La vuelta a los deberes en el Puebla supone una oportunidad dorada para aquellos jugadores con pocos o nulos minutos en el malogrado Clausura 2020. Desde los lesionados hasta aquellos futbolistas llegados al equipo como refuerzos sobre la hora, a partir de hoy gozan de una chance inmejorable para coger tono y forma en vías de mostrarle al técnico Juan Reynoso que están desde ya para ser considerados.
Respecto a los lesionados, quienes por estar recuperándose el torneo pasado no entraron en acción, destaca la figura del lateral izquierdo Brayan Angulo. Del colombiano, se esperaba su reaparición en la jornada 14 del Clausura; sin embargo, la suspensión y posterior cancelación del torneo por el Covid-19, no permitieron su regreso al terreno de juego como se había planeado.
Angulo, trabajando al parejo del plantel desde hace casi dos meses, está hoy en equidad de condiciones con el resto de sus compañeros, pues éstos al igual y como él salen también de un largo periodo de inactividad dada la ya mencionada situación sanitaria.
En cuanto a los refuerzos que ni siquiera alcanzaron a debutar el último semestre con el Puebla, aparecen Eduardo Herrera y Emanuel Gularte. Ambos recalaron en el campamento blanquiazul al final del mercado de invierno y sólo gozaron de minutos dentro de la categoría Sub-20.
En el caso de Herrera, inclusive sin presentarse con el primer equipo, formó parte de la plantilla de gamers de La Franja dentro de la e-Liga MX.
Del exdelantero del Glasgow Rangers de Escocia se espera dé el paso al frente en la línea de ataque, luego de la partida de Ángel Zaldívar a las Chivas Rayadas del Guadalajara. Sobre Gularte, éste deberá de coger su forma futbolística cuanto antes en vías de pelear por un lugar en la cotizada zaga blanquiazul.
El defensa uruguayo, al igual y como Angulo, arrancará en las mismas condiciones a las del resto de sus compañeros.
La vuelta a los deberes del Puebla, es entonces la oportunidad de recuperar a futbolistas claves, o con posibilidades de serlo, en el campamento blanquiazul.
- 90 Días o más pasaron desde el último entrenamiento del Puebla de forma conjunta en una cancha