Con presión alta, recuperación inmediata tras la pérdida y vértigo Atlas agobiaba el viernes a Puebla en el Cuauhtémoc. Pero la escuadra rojinegra a pesar de anular el futbol del rival no hallaba la vía hacia el gol hasta un centro a balón parado coronado por la testa de Aldo Rocha, autor del único tanto del encuentro.
La Academia, el segundo equipo más encendido del torneo, extendió a ocho su racha de juegos sin perder, metiéndose a la pelea por los primeros cuatro puestos de la tabla general, donde ya relegó a Puebla de los sitios de calificación directa.
Pero más importante sigue haciéndose de oxígeno en esa carrera por evitar el fondo de la porcentual y la cara multa que eso supondría.
Si hace una semana el técnico blanquiazul Nicolás Larcamón se pavoneaba por lo “rompehuevos” de su escuadra; el viernes se topó con una versión a la “ene” potencia del Puebla, pero vestida en rojo y negro.
La Academia anuló las contras de La Franja, le impidió a Omar Fernández entrar en contacto con el balón, mientras provocaba una y otra vez el error en las filas blanquiazules. Pero el desgaste físico se cargaba la imaginación rojinegra y eso al gol, el cual Atlas presumió en el arranque del segundo tiempo; aunque el arquero Antony Silva se lo negaba en el primer intento tras un cabezazo y luego Renato Ibarra se lo perdía cuando cruzaba demasiado un disparo dentro del área.
Pero ante la falta de tiza en acción directa, Atlas recurrió a la pelota parada y en un centro pasado a segundo poste por fin abrió la lata cuando Aldo Rocha apareció solo para castigar con la frente.
Cabe destacar, ya en el primer tiempo el conjunto rojinegro había mandado avisos sobre su peligrosidad en jugadas en táctica fija, Puebla como pudo las resolvió, pero por lo visto en la acción del gol ni se las aprendió, ni ajustó porque Rocha remató con toda comodidad ante la mirada atónita de Antony Silva.
Esta vez no hubo tiempo para la épica, pues La Franja se estrelló una y otra vez en un muro rojinegro bien apertrechado tras lograr la ventaja. Sí, Atlas y su técnico Diego Cocca también saben mucho sobre aquello de ser un equipo rompehuevos.
El conjunto blanquiazul deberá de reencontrarse el próximo domingo 21 de marzo en el infierno, el Nemesio Diez, contra unos Diablos Rojos del Toluca renovados como el ave fénix. Atlas, por su parte, buscará el noveno juego sin perder ante el otro equipo en llamas del torneo… La Máquina Celeste de la Cruz Azul.
