La fiesta con baile incluido se puso en marcha en Puebla o mejor dicho continuó para el América, porque en el día de su 106 aniversario tomó ventaja 6-1 en el arranque de las eliminatorias de cuartos sobre La Franja con doblete de Henry Martin.
El conjunto de Coapa sacó una renta amplísima de cara a la vuelta, como para gestionarla de la forma en que quiera el sábado, donde el empate por cualquier resultado o inclusive perdiendo por cuatro goles le basta para repetir en las semifinales de la competencia por segundo torneo seguido.
La victoria fue tan contundente que las Águilas o “El Tano” Ortiz retiraron del campo a su columna vertebral (Zendejas, Martin, Fuentes o Sánchez) con 20 minutos por jugar en el compromiso.
El blanquiazul, eso sí, salió respondón poniéndose inclusive en ventaja a los 13 minutos. Pero América, por juego o disposición, nada de agrandarse antes jugar el partido, acabó recuperando el 1-0 en contra en el mismo primer tiempo para dejar en claro a qué había llegado al Cuauhtémoc.
El blanquiazul se adelantó con un Jordi Cortizo haciendo mosca a Paco Memo ante un disparo de media distancia de Federico Mancuello. El centrocampista se interpuso en el viaje del balón hacia el arco y le acabó desviando la pelota al portero para abrir la lata.
América reclamó fuera de juego, pero el árbitro central Marco Antonio Ortiz Nava o el VAR no encontraron nada en la revisión silenciosa y el 1-0 subía al marcador.
Las Águilas estaban ante su primera prueba en la Liguilla, donde más de un líder ha descubierto que la fiesta grande es otro torneo. Antes de eso ya habían hecho méritos como para ganarlo, pero Antony Silva a los dos minutos se lo negó.
Sin señales de pánico tras caer abajo en el marcador acosaron a La Franja en su campo con la presión alta. El local o dividía el balón o salía tocándolo rápido; si Puebla escapaba a la asfixiante marca azulcrema generaba peligro, pero de eso poco o nada a excepción de la jugada del gol.
Así, poco a poco la cancha se inclinó a favor de las Águilas. Parecía cuestión de tiempo para el empate y éste llegó con un cabezazo de Diego Valdés, rematando por sorpresa a segundo palo, a centímetros de Silva, quien le pegó un regaño como pocas veces se ha visto a sus centrales por la timidez de éstos a la hora de ir a competir.
El tanto en contra dejó a La Franja tocada, a pesar de recibir la cuenta de protección, pues dos minutos después América acabó de desplegar las alas para coronar la voltereta gracias a otro testarazo de Henry Martin.
Las Águilas aprovechaban las limitaciones del blanquiazul, que en todo el torneo nunca dio con la tecla para defender la pelota parada o el juego por arriba.
Aunque la fiesta no paró ahí y en la reanudación cuando Puebla la tenía con Cortizo dentro del área; América no perdonó en una trepidante contra sentenciada por Martin para el segundo para él de la noche.
Luego, Silva le regaló el cuarto a las Águilas cuando otorgó rechace a un disparo de media distancia; la pelota le quedó a Alejandro Zendejas tan sólo para mandarla a guardar y así meterle desde ya hielo a la eliminatoria.
Con el público pidiendo, “cinco” en la grada, América le dio gusto a su afición cuando el recién ingresado Brian Rodríguez liquidaba con otra transición. Pero en el añadido con Puebla desfondado llegó el sexto a través de Federico Viñas.
Sí, sólo fueron seis, pero el palo ante un disparo de Álvaro Fidalgo o Jonathan Rodríguez rematando en fuera de juego evitaron un marcador de escándalo o histórico en la ida en la Angelópolis. Gracias a eso, Puebla no fue tan humillado en su campo; aunque necesitará de un juego perfecto el sábado para tratar de seguir con vida en la Liguilla.
América sigue en racha, con hambre de lograr la décimo cuarta. La confianza de los resultados se ve en su futbol porque da la impresión de doblar a su rival cuando quiere o se lo propone.
El dato
Puebla no recibía cinco goles o más en Liguilla desde el Verano 2000