con cuatro mil, luego bajaron hasta dos mil. Para el 2020 tuvimos que cerrar por el tema de la pandemia y estuvimos cerrados desde marzo del 2020 hasta marzo del 2022 (…) Se está recuperando el número de visitantes. En promedio estamos entre los 800 y mil visitantes mensuales. Consideramos que a partir de este periodo la visita incrementará”, agregó.

En la actualidad el sitio arqueológico está abierto a la visita pública, aunque sólo el área del museo y la parte de unidades habitacionales. Esto se debe principalmente a que se realizan gestiones para trabajos de mantenimiento y para recuperar algunos predios que pertenecen al polígono de protección.

Ese polígono de protección abarca 62 hectáreas, ya que arqueológicamente hay poco más de 28 estructuras. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Ese polígono de protección abarca 62 hectáreas, ya que arqueológicamente hay poco más de 28 estructuras y la de mayor altura tiene unas dimensiones de una base 100 x 150 metros y una altura de 22 metros.

Navarro Valencia aceptó que otro de los retos a los que se enfrentan es la difusión del patrimonio y su divulgación. Por su cuenta y para atraer visitantes en el museo de sitio hacían (antes de la pandemia) de dos a tres exposiciones temporales por año, pero con la contingencia esto paró.

El encargado del lugar confirmó lo que este medio vio, pues hay poca señalética para que se ubique el lugar y la zona está “en medio de un cerro”. Aunque este último punto trata de tomarlo como algo favorable, pues a diferencia de otros sitios, no están pegados a la mancha urbana y no hay personas que traten de dañar el patrimonio.

Para recuperar las visitas y que Santo Nombre no pase al olvido, el arqueólogo informó que para este año se prevén dos exposiciones. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

“Fuimos de los pocos museos que reforzamos el área de redes sociales ante esta situación, estuvimos presentando exposiciones vía virtual desde nuestra página oficial y constantemente la estamos nutriendo de información”, dijo ante esta problemática.

Para recuperar las visitas y que Santo Nombre no pase al olvido, el arqueólogo informó que para este año se prevén dos exposiciones y una serie de actividades orientadas a niños. Estarán dirigidas a la sociedad en general, no obstante, también otro de los retos es que la comunidad de Tlacotepec de Benito Juárez se involucre, pues, como se había mencionado, hay habitantes de este municipio que ni siquiera conocen la zona.

Asimismo, en agosto pondrán en marcha el que será el tercer curso de verano en lo que lleva abierto este lugar. Estará dirigido a niños de 8 a 12 años. Esta es otra de las actividades que se harán para captar las visitas que se han mermado desde el inicio de la pandemia.

Durante el “periodo clásico”, que comprende del año 100 al 750 después de Cristo, Teteles de Santo Nombre fue el asentamiento más importante de todo el sur de Puebla. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

“Queremos que se acerquen al museo, ya que en esta parte del Sur de Puebla somos prácticamente el único sitio y museo abierto al público. Aunque Tehuacán está a 45 kilómetros de aquí, nosotros queremos concentrarnos en estos valles de Puebla, Tlacotepec, Tecamachalco, Tepeaca, Ixcaquixtla, porque realmente son lo más cercano que tienen”, apuntó.

EL ASENTAMIENTO MÁS IMPORTANTE DEL SUR DE PUEBLA

De vuelta al tema arqueológico hay que subrayar que lo más importante de este sitio es que durante el “periodo clásico”, que comprende del año 100 al 750 después de Cristo, Teteles de Santo Nombre fue el asentamiento más importante de todo el sur de Puebla.

Durante la investigación se determinó que fue una urbe importante y posiblemente la que mayores vínculos comerciales tuvo con Teotihuacan. “Esto se debió a que Santo Nombre se encuentra en un punto estratégico en las rutas de intercambio y de comercio, por esta parte de Puebla pasaban todas las mercancías”, indicó Navarro.

En cuanto a las excavaciones, se han intervenido -hasta el momento- cuatro frentes arqueológicos. El primero de ellos fue la plaza gran altar, que es un conjunto de templos y una plataforma de acceso. También la “casa del nahual”, “el conjunto fogones”, al cual le están haciendo trabajo de mantenimiento y cuando se hizo el museo se ubicaron unidades habitacionales.

Con esto se puede decir que en Teteles se encuentran vestigios de rituales, vestigios políticos y áreas comunes de habitación. Se considera que tuvo una extensión en su época de apogeo de poco más de 700 hectáreas.

“Seguramente la influencia de Santo Nombre llegó más hacia el sur de Puebla, puede ser al municipio de Juan N. Méndez o Ixcaquixtla (en la región mixteca) y hacia el norte posiblemente con Tepango de López, Palmar de Bravo y Quecholac. Tuvieron el control directo de Santo Nombre”, expuso el arqueólogo del lugar.

En suma, se han recuperado un gran número de ofrendas, como caracoles marinos provenientes de las costas del Golfo de México, así como diferentes esculturas que actualmente se encuentran bajo el resguardo del INAH.

Muchas de estas piezas hoy en día están en el Museo Nacional de Antropología y en la Dirección de Estudios Arqueológicos, que es de donde emana este proyecto.

LAS EXCAVACIONES HAN DISMINUIDO POR FALTA DE RECURSOS

En el museo de sitio hay una exposición conformada por 52 piezas, pero continúan los trabajos de investigación de muchos otros vestigios. En el área se encuentran estas piezas que fueron encontradas en excavaciones, pero que aún no han sido indagadas en su totalidad.

Estas piezas están catalogadas por la fecha en que fueron encontradas y es el material que se ha recuperado desde el 2009 hasta la última excavación que fue en el 2020.

Cuando se abrió el museo y el sitio disminuyeron las excavaciones. Navarro dio a conocer que esto tiene que ver con los recursos, pues el INAH es una institución gubernamental federal y están sujetos al dinero que las autoridades avalen.

Pese a esto, han recibido apoyo de los diferentes gobiernos estatales que han pasado para que siga funcionando y también tienen el apoyo del ayuntamiento de Tlacotepec, que paga los recibos de luz.

El director del recinto hizo una invitación a todos los poblanos para que se interesen por el lugar, pues es de los pocos en que su entrada es completamente gratuita. Además de que es un sitio importante, pues es considerado como un asentamiento clave para entender la interacción que mantuvieron en la época prehispánica las áreas del Centro y Golfo del país, así como Oaxaca.

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