Cada hora u hora media los encargados de intendencia de los gimnasios de Puebla saltan a escena con rociadores en mano para esparcir una fórmula desinfectante entre los aparatos, mientras un grupo de entre siete a 70 personas abandonan dichos centros porque agotaron su tiempo de práctica. Así es como se trabaja o se vuelve al deporte en las salas o espacios dedicados a ejercitarse en la “nueva normalidad”.
En un recorrido hecho por El Sol de Puebla durante la mañana del jueves en gimnasios como Smart Fit, Apolo Gym y Sport City se observó cómo los usuarios se han adaptado a hacer citas, trabajar bajo un régimen de tiempo o esperar para ingresar a las salas mientras al interior se terminan con las labores de higiene.
A unos les agrada, a otros no, pero es el precio a pagar en tiempos de pandemia para cumplir el deseo de mantener tonificado el cuerpo.
“La gente que viene son en mayoría clientes con una membresía, quienes hacen su cita y a quienes esperamos en grupos para que se entrenen en nuestros espacios por una hora o casi hora y media. Algunos ya se han acostumbrado, otros esto les parece pesado; pero sólo así garantizamos la salud de cada uno de nuestros usuarios”, comenta uno de los encargados del gimnasio Smart Fit con el termómetro digital infrarrojo en mano, solicitando el anonimato.
Al filo de las 09.00 de la mañana el Smart Fit de la colonia El Cerrito luce vacío, aunque en realidad se toma un descanso tras abrir sus puertas desde las 06.00 de la madrugada, horario en el que a decir del responsable es cuando más solicitado está: a un 30 por ciento de su capacidad porque ése es el aforo permitido y solicitado por los órganos gubernamentales.
PIERDEN INAUGURACIÓN
La pandemia también afectó los planes de fiesta para anunciar la apertura con bombo y platillo en marzo del Apollo Gym Bugambilias, donde se siguen las mismas estrictas medidas de control para el ingreso de sus clientes.
Ahí, los instructores pasean entre los pasillos con máscaras y cubre-bocas para ayudar con las rutinas a sus atletas. Pero también revisan y piden a los deportistas respeten la sana distancia.
Al exterior, una persona se encarga de los practicar el protocolo acostumbrado desde los últimos meses: toma la temperatura de los visitantes, reparte gel y checa si los clientes pisan o no el tapete desinfectante.
“Estuvimos cerrados mucho tiempo, pero poco a poco volvemos a la actividad. Nos perdimos la inauguración, pero ya será más adelante, ahora hay que trabajar y cumplir con cada uno de los requerimientos”, comparte la responsable del Apolo Gym Bugambilias, sin compartir su nombre.
Y sí... la escena es la misma en el Smart Fit, donde los deportistas buscan la salida tras dejar los aparatos, suben a los autos y vuelven a casa o van, en casos contados, a los trabajos.
"Es lo que hay y hay que acostumbrarse, pero por lo menos con el ejercicio se lleva mejor todo esto", comenta un hombre de entre 35 años, mientras se retira apresurado.
A SU CRITERIO
De acuerdo a los datos proporcionados por el presidente de la Asociación Poblana de Fisicoconstructivismo, Maurio García, en la ciudad de Puebla se encuentran registrados más de 350 gimnasios, pero aproximadamente sólo la mitad se encuentra operando.
"Ahora sí que es a criterio de cada dueño. Unos ya abrieron y otros prefieren esperar, pero los que están operando lo hacen siguiendo todas las medidas exigidas por las autoridades sanitarias y protección civil", apuntó.
- La zona de duchas en los gimnasios visitados se ha cancelado y se les pide a los visitantes o clientes llegar cambiados, listos para la práctica de su ejercicio