El año pasado, en los momentos más complicados de la pandemia de COVID-19, los pilotos de la NASCAR Peak Series México exprimieron hasta lo último los simuladores, juegos de video de carreras que le permitieron a los ases del volante mantenerse en forma desde casa hasta hallar la manera de volver a la pista y a la alta competencia.
El piloto Rubén Pardo, integrante de la escudería Spartac RT, le mostró a El Sol de Puebla su simulador y explicó por qué dicho aparato ayuda a los pilotos más importantes del planeta.
“El simulador te ayuda a mantenerte ágil en cuanto a la toma de decisiones sin importar si se trata de un videojuego, pues es muy cercano a la vida real porque ajustas el coche a partir de lo que sientes en él y eso te ayuda cuando vas a la realidad”, explicó Pardo, sexto del campeonato NASCAR.
Las sensaciones para determinar si el coche no está a punto, falto de balance, se va hacia la cola o el frente, se transmiten a través del asiento o los pedales, los cuales, entre más caros, más cercanos a la realidad.
Aunque nada de eso servirá si el simulador no gozara de un buen CPU (computadora) y tarjeta de video, a decir del “driver” de la máquina con el número 15 de Coca Cola sin azúcar–ITCR Infraestructura–LUMO Financiera del Centro–Jomtel–Balam News–Mamitas Group–Radiosys–Monster Energy–Protelife Armour Boutique–ZTE–TK Terraza Grill–Skippy–Hangar Inn Hotel Select–Alsoma Internacional– Travel & Tips–Grupo Posadas.
Cabe destacar, un simulador bien va desde los 20 hasta los 400 mil pesos, dependiendo de para qué se quiera o se haga en el mismo. Aunque entre más dinero, habrá más sensibilidad en los pedales o el propio volante.
“Lo más importante en un simulador profesional es el CPU y una buena tarjeta de video. Y dependiendo de para qué lo quieras éste va desde los 20 mil hasta los 400 mil pesos”
A Pardo el suyo se lo otorgó uno de sus patrocinadores, el ITCR Infraestructura, con el afán de mantenerlo en forma para el campeonato NASCAR 2021. El propio piloto aseguró a El Sol de Puebla es más desgastante estar arriba del simulador, en comparación con el coche real, pues “hay mayor desgaste y presión porque hay más decisiones que tomar”.
El as de la NASCAR compartió se pasa dos horas diarias en el simulador; aunque los nuevos pilotos “pasan de seis a ocho horas”, remató.