Para que tu auto funcione de manera correcta, uno de los aspectos fundamentales es tener sus llantas bien infladas, debido a que la presión de estas es la que soporta todo el peso del auto, y para esto existen dos opciones, rellenarlas con aire convencional o con nitrógeno, pero ¿qué tan recomendable es usar este último? En este artículo te detallamos las ventajas y desventajas.
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De acuerdo con el sitio de Bridgestone, la principal diferencia entre estos dos elementos para el llenado de neumáticos, es que el aire convencional está compuesto por un 78 por ciento de nitrógeno, 21 de oxígeno y 1 por ciento de gases como dióxido de carbono, argón y neón. En el caso del nitrógeno tiene una composición del 95 por ciento de nitrógeno y 5 por ciento de oxígeno.
Según Alejandro Torres García, expiloto de carreras, comenta en su canal de YouTube: Velocidad Total, existen algunos mitos sobre el uso de nitrógeno en los neumáticos, entre ellos está que se obtiene un mejor desempeño y un menor desgaste en las llantas, que no se pierde presión y que las llantas se mantienen constante a diferencia del aire convencional, además de que ahorras combustible, sin embargo, la realidad puede ser otra.
¿Cuáles son las ventajas de usar nitrógeno en las llantas?
Para comprobar los mitos sobre el uso de nitrógeno en las llantas, Torres García realizó el experimento de cambiar el aire de las llantas de una camioneta a nitrógeno y, durante cinco días revisó los cambios que estas sufrieron al tener un uso continuo, y entre las ventajas, en su experiencia, compartió las siguientes:
Es un gas que no es inflamable: comparado con el oxígeno que sí acelera la propagación de fuego.
No guarda humedad dentro de la llanta: esto propicia que no haya oxidación en el rin. De esta manera, el nitrógeno ofrecerá una mayor protección a los componentes de tu vehículo.
Los neumáticos se desgastan parejo: Esto lo comprobó luego de haber corrido la camioneta en una pista de carreras, al día siguiente de haberlas llenado con nitrógeno. Para esto, el expiloto profesional tomó la presión de las llantas antes de correrla, para verificar los cambios, mismas que estaban calibradas a 36 libras, y luego de unas vueltas, las llantas continuaron con la misma presión.
No obstante, realizó la misma prueba con un Mustang que contaba con neumáticos rellenos de aire convencional, las cuales en un inicio estaban calibradas a 40 libras, y al terminar la prueba, la llanta delantera derecha (que es la que más sufre desgaste por las curvas) terminó con 47 libras, es decir, que, con aire normal la presión aumentó.
Otra de las ventajas que menciona el sitio de Fiat, es que las llantas contarán con una mejor presión, pues el nitrógeno hará que la llanta sea más dura, por lo que será más difícil que se deforme, además hará que los neumáticos pierdan menor presión con el paso del tiempo.
“Esto es especialmente cierto en autos deportivos, donde los neumáticos son más delgados y son sometidos a altos niveles de calentamiento”, se lee.
Estas son las desventajas de usar nitrógeno en las llantas
Si bien, todo parece indicar que cambiar el aire por nitrógeno es una gran opción, la realidad es que tiene sus desventajas, una de ellas, que la página de Bridgestone menciona, es que encontrar alguna llantera o un punto de llenado de llantas con nitrógeno todavía puede resultar complicado.
“En este caso te recomendamos tener presente que si viajas por carretera con nitrógeno en llantas tengas presente que, si llegas a sufrir una ponchadura, lo más seguro es que debas reemplazar el contenido por aire”, comenta el sitio.
Otra de las desventajas que menciona Alejandro Torres García, es el aspecto económico que puede hacer una gran diferencia, ya que el costo por llenar con nitrógeno las llantas es considerablemente mayor al del aire convencional, aunque existen gasolineras que, por el consumo de ciertos litros lo ofrezcan gratis, lo cierto es que este servicio no es tan común de encontrar.
En este sentido, el expiloto de carreras sugiere que, se use nitrógeno en las llantas únicamente si el auto se utiliza para viajar distancias muy largas, en donde el neumático se somete a cambios de temperatura, algo que sí conviene hacer para realizar el cambio de aire, pues en su uso normal, no es indispensable.
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“Si tienes el dinero, hazlo, pero si no haces este cambio, no vas a notar una diferencia grande”, aseguró, pues en su experimento, el mito sobre ahorro de combustible no quedó comprobado.
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