Al iniciar esta Copa del Mundo, los diferentes estudios y predicciones le daban a Brasil el gane, los momios de apuestas se orientaron a ello, además de que el Scratch había mostrado un juego que ilusionaba a un país que lleva 20 años sin probar las mieles de la victoria.
En ese sentido, los cariocas avanzaron en primer lugar, quizá con el descalabro de la última fecha, pero la goleada que le dio a Suiza hizo pensar en cosas importantes, más cuando hubo un despliegue de jugadas de fantasía, en las que los sudamericanos son especialistas.
Con esto, las predicciones se fortalecían y colocaban a la verde-amarela en “caballo de hacienda” para alcanzar su sexto título. Ayer era el día en que los sudamericanos debían avanzar, más porque sus archirrivales argentinos podían ser y son los semifinalistas, pero el tema argentino lo tocaremos la otra semana.
Croacia demostró una fortaleza emocional importante y los cariocas no tuvieron la mentalidad para buscar la victoria y prácticamente fueron derrotados con el empate cerca del final del tiempo de compensación. Creo que la herencia del futbol yugoslavo, así como de la constancia soviética, le dieron el gane a un equipo que será un duro rival en semifinales.
Lo importante es mencionar la combatividad de un país que apenas alcanza los 4 millones de habitantes, el cual sufrió una guerra civil sumamente cruenta, de la cual surgió el término “balcanización”, pero que ahora son los actuales subcampeones y estarán dentro de los 4 grandes.
No cabe duda que el espíritu latinoamericano, en la mayoría de los países de la región, sigue haciendo efectos en cuanto a la falta de consolidación de una mentalidad ganadora. Nadie duda que Brasil es el país con mayor palmarés en cuanto a futbol, pero desafortunadamente, para nuestros hermanos del hemisferio sur, la mentalidad de los balcánicos fue superior y se demostró al ejecutar los penales.
Cabe señalar que los argentinos han sido criticados duramente por una supuesta petulancia, sin embargo, bien vale la pena hacer un ejercicio de reflexión y ver cómo se han sobrepuesto en las competencias deportivas, indudablemente el pueblo de nuestros hermanos del Rio de la Plata estaba llamado a ser potencia, sin embargo, el populismo echó por tierra ese gran proyecto nacional.
Ahora quedan dos selecciones muy bien armadas, con un Modric que parece ser un veinteañero que juega a todo lo que da; por su parte, Messi no da el “do de pecho” con la albiceleste, pero ayuda a avanzar, esta es su última oportunidad de consagrarse con su selección y así quitarse los vituperios que lo señalan como “pecho frio”. Nos esperan grandes semifinales, esperando que el espectáculo triunfe. Por lo visto en la competencia, creo que la final será Francia-Argentina, ahí todo puede pasar. Hasta la próxima.
