Invitado por el ingeniero Francisco Padilla, director del Salón de la Fama del beisbol mexicano, ubicado en el Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León, tuve el gusto de participar en su programa “Pláticas de Beisbol” que se transmite en vivo a través de diversas plataformas.
Me sorprendió la llamada del ingeniero Padilla, y sobre todo su invitación para participar en el programa virtual, que realiza al lado de Édgar Quintero, ex brillante pelotero profesional, que en sus comienzos jugó una temporada con los Pericos de Puebla, a principios del nuevo milenio; tuvo su despunte con los Sultanes de Monterrey, y quien a la par siguió en sus estudios hasta graduarse de abogado.
“El programa es tuyo”, me dijo el ingeniero. “Quiero que me platiques todo lo que has vivido dentro de la pelota mexicana, desde tus orígenes, cómo nace esa pasión por el beisbol, tus inicios y lo que has vivido en ese tiempo dentro de la pelota”, me solicitó.
La invitación llegó porque desde 1994 a la fecha formo parte del comité elector del Salón de la Fama, a donde ingresé gracias al apoyo de mi paisano y amigo, un extraordinario cronista de radio, don Sergio Morales Ortiz.
“Queremos que la afición conozca quiénes integran nuestro comité elector, y la primera platica del año le tocó a usted señor Hermida”, me externó el ingeniero, a quien de inmediato le solicité omitiera el señor, me considerara un amigo de siempre y me hablara de tú.
El ingeniero hizo la presentación. Desde mis orígenes que comienzan en mi inolvidable Rincón de la Palma, un municipio perteneciente a Alvarado, Veracruz donde el único deporte que mandaba hasta finales de los 80 era el beisbol; mis inicios como cronista, hasta la actualidad.
Cuando me tocó el turno ya no solté el micrófono.
Hablé de todo un poco, desde cómo nací ya con el beisbol en la sangre, herencia de mis antepasados, que veíamos desde niños en nuestro pueblo, y todos queríamos ser como ellos.
Larga charla, desde mi nacimiento con la ANABE, donde iba acompañando a mi primo Alí Uscanga Lara (QEPD), hasta que el destino me hizo venir a Puebla y llegué a Nueva Era, donde, trabajando en otra área, anoté un juego inaugural de la Liga Nacional en 1983 y me abrió las puertas para comenzar en la crónica beisbolera antes de cumplir los 17 años.
Mi llegada a El Sol de Puebla y cientos de crónicas, entrevistas que han leído a través de estas páginas. La etapa de Los Ángeles Negros, las idas y regresos, hasta la estancia más extensa del beisbol en Puebla que comenzó en el año 2000 con el regreso de los Pericos de Puebla, y cuyos frutos han sido cuatro finales y un campeonato de Liga Mexicana.
La llegada de los Tigres en 2002, el campeonato de 2005, y muchos pasajes que me han tocado vivir.
Se agotó el tiempo y ya no se pudo para platicar de las entrevistas a Juanito Conde, Salomé Barojas en 1984, Aurelio López, Aurelio Rodríguez, Fernando Valenzuela (1992 en Veracruz), Miguel “Becerril” Fernández, quien vivió sus últimos años en Puebla, y muchos más.
Me sentí halago, sobre todo por distinción que tiene el ser parte del comité elector y a través del voto poder decidir quién o quiénes, después de una exitosa carrera, pasan a ser parte del recinto de los inmortales.
Agradecido, de todo corazón.