Otra cara, diferente historia. A cinco días de ser goleadas 5-0 por las Chivas, Puebla recuperó sensaciones en Querétaro, donde presumió buenos lapsos de futbol y sacó un empate 1-1 a base de riñones.
A 15 minutos del final, y cuando parecía La Franja sumaba una nueva derrota, Andrea Ortega se alzó en el área para rematar un córner y lo mandó a guardar para rubricar el 1-1 final.
Después de sufrir la derrota más dolorosa en cinco torneos dentro del circuito femenil, La Franja hacía bueno en La Corregidora aquello del amor propio y salía a la cancha por el rival.
Querétaro, en lugar de amilanarse, se sintió bien con la propuesta del rival y se lanzó al frente a buscarle para regalar un lindo intercambio de golpes.
El partido o la pelea estaba para quien golpeara con más fuerza y ahí Alexandra Hernández hallaba en el corazón del área a Leidy Ramos. La delantera adelantaba a sus marcadoras tirándose de “palomita” y de cabeza marcaba hasta entonces el único tanto del duelo.
La anotación probaba una vez más el estado anímico de las blanquiazules; pero esta vez éstas no se veían abajo y mantenían la ecuanimidad emocional.
De esa forma estuvieron cerca de igualar tras un disparo de media distancia; sin embargo, la portera queretana Diana García desviaba lo suficiente para mandar la redonda a la base del poste… madera y afuera… 1-0 seguía en ventaja Querétaro sobre el final del primer tiempo.
En el complemento, Puebla reclamaba un penal tras una mano de una zaguera del Querétaro; pero la silbante Francia María González Martínez no juzgó intención en la acción y con la mano hacía la indicación de "juegue, juegue”.
Querétaro aguantaba el resultado y llevaba la nave a buen puerto. Pero esta vez Puebla creyó hasta el final y a base de perseverancia lo igualó sobre el colofón del compromiso.