Con nueve títulos en su historia como directivo, siete de ellos con los Tigres, Cuauhtémoc Rodríguez almacenó los suficientes logros para ser desde ayer uno de los nuevos inmortales del beisbol mexicanos.
“Es un gran honor alcanzar la inmortalidad”, dijo “Chito” vía telefónica desde Nuevo Laredo, momentos antes de viajar a Monterrey, donde ayer por la tarde se realizó la primera ceremonia de entronización en el nuevo recinto de los inmortales, que se inauguró un año antes en el parque La Fundidora.
"Puebla me trae grandes recuerdos. De verdad estoy feliz por este momento, porque gracias a Dios recuperé mi salud y puedo ser parte de este gran recinto", expresó.
La generación 2014 tuvo que esperar cinco años para su ingreso al Salón de la Fama.
En 2015 empezaron los problemas con la cervecería Cuauhtémoc, en cuyas instalaciones estaba el primer recinto, y mientras unos querían llevárselo a Culiacán, hubo un acuerdo para que se mantuviera en Monterrey con un nuevo escenario, cuya edificación fue cubierta en su totalidad por el duelo de los Diablos, Alfredo Haro.
“Chito” junto con Fernando Valenzuela, Daniel Fernández y Ricardo Sáenz tuvieron que esperar su turno y al fin, ayer, se convirtieron en la primera generación que ingresa al nuevo recinto, para pasar a la inmortalidad al lado de peloteros, directivos, cronistas y ampayers que le han dado brillo en los 94 años de historia a la pelota mexicana.
Nacido en el estado de Sonora, Cuauhtémoc Rodríguez apareciuó en el firmamento beisbolero como directivo de los Tecolotes de los Dos Laredos a mediados de los 70, llevádnolos a la conquista de dos campeonatos, bajo el mando de Jorge Fitch y José "Zacatillo" Guerrero, dos excampeones con los Pericos de 1963 y que habían jugadpo para los Fronterizos antes de que la franquicia s emudara a Puebla.
Tras mantener a Tecolotes siempre peleando y ante la escacez de éxitos de los Tigres de ;México, el ingeniero Alejo Peralta convenció a "Chiuto" para ocupar la presidencia de los felinos y con su llegada a finales de los 90 comenzaron los éxitos.
El primer banderín llegó en 1997 en el parque del Seguro Social, y después llegó el bicampeonato del 2000 y 2001 convirtiéndose así en el primer campeón del milenio en el Foro Sol.
Los Tigres se mudaron a Puebla en el 2002 y como Tigres de la Angelópolis, con puro mexicano, los Tigres sumaron su novena estrella y cuarta en la era de "Chito", venciendo a Saltillo en seis juegos en el parque Hermanos Serdán.
Para 2007 se mudaron a Cancún y ahí "Chito" siguió su racha con tres títulos más en 2011, 2013 y 2015.
Al final de la temporada de 2016 puso fin a su carrera como directivo, exactamente dos años después de su elección para el recinto de los inmortales.
Solo los 10 títulos que almacenó Roberto Mansur como directivo de Diablos entre 1981 y 2017, superan el palmarés de Cuauhtémoc.
Ayer, después de superar a principios del año un problema de salud que lo mantuvo 40 días en terapia intensiva, ya entero de nueva cuenta, Cuauhtémoc alcanzó la inmortalidad, gracias a sus éxitos y a su enorme talento como directivo, siempre luchando por mantener la grandeza de su equipo y luchando por dar lo mejor a su afición.
